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Premios Óscar: el legado de los animales actores en la historia del cine

Los animales han logrado cautivar audiencias y generaciones amantes de las películas, no obstante, ninguno de ellos ha sido reconocido con un Óscar por su papel actoral. ¿Cuáles son estas estrellas peludas que son parte fundamental de la gran pantalla?

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La Red Zoocial
09 de marzo de 2024 - 02:00 p. m.
Messi, el can de la película "Anatomía de una caída" y el resto del reparto compiten en cinco categorías de los Premios Óscar, destacando entre ellas la codiciada distinción de Mejor Película.
Messi, el can de la película "Anatomía de una caída" y el resto del reparto compiten en cinco categorías de los Premios Óscar, destacando entre ellas la codiciada distinción de Mejor Película.
Foto: Instagram: lauramartin_contini
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Perros, gatos y otras especies paulatinamente se han convertido en una parte esencial de la cultura cinematográfica. Varias cintas que se encuentran presentes en el imaginario colectivo cuentan con un personaje animal, que formó parte de la infancia de múltiples personas, por lo que satisface la nostalgia colectiva. Por ejemplo, películas profundamente recordadas por el público, como Beethoven y Liberen a Willy, se basan en la historia de un animal que cumple un rol protagónico, o que brinda un camino argumental a la historia narrativa.

Un ejemplo reciente es el de Anatomía de una Caída, una de las películas más destacadas para los Premios Óscar de 2024 y una de las preferidas para alzarse con varias estatuillas. El detalle que más ha llamado la atención del público es la participación de Messi, un border collie de aproximadamente siete años que forma parte integral del elenco de la cinta.

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El can y el resto del reparto compiten en cinco categorías, destacando entre ellas la codiciada distinción de Mejor Película.

Una de las películas más icónicas de todos los tiempos, El Mago de Oz, contó con la aparición de una de las perritas más recordadas en la gran pantalla: su nombre era Toto, y era una cairn terrier que acompañó a Dorothy en su viaje. Esta canina, cuyo nombre real fue Terry, nació en 1933 y comenzó su papel en El Mago de Oz en 1936. Para desarrollar la película, pasó dos semanas en casa de Judy Garland (Dorothy), para así acostumbrarse a estar con ella. No obstante, durante el rodaje sufrió una fractura en su pata, por lo que tuvo que mantenerse en reposo algunos días. Toto apareció en 16 películas, pero su papel en El Mago de Oz es el más recordado, debido a que era la mejor amiga de Dorothy y la acompañó en su travesía.

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Harry Potter y El misterio del Príncipe, otro gran clásico del cine, cuenta con la participación de uno de los canes de Hagrid, llamado Fang, el cual recibió el reconocimiento de la Asociación Americana de Humanidades por Mejor Actuación. Este perro, cuyo nombre original es Uno, fue adoptado por sus entrenadores antes de convertirse en actriz canina: según sus propietarios, el animal pudo haber sido maltratado por sus cuidadores anteriores, pero el afecto del elenco le dio confianza para realizar bien su papel.

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Sin embargo, esta no es la primera vez que los animales son reconocidos por su papel en cintas durante el prestigioso Premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. De hecho, el “Palm Dog” es un evento anual en Cannes que rinde homenaje a las mejores actuaciones caninas de la industria, y que fue celebrado por primera vez en 2001. Este reconocimiento se otorga a la mejor actuación de un canino, ya sea vivo o animado, o un grupo de perros que aparezcan en una película proyectada durante el Festival de Cannes.

Según informa el diario Spoiler Time, este galardón fue creado por el periodista británico Toby Rose y fue inspirado por su mascota Mutt, un perro que nació en la región francesa de Champagne. “Mi perro ya se fue al cielo, pero perdura a través de los premios más destacados y más prominentes para los perros en la pantalla grande”, le comentó el periodista a los Golden Globes.

Uno de los animales más recordados y premiados por este galardón fue Uggie, un jack russell terrier que participó en cintas como El Artista y Agua Para Elefantes. Esta primera película, que fue premiada con cinco Óscar, lo llevó a obtener la distinción del “Palm Dog” en el Festival de Cannes de 2011.

