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Alerta del Consejo Danés para Refugiados: crisis de desplazados en América Latina

Una de cada cuatro familias desplazadas en América Latina teme por su vida si regresa a su país de origen. El Consejo Danés para Refugiados alerta sobre abusos, rutas peligrosas y discriminación en países de tránsito y destino. La violencia en regiones como el Catatumbo en Colombia ya ha provocado más de 56.000 desplazamientos solo en 2025.

24 de abril de 2025 - 11:22 p. m.
De acuerdo con el Consejo Danés para Refugiados, más del 60 % de la población migrante con discapacidad en Colombia son mujeres.
De acuerdo con el Consejo Danés para Refugiados, más del 60 % de la población migrante con discapacidad en Colombia son mujeres.
Foto: AFP - Agencia AFP
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En el último comunicado de prensa del Consejo Danés para Refugiados (DRC), el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) y sus socios regionales han emitido un análisis de alarma sobre América Latina: personas desplazadas enfrentan riesgos significativos y violencia.

A través de la iniciativa conjunta de estos consejos nórdicos que trabajan en proyectos en América Latina, investigaron que una de cada cuatro familias encuestadas aseguró que su vida estaría en peligro si regresara a su lugar de origen. Esta cifra, que representa a más de 11.000 personas en nueve países de la región, evidencia el carácter urgente de la situación, dice el comunicado.

“Es alarmante que tantas personas en toda América Latina enfrentarían riesgos que amenazan su vida si se vieran obligadas a regresar a su lugar de origen”, advirtió Stine Paus, directora regional del NRC para América Latina. “Las personas desplazadas deben recibir un mejor apoyo de la comunidad internacional. No pueden ser olvidadas en estos tiempos de recortes en los presupuestos de ayuda humanitaria”, es la conclusión encontrada en el informe.

Rutas peligrosas, abusos y extorsión

Sin canales formales de ingreso a países seguros, migrantes y refugiados recurren a rutas irregulares, frecuentemente dominadas por redes de trata y crimen organizado. El informe alerta que el 45 % de las familias en tránsito sufrió abusos, destacando la extorsión como la forma más común de violencia en países como México (66 %), Guatemala (62 %) y Perú (53 %).

En México, cuatro de cada diez familias dijeron haber sido secuestradas para extorsión, mientras que una cuarta parte reportó robos o destrucción de sus pertenencias.

Discriminación y xenofobia en los destinos

El desafío no termina al llegar a destino. El 38 % de las familias desplazadas dijo haber experimentado discriminación o xenofobia. En Perú, la cifra asciende al 65 %, siendo las comunidades anfitrionas los principales perpetradores.

Esta hostilidad obliga a algunas familias a huir nuevamente, migrando de país en país en busca de un entorno seguro. En muchos casos, las mujeres y niñas enfrentan mayores niveles de violencia, incluidas agresiones sexuales.

“Las mujeres y niñas enfrentan la peor parte del abuso, y es crucial que abordemos sus necesidades específicas”, señaló Yann Cornic, director de operaciones regionales para DRC en América Latina. “Debemos mejorar el acceso a la información y nuestra capacidad de responder a la violencia de género”.

Colombia: el caso urgente del Catatumbo

El desplazamiento interno también preocupa. Solo en los primeros meses de 2025, más de 56.000 personas han sido forzadas a abandonar sus hogares por la violencia en la región del Catatumbo, al noreste de Colombia. A pesar de la magnitud, los marcos legales para proteger a estas personas siguen siendo insuficientes.

El informe también apunta a déficits estructurales en países como Guatemala, México y Ecuador, donde las personas desplazadas internamente carecen de protección adecuada.

“Los gobiernos deben garantizar acceso seguro al asilo y respetar los derechos de quienes huyen de la violencia”, insistió Paus. “La comunidad internacional también tiene un rol clave que cumplir”.

Un llamado urgente a la acción

Desde ProLAC, la iniciativa en conjunto de DRC y NRC que monitorea los riesgos de protección en América Latina con apoyo de la Unión Europea, se hace un llamado conjunto a gobiernos, agencias de la ONU y sociedad civil para detener la normalización del abandono de las personas desplazadas.

En 2023, las Américas registraron 23 millones de personas desplazadas por la fuerza, una cifra que sigue en aumento, impulsada por conflictos armados, crimen organizado, desastres naturales y falta de oportunidades.

“Es hora de que nos unamos y hagamos una diferencia. No podemos cerrar los ojos ante el sufrimiento de las personas desplazadas en América Latina”, concluyó Stine Paus en el comunicado.

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