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Las fotos de un gato naranja con una nariz grande y roja están rondando por redes sociales, causando gracia entre los usuarios que lo comparan con un payaso o con diversos personajes de la cultura popular. Sin embargo, detrás de esta peculiar apariencia hay una historia de lucha.
A mediados de marzo de 2025, el refugio Rescue Cats NI, en Irlanda del Norte, recibió una llamada de ayuda de una mujer que vio a un gato perdido en medio de un bosque. Al llegar, los rescatistas notaron algo inusual: el gato tenía una nariz agrandada, roja y de aspecto extraño.
“Leanne y yo atrapamos a Barney en el bosque de Parkanaur hace unas 4 semanas. Su nariz era algo que nunca había visto antes”, escribieron en una publicación de Facebook.
Llevaron al gato a las instalaciones del refugio, donde le pusieron el nombre de Barney Bubbles, y empezaron a investigar cuál era la razón de esta peculiar afección en su nariz. Se descartaron opciones como picaduras de abeja y se empezó a tratar como una infección fúngica. “Está tomando medicamentos para ello y el tratamiento puede tardar muchos meses. Barney es tan plácido y amigable con todos y los otros gatos”, detallaron.
Días después le realizaron unos exámenes médicos para identificar la verdadera causa, pero los resultados salieron “poco concluyentes”. “Claramente, es alguna forma de crecimiento, pero intentar eliminarlo puede empeorar las cosas, así que no estamos seguros de a dónde ir desde aquí”, añadieron.
El refugio confirmó su compromiso con ayudar al peculiar gatico: “Barney tendrá un hogar con nosotros por el tiempo que sea necesario. Él es tan plácido y dulce”.
La popularidad de Barney creció cuando la BBC decidió publicar su caso. Muchas personas conocieron su historia, y aunque algunos hicieron cuestionamientos por no darle otro tipo de tratamiento, otros aplaudieron la labor del refugio.
En respuesta, el equipo aclaró que Barney sigue con su tratamiento contra la infección y que ha visto mejoría, aunque la desinflamación total podría tardarse un año. Mientras tanto, aseguran que lo seguirán cuidando. Además, destacaron que Barney puede comer, jugar, caminar y respirar con total normalidad.
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