Hola amigos de La Red Zoocial. Mi nombre es Mateo, soy un golden retriver y estoy en mi proceso para convertirme en un perro guía. En esta ocasión les voy a contar cómo es mi entrenamiento. Pero antes de comenzar quiero recordarles que los perros guía como yo nos encargamos de facilitar la movilidad de las personas ciegas. Los ayudamos a evadir obstáculos, nos aprendemos caminos y nos aseguramos de que nuestros humanos lleguen con facilidad a cualquier lugar.
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Nuestro proceso de entrenamiento se divide en dos etapas: obediencia básica y adiestramiento específico. La primera parte la vivimos cuando somos cachorros, durante esta fase aprendemos a sentarnos cuando nos lo piden, a echarnos en el suelo y a quedarnos quietos.
Después entramos a la etapa especializada de perro guía, donde nuestro instructor nos enseña a no dar tirones, a aceptar el arnés, a guiar a una persona a un sitio determinado y a desplazarnos en línea recta. Durante este tiempo también aprendemos una de las labores más fundamentales de nuestro trabajo: sortear obstáculos de la vida cotidiana. Esto lo hacemos a través de circuitos con escaleras y barreras. También aprendemos a evadir obstáculos colgantes, así no nos afecten directamente, tales como árboles, cables colgados, sombrillas, carteles, letreros, entre otros.
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Entre las particularidades de nuestro entrenamiento hay un concepto muy importante: la desobediencia inteligente. Esto quiere decir que estamos capacitados para desobedecer una orden de nuestro usuario cuando la ejecución implica un peligro para su integridad física. Nosotros pensamos antes que nada en proteger a nuestro humano y estamos dispuestos a no cumplir una orden de él si vemos que esta lo puede poner en riesgo.
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