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Desacuerdo en la Cámara de EE. UU., sin precedentes en 164 años

La presidencia de la Cámara Baja de Estados Unidos continúa vacante después de 11 intentos fallidos para elegir el tercer cargo más importante de la nación.

06 de enero de 2023 - 02:47 a. m.
La representante demócrata Barbara Lee escruta los votos para elegir al presidente de la Cámara de Representantes.
La representante demócrata Barbara Lee escruta los votos para elegir al presidente de la Cámara de Representantes.
Foto: EFE - SHAWN THEW

El undécimo intento no fue el vencido. Los legisladores norteamericanos levantaron la sesión por tercer día consecutivo para escoger al presidente de la Cámara de Representantes. La vacante para el tercer cargo más importante en Estados Unidos aún sigue huérfana y las divisiones dentro del Partido Republicano no se resuelven.

El Congreso, que hoy intentó otras tres veces elegir a la persona encargada de liderar la Cámara Baja, resolvió suspender la sesión en la noche de este jueves. El viernes 6 de enero, día que se conmemoran dos años del asalto al Capitolio, se reanudarán las votaciones. Sin embargo, no hay indicios de consenso que alteren los resultados de los apoyos legislativos. Esto quiere decir que, sin presidente, no se podrán tramitar leyes y los nuevos representantes, electos en noviembre, tampoco podrán posesionarse.

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Favorito para suceder a la demócrata Nancy Pelosi, es el republicano Kevin McCarthy, que intentó tender la mano y hacer concesiones a la veintena de representantes afines al exmandatario Donald Trump que no lo han apoyado en los escrutinios. Sus esfuerzos fueron en vano, pues no reunió el apoyo necesario tras 11 votaciones.

Según el reglamento, las votaciones tienen que seguir de forma consecutiva hasta que algún candidato logre los 218 que se necesitan para ser nombrado presidente, u “orador”, de la Cámara Baja. Sin embargo, McCarthy sigue por la tendencia de los 200 votos.

¿Cuáles son los votos que le faltan a McCarthy?

Este grupo se caracteriza por reunir a congresistas que son apoyados por el expresidente Donald Trump, que se niegan a reconocer los resultados de las elecciones de 2020 y que pertenecen al Freedom Caucus, un grupo ultraconservador.

“El presidente Trump ganó esa elección”, dijo Anna Paulina Luna, de Florida, una de las cinco recién llegadas que se opuso a la candidatura de McCarthy para la presidencia.

No están solos: al menos 180 republicanos de la actual Cámara de Representantes también han cuestionado las elecciones de 2020, pero este grupo es el más insistente en tomar medidas contra los demócratas e, incluso, iniciar un juicio político contra el presidente Joe Biden para sacarlo del cargo.

“Tengo la esperanza de que los republicanos terminen con las discusiones, las rencillas y las puñaladas por la espalda, para que podamos trabajar al servicio del pueblo estadounidense”, declaró el líder demócrata Hakeem Jeffries antes de que se levantara la sesión.

McCarthy, representante de California, no tiene competencia. Sólo el nombre del líder del grupo de trumpistas, Steve Scalise, circula como posible alternativa, pero sus posibilidades no parecen serias.

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Los representantes electos seguirán votando hasta que se elija al presidente de la Cámara. Se pensaba que era cuestión de horas, pero podría demorar semanas. En 1856 llevo dos meses elegir al “speaker” y se realizaron 133 votaciones.

¿Por qué es problemático el estancamiento?

Esta situación, que no se presentaba desde hace un siglo, paraliza por completo la institución. Sin presidente de la Cámara, los congresistas no pueden hacer el juramento y, por lo tanto, tampoco pueden aprobar ningún proyecto de ley.

El cronograma del Congreso estipula que seguirán las votaciones hasta que salga un presidente, algo que puede tardar horas, o semanas, como ocurrió en 1856, cuando se necesitaron dos meses y 133 vueltas.

La situación también tiene otros efectos: los republicanos tampoco pueden abrir las numerosas investigaciones que prometieron contra el presidente Biden. Además, sin una agenda unificada o un liderazgo claro, los republicanos enfrentan la posibilidad de que el fervor antisistema, que ha impulsado al partido en los últimos años, ahora pueda devorarlo.

“Los miembros que comenzaron esto tienen poco interés en legislar, pero están más interesados en quemar la estructura de liderazgo republicano existente”, agregó Karl Rove, estratega republicano de la era previa a Trump.

La situación es “vergonzosa”, afirmó Biden, quien advierte que “el resto del mundo” observa la situación de cerca. Entre risas sarcásticas y aplausos, los demócratas parecen divertirse durante las votaciones en el hemiciclo.

Una cámara hostil, pero dividida, podría ser una bendición para Biden, si confirma su intención de postularse nuevamente a la presidencia en 2024, una decisión que se espera que anuncie a principios de este año.

Pero los demócratas también saben que es urgente que el Congreso entre en funciones, pues el país requiere que el Legislativo debata y apruebe con urgencia medidas tan importantes como la que llegaría a que el gobierno logre elevar el techo de la deuda para evitar un incumplimiento potencialmente catastrófico de la deuda nacional.

“No hay duda de que los problemas que nos dividen hoy son mucho menos graves que los que teníamos en 1856″, dijo el representante John James, pidiendo a sus colegas que apoyen sin demora a Kevin McCarthy.

Así las cosas, mañana a las cinco de la tarde se espera una nueva jornada de votaciones para destrabar la situación que tiene al Congreso de los Estados Unidos con los brazos cruzados.

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