La Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca publicó las prioridades que tiene la administración de Donald Trump para reducir el efecto que tienen las drogas en la sociedad estadounidense. El Gobierno estableció una hoja de ruta con seis puntos claves para el próximo año.
Los elementos centrales de este nuevo enfoque antidrogas son: reducir el número de muertes por sobredosis (con especial atención al fentanilo), frenar la cadena de suministro global contra el narcotráfico, detener el flujo de drogas a través de las fronteras y hacia las comunidades, prevenir el consumo de drogas antes de que comience, proporcionar un tratamiento que conduzca a una recuperación a largo plazo, e innovar en investigación y datos para apoyar las estrategias de control de drogas.
“Para atender la urgente necesidad actual, la administración de Trump está lanzando una iniciativa gubernamental sin precedentes, para así impedir que estas drogas entren en nuestras comunidades y exigir responsabilidades a los narcotraficantes”, declaró Jon Rice, alto funcionario de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas: “Las prioridades de este marco describen los primeros pasos para expulsar a los carteles de nuestro país, liberar a los estadounidenses de las garras mortales de la adicción, y guiar a Estados Unidos hacia un futuro saludable y seguro”.
Esta hoja de ruta despierta alerta para Colombia, sobre todo en lo que tiene que ver con una posible descertificación, pues en el documento se establece que “cuando un país origen [de drogas] falle en tomar medidas, la administración ejercerá sus poderes económicos para exigir cambios”. Este es un temor que se viene sintiendo desde diferentes sectores nacionales, sobre todo después del altercado que se dio hace unos meses entre Trump y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, por desacuerdos alrededor de los vuelos de deportación de migrantes, un punto central en la política exterior estadounidense.
De hecho, hace pocos días, la canciller Laura Sarabia reconoció que el país se está preparando para la descertificación: “Nos preparamos para un escenario de certificación, que es a lo que le estamos apostando en cada una de las acciones que hacemos, pero también estamos preparándonos para un escenario de descertificación, sobre el cual no quiero ahondar porque es un escenario hipotético”.
La jefa de la cartera de Exteriores colombiana agregó que se está construyendo un plan estructurado para la disminución de cultivos ilícitos a través de la erradicación y la creación de alternativas lícitas para los campesinos: “No hemos ganado la batalla. Esperamos que los resultados se evidencien y se muestren en una certificación por parte de los Estados Unidos”.
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