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Según la Asociación Canadiense de Medicina Veterinaria, los gatos son reacios al agua debido a su origen y procedencia. La mayoría de estos felinos provienen de El Medio Oriente, una región con un clima desértico y donde el agua escasea, motivo que los condicionó a desconfiar de este elemento “simplemente por extrañeza o desconocimiento”. Totalmente diferente a lo que ocurrió con los perros, que eran acostumbrados a desplazarse en espacios llenos de agua.
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Otro motivo que suele darse es la reacción que genera el agua en los gatos: como en su pelo, piel y temperatura corporal. No les gusta estar mojados, ni húmedos, pues les resulta muy incómodo para lavarse. También, son animales muy prudentes y desconfiados y este elemento no es el más tranquilo de la naturaleza. Todas estas son más razones de rechazo que de agradecimiento para los gatos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y con su acercamiento a los humanos, los gatos empezaron a interactuar más con el agua, pues se convirtió en un elemento presente y cotidiano en su diario vivir para cazar, socializar y sobrevivir. Así fue como dejaron de percibirla como una rareza e incluso es indispensable para su buen estado de salud.
Por ello, no es una coincidencia que algunas veces haya encontrado a su gato bebiendo agua directamente del inodoro. Estas son algunas razones por las cuales los mininos tienen este comportamiento.
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De acuerdo con el portal Adventourus Cat una de las principales razones por las que los gatos beben esta agua es porque detectan el movimiento. “Los gatos se sienten atraídos instintivamente por el agua en movimiento porque es un signo de frescura y seguridad. En la naturaleza, el agua corriente es un indicador de que el área es segura para beber, a diferencia del agua estancada que puede estar contaminada”, se lee en el portal.
Este comportamiento también puede ocurrir porque su felino ha visto a otro gato hacerlo o, porque no se siente cómodo bebiendo de su tazón.
El flujo del agua también imita el movimiento natural de un arroyo o una fuente, estimulando el instinto de caza de los gatos. Para ellos, beber de la taza del baño puede convertirse en una experiencia entretenida.
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¿Cómo evitar que mi gato beba agua del inodoro?
🐾 Invierta en una fuente: reemplazar su viejo tazón de agua con una fuente puede ayudarlos a dejar de correr hacia el inodoro cada vez que lo escuchan.
🐾 Cierre la puerta: cuando acuda al baño, cierre la puerta y no deje que su gatito entre. Es probable que maúlle y suplique, especialmente si siempre lo ha dejado entrar. Sin embargo, después de hacerlo varias veces, aprenderá que no puede beber de esta agua.
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🐾 Limpie su tazón: es posible que su gato no esté bebiendo su agua estancada porque no cree que sea segura. Comience por limpiar su tazón todos los días y asegúrese de que lo vean haciéndolo.
🐾 Coloque su tazón en un lugar diferente: los gatos pueden aburrirse si su tazón de agua se coloca en el mismo lugar todos los días. Comience a cambiar la ubicación todos los días y asegúrese de mantener el tazón de agua lejos de su comida.
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