Todo se remonta a 2004, cuando Javier Milei decidió adoptar a su perro, Conan, un mastin inglés que lo acompañó en varios de los momentos más difíciles de su vida. Lamentablemente, el perro falleció en 2017, pero el presidente de Argentina tenía un truco bajo la manga: contactó a la empresa PerPETuate, una compañía de clonación de mascotas, para que nacieran otros cuatro perros iguales a Conan.
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De aquí, salieron Milton, Robert, Murray y Lucas, cuatro mastines ingleses que tienen nombres inspirados en los ídolos economistas del presidente y representan sus ideales libertarios.
PerPETuate se dedica a la preservación genética de mascotas de todo el mundo desde 1998 y tiene su sede en Massachusetts, Estados Unidos. Asimismo, el proceso de preservación de células tiene un costo de 1.200 dólares, mientras que el de clonación asciende a 50.000 dólares.
Después de alcanzar el primer lugar en las elecciones primarias de agosto en Argentina, Javier Milei dedicó su triunfo a “sus niños de cuatro patas”. Desde entonces, los mastines del líder han adquirido relevancia en medios de comunicación y redes sociales, ya que se han convertido en un elemento fundamental de la imagen del candidato.
Esto le ha traído apoyo, pero también ha generado críticas a su imagen. Incluso, la presencia de los canes ha sido utilizada para desprestigiar la imagen política que tiene el líder. Un ejemplo de ello es cuando Sergio Massa, quien fue su contrincante en la segunda vuelta, comenzó a reprochar que tratara a sus mascotas como hijos durante sus discursos.
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