EE. UU. y México tienen un nuevo plan migratorio para venezolanos, ¿cómo funciona?
Bajo el nuevo esquema, miles de venezolanos podrán llegar a Estados Unidos. Muchos más serán enviados a México de regreso.
Los gobiernos de Estados Unidos y México decidieron adoptar un nuevo plan migratorio, ante el creciente número de personas de nacionalidad venezolana que intenta cruzar de manera ilegal sus fronteras.
Según autoridades estadounidenses, más de 150.000 migrantes venezolanos han llegado a la frontera sur en lo que va del año, luego de atravesar una peligrosa ruta por la que decenas han perdido la vida. Durante 2021, esta cifra fue de 48.000, por lo que el aumento es preocupante.
¿Cuál es el nuevo plan migratorio de EE. UU. para venezolanos?
Este nuevo esquema le ofrece acceso humanitario a 24.000 venezolanos bajo un programa similar al de “Unidos por Ucrania”, el cual se lanzó a principios de este año para que cientos de ucranianos pudieran llegar a Estados Unidos.
Las personas interesadas en uno de los cupos deben aplicar a un programa en el que deben contar con una persona y organización dispuesta a patrocinarlos financieramente. El patrocinador debe autorizar al solicitante para que trabaje.
Una vez la solicitud sea aprobada, el solicitante podrá volar por avión a Estados Unidos. Con esto, el gobierno espera reducir los peligrosos viajes por tierra y mostrar que hay una opción para migrar con garantías y de manera regular.
“Estas acciones dejan en claro que existe una forma legal y ordenada para que los venezolanos ingresen a los Estados Unidos, y la entrada legal es la única forma”, dijo el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, en un comunicado.
- Las solicitudes, destaca el gobierno estadounidense, deben hacerse desde el país de origen, no desde la frontera.
- Los venezolanos que ingresen de manera ilegal a México o Panamá a partir del 12 de octubre no serán elegibles para el programa.
¿Qué pasa con quienes sean rechazados?
Los venezolanos y venezolanas que no sean acogidos por una persona u organización, es decir, que no cuenten con una aprobación, y que aun así decidan emprender el viaje hacia Estados Unidos por tierra, podrán ser detenidos por las autoridades migratorias de México o Estados Unidos y deportados.
Las deportaciones, sin embargo, se darían en un contexto difícil. Estados Unidos no mantiene las mejores relaciones con Venezuela, por lo que las expulsiones plantean un problema diplomático de entrada. Es por eso que los migrantes rechazados serían expulsados a México, país que ha aceptado a regañadientes las políticas estadounidenses sobre movilización humana.
Esta medida también muestra que la política del gobierno, si bien ha sido un poco más receptiva, no dista del discurso de Donald Trump, quien implementó una política conocida como el Título 42, que se diseñó supuestamente para proteger la salud pública, y bajo la que se expulsaron a miles de migrantes y se separaron cientos de familias desde 2020. La aprobación de este nuevo pacto migratorio con México parece resaltar una cosa: el Título 42 llegó para quedarse, pues el gobierno depende en gran medida de este para ciertas deportaciones.
“No se nos han presentado los contornos del Programa de Parole Humanitario para venezolanos, pero estamos extremadamente preocupados por la aparente aceptación, codificación y expansión del uso del Título 42, una orden de salud irrelevante, como piedra angular de la política fronteriza, que elimina el derecho legal al asilo” le dijo Thomas Cartwright, un defensor de inmigrantes del grupo Witness at the Border, a The Washington Post.
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Por otro lado, personalidades como el periodista han José Díaz Briseño han arremetido contra el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por aceptar este plan. “No es una sorpresa”, dijo Briseño. López Obrador ha mostrado cuál es su posición frente a los migrantes al encomendarle la supervisión de este tema a los militares.
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Un programa migratorio de cara a las elecciones
“Las acciones que Estados Unidos y México están anunciando hoy tienen como objetivo abordar la migración irregular más aguda y ayudar a aliviar la presión sobre las ciudades y estados que reciben a estas personas”, dijo el Departamento de Seguridad Nacional.
No está claro cómo se eligió la cifra de 24.000 cupos para el programa, un número muy bajo considerando la afluencia de personas, y por qué solo Venezuela terminó figurando en el programa, ya que una versión preliminar incluía a migrantes de Nicaragua y Cuba.
“Estaremos atentos al programa para asegurarnos de que los números sean suficientes”, dijo un funcionario mexicano, según The Washington Post.
Por otro lado, el Departamento de Seguridad Nacional anunció, además del nuevo un programa, un aumento en la asignación de visas de trabajo, agregando 65,000 visas H2-B para trabajadores temporales no agrícolas. De esas, 20,000 visas se reservarán para personas de América Central y Haití.
Con este programa, las autoridades esperan disuadir a los migrantes de cruzar la frontera sin autorización. Sin embargo, las medidas de este tipo no han resuelto el problema en la práctica.
En Estados Unidos, el reto será coordinar a los gobernantes locales para abrirse a la llegada de migrantes a sus ciudades. En estados como Texas, la apertura ha sido difícil y el gobernador, Gregg Abott, ha terminado por enviar en buses a cientos de migrantes con dirección a estados liberales.
La medida fue anunciada a pocas semanas de las elecciones de medio término y coincidiendo con un récord de detenciones en la frontera sur, un hecho que los republicanos han considerado como un fracaso del gobierno de Joe Biden para asegurar la frontera. La migración, de nuevo, será un tema clave en los próximos comicios.
