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El muñeco que salvó a Gus de su ansiedad al quedarse solo: “no comía ni bebía”

Desesperada por la ansiedad de su perro Gus, su dueña halló la respuesta en un maniquí de tamaño real.

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La Red Zoocial
05 de septiembre de 2025 - 06:26 p. m.
Lo que parecía una idea absurda se transformó en la clave para devolverle la calma a Gus.
Lo que parecía una idea absurda se transformó en la clave para devolverle la calma a Gus.
Foto: @kickrocks.licksocks
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Lo que comenzó como un intento desesperado terminó convirtiéndose en la solución que cambió la vida de Gus, un perro que padecía una severa ansiedad por separación. Su dueña, Keandra McNeil, acudió a un recurso poco convencional: un muñeco humano de tamaño real, bautizado como Fred, que ahora se ha transformado en el compañero inseparable del animal.

Durante meses, McNeil había intentado distintos métodos para aliviar el sufrimiento de su mascota. Medicamentos, radio encendida, televisión, compañía de otros animales: nada funcionaba. Cada vez que ella salía de casa, Gus ladraba sin descanso, dejaba de comer y beber, y presentaba episodios de micción y defecación en cualquier rincón. La situación relató la cuidadora en TikTok bajo el usuario @kickrocks.licksocks, la tenía “desesperada”.

Fue entonces cuando decidió encargar un maniquí en la tienda de disfraces Spirit Halloween. Aunque la idea parecía absurda incluso para ella, lo instaló en casa y lo trató como a una visita más. “¡Hola, amigo! Qué amable tu visita”, le dijo al muñeco en un video. Para su sorpresa, el perro se subió de inmediato al regazo de Fred, como si lo conociera de toda la vida.

La verdadera prueba llegó cuando McNeil debió ausentarse. Colocó al maniquí en el baño, el lugar favorito del perro, y salió a trabajar. A lo largo de la jornada, las cámaras instaladas en su vivienda mostraron a Gus tranquilo, recostado junto a la figura plástica y sin señales de angustia.

Desde entonces, Fred se convirtió en parte esencial de la rutina diaria. McNeil incluso lo lleva en el carro y lo integra a actividades cotidianas, lo que ha generado miradas curiosas en la calle. “Son inseparables en este momento”, aseguró en declaraciones a la plataforma The Dodo. Otros animales de la casa, como Doug, el gato de la familia, también comenzaron a interactuar con el muñeco, que terminó por convertirse en un miembro más del hogar.

El caso de Gus ilustra un problema común en perros domésticos: la ansiedad por separación. De acuerdo con la red de hospitales veterinarios AniCura, este trastorno puede manifestarse con aullidos y ladridos excesivos, destrucción de objetos, intentos de escape, pérdida del apetito, problemas gastrointestinales e incluso comportamientos autolesivos. Los síntomas suelen aparecer al detectar señales de la inminente salida del cuidador y, en algunos casos, se prolongan durante horas.

Aunque las terapias tradicionales y los tratamientos médicos son los recursos más recomendados, la experiencia de McNeil demuestra que la observación, la adaptación y, en ocasiones, la creatividad, pueden marcar la diferencia en el bienestar de los animales de compañía.

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zorrillo(6652u)06 de septiembre de 2025 - 02:11 p. m.
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