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El renombrado terrier no solo brilló en la película, sino que también destacó en diversas producciones cinematográficas y televisivas, así como en anuncios publicitarios. Por ejemplo, un espacio de Nintendo, en donde se convirtió en la imagen principal de un juego dedicado a los canes. De hecho, la ceremonia de su premiación recogió bastante renombre, por lo que fue cubierta por numerosas agencias de noticias, como la BBC, Reuters TV, Vanity Fair, The Guardian, The New York Times y The Times.

El cine como narrador de las historias de maltrato animal

Varios de los animales más representativos y recordados en el cine no son perros: Babe es una película que destaca el papel de un cerdito que quiere ser un perro pastor. La historia también resalta temáticas de aislamiento social y maltrato que experimentan múltiples animales en todo el mundo. Este animal queda huérfano después de que su madre fuera llevada al matadero, y la fragilidad de su vida es recordada de forma constante cuando la esposa del granjero Hoggett mide al creciente lechón para la cena de Navidad.

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Posteriormente, el animal despierta el interés del granjero Hoggett como un potencial “cerdo-pastor” cuando guía a las gallinas en el patio según su color, pidiéndoles amablemente que lo hagan. La película obtuvo un total de siete nominaciones a los Premios Óscar y una victoria después de su lanzamiento en 1995. Para desarrollar la historia, se tuvieron que utilizar 48 cerdos Yorkshire, porque crecían demasiado rápido para cumplir con el cronograma de producción.

Otro ejemplo se desarrolló en la coproducción ítalo-polaca EO, que narra la vida de un burro gris de espíritu libre, que invita a la audiencia a experimentar el mundo desde sus pezuñas y a contemplarlo a través de sus ojos. EO solía desempeñase como artista de circo, dando inicio a un viaje que lo llevará a cruzarse con personas bondadosas y, también, poco altruistas. Entre ellas, se encuentra la renombrada actriz francesa Isabelle Huppert. A lo largo de sus vivencias, el burro experimenta tanto la alegría como la tristeza, mientras la rueda de la fortuna transforma su buena suerte en desastre y su desventura en felicidad. Sin embargo, en ningún momento pierde su inocencia, destacando su carácter resiliente frente a las adversidades.

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Si bien el burro no tiene diálogos a lo largo del guion, expresa sus sentimientos y emociones demostrando lo que significan para él los seres humanos, después de ser separado del amor de su cuidadora en el circo, por parte de protectores de animales que exigen que este animal no sea utilizado en espectáculos.

Otra ilustración se vio representada en Liberen a Willy, la historia de una orca que había sido aprisionada y que quería volver a su hábitat natural, lo que puso en el diálogo público el constante malestar que pueden vivir estos animales cuando están en cautiverio. Keiko, como realmente se llamaba la orca, fue capturada cerca de Islandia cuando era una cría de dos años, que dependía de su madre para sobrevivir. Por ello, la trasladaron a un acuario en Islandia y, posteriormente, en 1982, la vendieron al parque Marineland en Ontario, Canadá, con el propósito de realizar espectáculos públicos.

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Luego, en 1985, Keiko fue vendida al parque Reino Aventura en la Ciudad de México por 350.000 dólares. Después del éxito de la película, comenzaron a salir a la luz las precarias condiciones en las que vivía: un tanque de apenas más de 6 metros de profundidad, siendo ella de 7 metros de longitud. El animal presentaba lesiones en las aletas, problemas de salud y un marcado desgaste en sus dientes.

En 1994, comenzó la Fundación para liberar a Keiko-Willy. Después de la presión mediática, finalmente Reino Aventura donó a la ballena a la organización. En 2002, tras 23 años de cautiverio, la liberaron. Sin haber aprendido a socializar con otras orcas, continuaba buscando la interacción con los humanos. Lamentablemente, un año después, falleció a causa de una neumonía.

La constante representación y el rostro que brindan los animales a las cintas de hoy en día han cambiado el diálogo público y han puesto en discusión el papel de estas especies, además del cuidado que requieren para tener un estilo de vida óptimo. A pesar de la ausencia de un reconocimiento directo en los Premios Óscar, el cine ha encontrado en las cuatro patas, aletas o colas de cerdo un lenguaje universal que trasciende las barreras, forjando el camino para la construcción de sueños, la narración de nuevas historias y la creación de personajes que resuenan en el corazón del público.

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