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Los gobiernos de Estados Unidos y México decidieron adoptar un nuevo plan migratorio, ante el creciente número de personas de nacionalidad venezolana que intenta cruzar de manera ilegal sus fronteras.
Según autoridades estadounidenses, más de 150.000 migrantes venezolanos han llegado a la frontera sur en lo que va del año, luego de atravesar una peligrosa ruta por la que decenas han perdido la vida. Durante 2021, esta cifra fue de 48.000, por lo que el aumento es preocupante.
¿Cuál es el nuevo plan migratorio de EE. UU. para venezolanos?
Este nuevo esquema le ofrece acceso humanitario a 24.000 venezolanos bajo un programa similar al de “Unidos por Ucrania”, el cual se lanzó a principios de este año para que cientos de ucranianos pudieran llegar a Estados Unidos.
Las personas interesadas en uno de los cupos deben aplicar a un programa en el que deben contar con una persona y organización dispuesta a patrocinarlos financieramente. El patrocinador debe autorizar al solicitante para que trabaje.
Una vez la solicitud sea aprobada, el solicitante podrá volar por avión a Estados Unidos. Con esto, el gobierno espera reducir los peligrosos viajes por tierra y mostrar que hay una opción para migrar con garantías y de manera regular.
“Estas acciones dejan en claro que existe una forma legal y ordenada para que los venezolanos ingresen a los Estados Unidos, y la entrada legal es la única forma”, dijo el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, en un comunicado.
- Las solicitudes, destaca el gobierno estadounidense, deben hacerse desde el país de origen, no desde la frontera.
- Los venezolanos que ingresen de manera ilegal a México o Panamá a partir del 12 de octubre no serán elegibles para el programa.
¿Qué pasa con quienes sean rechazados?
Los venezolanos y venezolanas que no sean acogidos por una persona u organización, es decir, que no cuenten con una aprobación, y que aun así decidan emprender el viaje hacia Estados Unidos por tierra, podrán ser detenidos por las autoridades migratorias de México o Estados Unidos y deportados.
Las deportaciones, sin embargo, se darían en un contexto difícil. Estados Unidos no mantiene las mejores relaciones con Venezuela, por lo que las expulsiones plantean un problema diplomático de entrada. Es por eso que los migrantes rechazados serían expulsados a México, país que ha aceptado a regañadientes las políticas estadounidenses sobre movilización humana.
Esta medida también muestra que la política del gobierno, si bien ha sido un poco más receptiva, no dista del discurso de Donald Trump, quien implementó una política conocida como el Título 42, que se diseñó supuestamente para proteger la salud pública, y bajo la que se expulsaron a miles de migrantes y se separaron cientos de familias desde 2020. La aprobación de este nuevo pacto migratorio con México parece resaltar una cosa: el Título 42 llegó para quedarse, pues el gobierno depende en gran medida de este para ciertas deportaciones.
“No se nos han presentado los contornos del Programa de Parole Humanitario para venezolanos, pero estamos extremadamente preocupados por la aparente aceptación, codificación y expansión del uso del Título 42, una orden de salud irrelevante, como piedra angular de la política fronteriza, que elimina el derecho legal al asilo” le dijo Thomas Cartwright, un defensor de inmigrantes del grupo Witness at the Border, a The Washington Post.
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Por otro lado, personalidades como el periodista han José Díaz Briseño han arremetido contra el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por aceptar este plan. “No es una sorpresa”, dijo Briseño. López Obrador ha mostrado cuál es su posición frente a los migrantes al encomendarle la supervisión de este tema a los militares.
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Un programa migratorio de cara a las elecciones
“Las acciones que Estados Unidos y México están anunciando hoy tienen como objetivo abordar la migración irregular más aguda y ayudar a aliviar la presión sobre las ciudades y estados que reciben a estas personas”, dijo el Departamento de Seguridad Nacional.
No está claro cómo se eligió la cifra de 24.000 cupos para el programa, un número muy bajo considerando la afluencia de personas, y por qué solo Venezuela terminó figurando en el programa, ya que una versión preliminar incluía a migrantes de Nicaragua y Cuba.
“Estaremos atentos al programa para asegurarnos de que los números sean suficientes”, dijo un funcionario mexicano, según The Washington Post.
Por otro lado, el Departamento de Seguridad Nacional anunció, además del nuevo un programa, un aumento en la asignación de visas de trabajo, agregando 65,000 visas H2-B para trabajadores temporales no agrícolas. De esas, 20,000 visas se reservarán para personas de América Central y Haití.
Con este programa, las autoridades esperan disuadir a los migrantes de cruzar la frontera sin autorización. Sin embargo, las medidas de este tipo no han resuelto el problema en la práctica.
En Estados Unidos, el reto será coordinar a los gobernantes locales para abrirse a la llegada de migrantes a sus ciudades. En estados como Texas, la apertura ha sido difícil y el gobernador, Gregg Abott, ha terminado por enviar en buses a cientos de migrantes con dirección a estados liberales.
La medida fue anunciada a pocas semanas de las elecciones de medio término y coincidiendo con un récord de detenciones en la frontera sur, un hecho que los republicanos han considerado como un fracaso del gobierno de Joe Biden para asegurar la frontera. La migración, de nuevo, será un tema clave en los próximos comicios.
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