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Esas fotos, en la que niños muestran bolsos diseñados como ositos de peluche, pero ataviados con correas que recuerdan el sadomasoquismo, provocó una oleada de críticas y la cancelación de la campaña.
“He visto muchos dramas en mi vida, pero esto fue particularmente difícil, un error del que hay que aprender”, aceptó este diseñador, de origen georgiano, que huyó de la guerra en su país cuando era niño.
El creador, cuyo nombre completo es Demna Gvasalia, reconoce en esta primera entrevista desde el escándalo, con la revista Vogue, que su trabajo siempre “ha sido visto como provocativo”.
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“Esta situación específica no forma parte de mi naturaleza provocativa”, añadió, en alusión a este episodio.
Demna aseguró que los ropajes de los ositos eran una referencia al punk, y no al sadomasoquismo.
Sin embargo, el creador no explica otro elemento perturbador en algunas fotos: en segundo plano se puede ver una sentencia de la Corte Suprema estadounidense sobre pornografía infantil.
“Todo lo que puedo decir, definitivamente, es que no fue mi intención ni la de Balenciaga. Si fue intencional de alguna otra persona, no lo sé”, explicó.
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Su próximo desfile, previsto el 5 de marzo, durante la Semana de la Moda femenina parisina, será diferente, deja entrever Demna en esta entrevista.
“Quiero cuestionar absolutamente todo de ahora en adelante. Esto cambia realmente mi manera de trabajar, que antes era más instintiva”, concede.
En el desfile de la temporada pasada, durante el otoño parisino, Balenciaga invitó al polémico rapero estadounidense Kanye West, que desfiló en una pasarela llena de barro.
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