La Casa Blanca, a través del Departamento de Justicia, está dando un paso importante relacionado con la venta de armas en Estados Unidos, considerado por algunos como “histórico”: el comercio en internet y en ferias estaría supeditado a la verificación de antecedentes. El fiscal general, Merrick Garland, en una rueda de prensa en la que se anunció la medida, dijo: “No importará si las armas se venden en línea, en una exposición de armas o en una tienda física: si venden armas principalmente para obtener ganancias, deben tener una licencia y deben realizar verificaciones de antecedentes”. Esto, en sus palabras, salvará vidas en el país, que contabilizó el año pasado más de 40.000 muertes relacionadas con armas de fuego, según Gun Violence Archive.
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El funcionario aseguró que datos federales muestran que cada vez se encuentran más armas de fuego ilegales o del mercado negro en los lugares de tiroteos. Además, el Gobierno estima que el 22 % de las armas de los estadounidenses se adquirieron sin revisar antecedentes y que unas 23.000 personas deberán obtener una licencia como comerciante tras la implementación de la norma. De hecho, Steven Dettelbach, director de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, citado por The Guardian, comentó que “existe un mercado negro grande y creciente de armas vendidas por personas que se dedican a traficar y hacerlo sin licencia. No es seguro para los estadounidenses inocentes y respetuosos de la ley. Es muy peligroso”.
La iniciativa, que debe entrar en vigor en 30 días, aunque podría ser impugnada ante la justicia por grupos proarmas, se presentó horas después de que ocurriera un tiroteo en Filadelfia. No hubo fallecidos, pero sí tres heridos. “Tuvimos suerte de que no haya habido más disparos y de que nadie haya muerto”, declaró a la prensa el jefe de la policía, Kevin Bethel: “Al parecer, dos facciones intercambiaron disparos”. Los hechos ocurrieron durante la celebración del Aíd, la celebración del fin del Ramadán, aunque no hay indicios que apunten a que el evento haya sido considerado un objetivo en el ataque. Cinco personas fueron detenidas y varias armas fueron confiscadas, según la Policía.
Aparte de eso, esta misma semana fueron condenados los primeros padres por un tiroteo masivo en Estados Unidos. Jennifer y James Crumbley fueron sentenciados el martes a al menos 10 años de prisión, luego de que no tomaran las acciones suficientes para evitar que su hijo tuviera un arma y matara a cuatro estudiantes en 2021. “Estas condenas no se refieren a una mala crianza de los hijos”, dijo la jueza del condado de Oakland, Cheryl Matthews, citada por AP. “Estas condenas confirman actos repetidos, o falta de actos, que podrían haber detenido un tren fuera de control que se aproximaba”.
Aunque ellos no sabían que su hijo Ethan tenía una pistola en su mochila, los fiscales argumentaron ante los jurados que sí tuvieron un rol en los hechos violentos. Así las cosas, se les acusó de no haber guardado el arma recién comprada en la casa y de actuar con indiferencia ante el deterioro de la salud mental del menor. “La sangre de nuestros hijos también está en sus manos” o “mientras usted compraba un arma para su hijo y la dejaba abierta, yo la ayudaba a terminar sus ensayos universitarios” fueron algunos de los reparos que se escucharon de otros padres de familia en el recinto judicial.
En lo que va de 2024, alrededor de 5.000 personas han fallecido por violencia armada en Estados Unidos. La vicepresidenta Kamala Harris, nombrada por Biden para dirigir la primera oficina federal de prevención de la violencia armada, aprovechó la divulgación de la reciente iniciativa para decir: “Durante décadas, muchos comerciantes que venden armas en otros lugares distintos a las tiendas de armas tradicionales, como una feria de armas o un mercado de pulgas, o a través de las redes sociales, se han salido con la suya sin realizar verificaciones de antecedentes (...). Si se les hubiera pedido que pasaran una, habrían fallado, por ejemplo, abusadores domésticos, delincuentes violentos e incluso niños”.
La Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras de 2022, aprobada por republicanos y demócratas tras los tiroteos de Búfalo y Uvalde, que solidificó quién y qué se considera un traficante de armas de fuego, está en la base de este nuevo proyecto, que fue visto con buenos ojos por parte de los grupos de defensa del control de armas. Por ejemplo, Mark Barden, cofundador de Sandy Hook Promise, cuyo hijo estuvo entre las víctimas de un tiroteo en un colegio de Newtown, Connecticut, en 2012, citado por The Guardian, comentó: “Si bien la victoria de hoy nunca podrá eliminar el dolor de que nuestro hijo fue arrancado de nuestra familia, representa el poder de nuestras voces colectivas cuando nos unimos para mantener a los niños seguros”.
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