Evo Morales dice haber ganado elecciones presidenciales en medio de denuncias de fraude

El mandatario Evo Morales se proclamó este jueves ganador en primera vuelta de las disputadas presidenciales en Bolivia, tras asegurar haber alcanzado una diferencia de 10 puntos sobre su rival Carlos Mesa, aunque luego abrió la puerta a ir a un balotaje si el cómputo final así lo establece, tal y como recomendó la OEA.

- Redacción Internacional con información de AFP
24 de octubre de 2019 - 06:58 p. m.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó la decisión de la OEA de pedir un balotaje sea cual sea el resultado de las elecciones.  / AFP
El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó la decisión de la OEA de pedir un balotaje sea cual sea el resultado de las elecciones. / AFP

El conteo de los votos en Bolivia sigue siendo el centro del debate político en el país. Mientras el actual mandatario, Evo Morales, afirmó haber llegado a los 10 puntos de diferencia sobre Carlos Mesa, lo que le daría la presidencia sin necesidad de segunda vuelta, el candidato opositor insiste en asegurar que se está intentado hacer un fraude para perpetrar una presunta dictadura. 

"Una buena noticia (...) Ya ganamos en la primera vuelta", dijo Morales en una rueda de prensa, apoyándose en el cómputo oficial que con 98,42% del escrutinio le otorgaba el 46,83% de los votos frente al 36,7% de Mesa.

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La OEA, que ha estado poniéndole la lupa al caso, afirmó que lo mejor en este caso sería ir a una segunda vuelta independientemente de los resultados por la estrecha diferencia. Todavía falta por escrutar poco más del 1% de los votos, según el portal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero la posibilidad de decretar a un vencedor aumenta la posibilidad de vivir un conflicto como  los que han explotado en otros países de Latinoamérica. 

Mientras el escrutinio continúa, la tensión sigue creciendo en el país tras los comicios del domingo: sectores opositores mantienen una huelga parcial desde el miércoles y Mesa ha reclamado una segunda vuelta y denunciado "fraude".  "No quiero creer que la misión de la OEA está con el golpe de estado", señaló, volviendo sobre la denuncia que formuló un día antes cuando equiparó la huelga y las protestas opositoras con un alzamiento en su contra.

"Evo nunca más" 

 

Respecto a las denuncias de irregularidades, Morales -que busca un cuarto mandato- pidió "que se demuestre el fraude". El expresidente Mesa, de 66 años, anunció el miércoles la formación de una alianza con partidos de derecha y líderes de centro para presionar para que la elección se defina en balotaje.

En paralelo, nuevos enfrentamientos estallaron en La Paz el miércoles en la noche entre la policía y cientos de manifestantes que participaban en una vigilia cívica cerca del hotel donde están los miembros del TSE. "¡Nunca más, Evo nunca más!", coreaban a pocos metros del impresionante dispositivo policial desplegado frente a este edificio y otros sitios estratégicos.

En Santa Cruz (oriente), el baluarte de la oposición donde partió el paro nacional, los manifestantes bloquearon en la noche los principales ejes viales de la ciudad, la más habitada de Bolivia. "Este paro va a durar hasta que nos confirmen la segunda vuelta", declaró entonces el líder del influyente Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, frente a una multitud y horas después de que se registraran enfrentamientos entre oficialistas y opositores en un barrio de esa ciudad controlado por partidarios del presidente socialista.

Esta organización conservadora de la sociedad civil aglutina a representantes vecinales, de comercios, transportes y líderes empresariales. Denunciando una "autocracia", sectores bolivianos han rechazado la decisión de Morales de buscar un cuarto mandato, opción a la que los ciudadanos se opusieron en un referéndum en 2016 pero que luego avaló la justicia.

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"Somos la mayoría" 

 

Morales, que cumple 60 años este sábado, llamó desde el miércoles a sus partidarios a la movilización y ese mismo día varios miles de mineros, indígenas y trabajadores se congregaron en La Paz.

"Mesa no es para nosotros. No vamos a dejar, somos la mayoría (...). Ellos dicen 'fraude', pero ellos son racistas, son discriminadores. Antes, a las hermanas de las polleras jamás nos hacían entrar a las oficinas, pero hoy, gracias al hermano Evo, estamos presentes", dijo Justina Loza, de 43 años, con un sombrero y pesada falda tradicional.

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La Iglesia Católica también propuso la víspera una segunda vuelta como "única salida pacífica y concertada" a la escalada de violencia y división que vive el país tras la elección. Y Washington advirtió de "serias consecuencias" si "los votos emitidos por el pueblo" boliviano no son respetados.

Después de las primeras cifras parciales el domingo por la noche, que insinuaban una inédita segunda vuelta, hubo un vuelco en los nuevos resultados que fueron divulgados 20 horas después, dándole prácticamente la reelección a Morales en primera vuelta, lo que provocó sospechas de fraude en la oposición y observadores.

La OEA aceptó realizar una auditoría al conteo de votos, solicitada por el gobierno, que aún no ha comenzado.

Por - Redacción Internacional con información de AFP

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