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Según cifras no oficiales, el paso del huracán Ian dejó cien personas muertas, luego de devastar Florida y de tocar tierra por segunda vez en Carolina del Sur. Sin embargo, los funcionarios esperan que aumente el número de fallecidos. Por ejemplo, Carmine Marceno, alguacil del condado de Lee, expresó preocupación porque los rescatistas, casi una semana después del paso del huracán, descubrieron algunos cuerpos en casas destruidas.
“Nos preocupa el agotamiento”, dijo el oficial en una conferencia de prensa matutina, agradeciendo a la guardia nacional y al personal federal, así como a los rescatistas voluntarios, la ayuda recibida en la atención a la emergencia. “Recibimos un golpe tan catastrófico, pero todos quieren ayudar”, dijo Marceno. “Es muy conmovedor durante estos trágicos eventos porque, en minutos y horas, muchas personas perdieron la vida”.
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Entretanto, se sabe que más de 1.900 personas han sido rescatadas en todo el estado de Florida, donde se prevé la visita de Joe Biden y Jill Biden a las zonas más afectadas. La llegada de la pareja presidencial se espera mañana miércoles, 5 de octubre, y se espera que ellos vean de primera mano los daños causados por una de las tormentas más fuertes que ha afectado a Estados Unidos en los últimos años.
El mandatario firmó declaraciones de desastre mayor para más de una docena de condados de Florida la semana pasada, y prometió en un discurso desde la Casa Blanca que su administración estaría con los afectados “en cada paso del camino”. “Tomará meses, años reconstruirlo”, dijo. “Nuestros corazones están con todas aquellas personas cuyas vidas han sido absolutamente devastadas por esta tormenta. El corazón de Estados Unidos, literalmente, se está rompiendo, con solo verlo en la televisión”.
Mientras que 430.000 hogares y empresas seguían sin electricidad en Florida en la mañana del martes, sobre todo en el suroeste del estado, los oficiales de la Guardia Nacional del estado dijeron que continúan los esfuerzos para encontrar sobrevivientes, por lo que se desplegaron más de 5.000 soldados en las áreas devastadas. “[Estamos] saliendo a la comunidad para asegurarnos de que entiendan que las personas se preocupan, y estamos allí para ayudarlos, ya sea en la recuperación o el rescate, o incluso simplemente brindando seguridad para que se sientan seguros de que sus hogares y pertenencias no van a ser saqueados”, dijo a CNN el mayor general James Eifert.
Según se lee en The Guardian, algunas estimaciones iniciales calculan las pérdidas de Ian en Florida en alrededor de US$50 mil millones, mientras que algunos analistas de la industria de seguros dicen que la cifra final podría ser mucho mayor, colocándola entre las tormentas más costosas en la historia del país. Por ello, el director financiero del estado, Jimmy Patronis, advirtió a los residentes que no vayan a caer en las estafas de ajustadores de seguros falsos que prometen pagos inflados. Él dijo: “Los depredadores van a venir, van a aparecer como un grupo de langostas y atacarán los vecindarios, y la gente es vulnerable en este momento”.
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