¿Por qué los perros lamen mucho a sus dueños y cuándo es señal de alerta?

El lamido es una estrategia que tienen los perros para expresarse y es una parte natural de su naturaleza canina.

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A veces, algunos dueños de mascotas pueden llegar a preguntarse si sus compañeros animales los aman de verdad o si simplemente muestran afecto buscando comida y protección. Sin embargo, los perros tienen maneras claras de mostrar un vínculo genuino con sus propietarios, y una de estas señales es a través de los lamidos.

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Según informa Camilo Arévalo, especialista en comportamiento canino y asesor en gestión de conducta de perros, uno de los motivos primordiales detrás de las lamidas de los perros es la expresión de afecto. Arévalo destaca que los perros utilizan este gesto para mostrar su agrado y cariño hacia sus propietarios, ya que al carecer de un lenguaje verbal, recurren a señales corporales para comunicar sus sentimientos.

En situaciones menos comunes, los perros podrían expresar su malestar o descontento lamiendo a sus dueños, aunque son casos particulares y poco frecuentes. Según Arévalo, estos gestos pueden darse cuando los perros están estresados o incómodos con determinadas circunstancias. Además, el experto menciona que los canes podrían lamer las heridas de alguien con el propósito de examinarlas.

El acto de lamer es una conducta natural e instintiva en estos animales. De hecho, este comportamiento también funciona como una estrategia para acicalarse, crear vínculos y expresarse. Según explica el portal The Kennel Club, los canes también pueden lamer a las personas para llamar la atención, calmarse si están estresados, mostrar empatía o simplemente porque les agrada el sabor de la persona. Sin embargo, un lamido excesivo a veces puede indicar que los perros están ansiosos, incómodos o experimentando dolor. El portal recomienda que, si un propietario está preocupado por el comportamiento de su perro, es recomendable hablar con un veterinario o un especialista en comportamiento animal para recibir orientación.

Un estudio realizado con propietarios de canes demostró que los canes pueden lamer para mostrar empatía por sus propietarios. Los investigadores pidieron a las personas que simularan que estaban llorando, y descubrieron que sus canes eran más propensos a lamer y acercarse a ellos que cuando sus propietarios estaban hablando. Como explica el portal The Kennel Club, es posible que estos canes estuvieran simplemente mostrando un comportamiento aprendido, pero muchos argumentan que los perros pueden, al menos en cierta medida, compartir y entender nuestras emociones.

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¿Cuándo el lamido se convierte en un problema?

Algunos canes suelen lamer demasiado a sus dueños, mientras que otros pueden hacerlo con menor frecuencia. Pero, si de repente su perro comienza a lamerlo en exceso, esto podría ser una señal de que algo negativo podría estar ocurriendo en él. Según explica The Kennel Club, los canes pueden lamer con mayor frecuencia si experimentan ansiedad o si tienen problemas de salud, como alergias, lesiones o artritis. Por ello, siempre es recomendable comunicarse con un veterinario o especialista en comportamiento canino si los propietarios están preocupados por su mascota.

Los canes pueden utilizar el acto de lamer como un comportamiento que les permite sentirse más calmados y relajados. El portal mencionado anteriormente explica que en situaciones en donde experimentan preocupación o estrés, especialmente los canes que padecen de ansiedad por separación, pueden comenzar a lamerse a sí mismos o incluso lamer a sus dueños como una forma de reducir su nivel de ansiedad.

Si bien es poco común, otros canes pueden desarrollar un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el cual puede estar relacionado con el estrés o la ansiedad a largo plazo, y puede manifestarse en un lamido constante en sí mismos, en otros objetos e incluso en personas. El lamido puede ser tan excesivo que puede provocar lesiones en sus lenguas.

Este tipo de conductas pueden detenerse invitando a su perro a realizar otras actividades, como salir a pasear, jugar en el jardín, o hacer algún entrenamiento. Además, los especialistas deben revisar las conductas del animal, para evitar que se escalen en el futuro.

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