Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

¿Fichas de negociación? Las tensiones políticas que definen el futuro de los presos cubanos

Más de 100 presos políticos fueron liberados en una semana tras un acuerdo tácito entre la administración de Joe Biden y el régimen de la isla, pero todo está en vilo tras las primeras decisiones del presidente Donald Trump.

Hugo Santiago Caro

22 de enero de 2025 - 08:00 p. m.
Un cartel que pedía la libertad para los presos políticos en Cuba y en especial al opositor José Daniel Ferrer.
Foto: EFE - Lenin Nolly
PUBLICIDAD

José Daniel Ferrer regresó a su casa, en Santiago de Cuba, después de tres años y medio de estar preso tras las protestas masivas de 2021 contra el régimen castrista. La primera vez que fue detenido fue en 2003, durante la Primavera Negra de Cuba, y permaneció encarcelado hasta 2011 como parte de un grupo de presos de conciencia arrestados durante aquellas manifestaciones contra el fallecido Fidel Castro. En esa ocasión, fue uno de los últimos 75 presos liberados, junto a Félix Navarro, quien también fue excarcelado la semana pasada.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

En conversación con El Espectador, Ferrer dice que se está adaptando a una nueva realidad, pues en la cárcel le sobraba el tiempo (además de la determinación, afirma) y ahora le falta: “Ha sido una avalancha de personas pasando por acá y también muchas entrevistas y comunicaciones. Pero estoy con el ánimo en alto y con escaso tiempo para las tantas cosas que hay que atender y enfrentar, en medio de una situación de miseria incrementada y generalizada por todo el país, así como de acoso y represión por parte de la policía política del régimen”.

En total, en los últimos 20 años ha sido detenido al menos cuatro veces, y ahora recupera su libertad como parte de un acuerdo tácito entre la administración de Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, y el régimen de Miguel Díaz-Canel. Con la mediación del Vaticano, este último prometió la excarcelación de 553 presos políticos a cambio de que Cuba saliera de la lista del Departamento de Estado de Estados Unidos de países que patrocinan el terrorismo.

Temporalmente, funcionó. Pero más tardó la ceremonia de posesión el lunes pasado que Donald Trump en revocar la decisión de Biden y regresar a Cuba a la lista (ya lo había hecho cuando llegó a la presidencia en 2016), en una de sus primeras órdenes ejecutivas, firmada y publicada en la página web de la Casa Blanca.

Para Manuel Cuesta Morúa, al igual que Ferrer líder de las disidencias políticas en Cuba y quien estuvo brevemente retenido en diciembre pasado, al principio, la medida fue tomada como un síntoma positivo, pues al menos hubo oportunidad para que se realizaran las liberaciones, pero remarca que sin duda hubo un fallo de cálculo de las partes.

Read more!

“Hubo un mal análisis por parte del gobierno de Biden, que salía muy debilitado en la misma dirección en la que Trump estaba muy fortalecido. Por otro lado, se realizó un cálculo erróneo respecto a la influencia de los funcionarios de origen cubano en la política exterior, que ahora sería mucho más evidente de lo que había sido en el pasado. También hubo un mal cálculo y un mal análisis, tanto por parte del Vaticano como del Gobierno cubano, que creyeron que sería difícil revertir esta política al menos en lo inmediato”, analiza, y advierte que los que terminan pagando las mayores consecuencias son los opositores y presos políticos en la isla: “La agenda de los derechos humanos quedó secuestrada por la política exterior y el debate entre ambos Estados, lo que nos atrapa y nos entrampa aquí dentro”.

Cabe destacar que entre miércoles y jueves, cuando se produjo el anuncio, liberaron a más de 120 presos y, según Cuesta Morúa, a diario venían liberando detenidos hasta el martes 21. Al cierre de esta edición, se desconocía si se habían hecho más liberaciones.

Read more!

Sin embargo, Ferrer explica la dinámica del valor de incomodidad que tienen los opositores y presos políticos para el régimen de Díaz-Canel: a mayor reconocimiento y solidaridad internacional, mayor problema porque aumentan las presiones para que sean liberados. Se cita como ejemplo, junto a Félix Navarro, sin demeritar la solidaridad que pudieran tener los demás presos (más de 550).

“Aunque nos neguemos a irnos del país, que es la meta principal del régimen —obligar al preso político incómodo a abandonar Cuba—, se vieron obligados a liberarnos. Estoy seguro de que sabían que esta nueva administración tendría nuestros nombres como un asunto presente al abordar el tema cubano. Las exigencias de nuestra liberación iban a aumentar, con posibles consecuencias como la imposición de nuevas sanciones económicas. Por eso fue que salimos; de lo contrario, no lo hubiésemos hecho”, dice.

Ambos opositores enfatizan en el tema cubano, que puede cambiar sustancialmente con la naturaleza ideológica de los asesores y miembros del equipo del presidente Trump, comenzando por Marco Rubio, su secretario de Estado, quien ha hecho su carrera haciendo férrea oposición al régimen cubano.

No ad for you

Sin embargo, y aunque Ferrer tacha a las autoridades de imprevisibles, cree que existe una alta posibilidad de que los presos restantes del acuerdo sean liberados, aunque también considera que podrían simplemente cambiar los nombres y liberar a presos por otros delitos para cumplir con la cuota.

No obstante, Cuesta dice que todo esto no es más que prueba de cómo la voluntad de Cuba está más que supeditada a su relación con Estados Unidos. Queda por ver lo que los días traigan para los presos y los recién liberados. Ferrer asegura que en Cuba es posible que detengan a un opositor por cualquier cosa.

En su caso, una de sus idas a la cárcel fue por presuntamente haber atentado contra la vida de un oficial cubano en un accidente de tránsito. Por eso mismo, sabe que podría volver a la cárcel, pero afirma que no tiene temor aunque tenga claro que está siendo monitoreado.

“Ya tienen puntos de vigilancia en torno a mi cuadra, mi manzana y mi casa. Amenazan a todos los que vienen aquí, incluso si no sabían que venían a visitarme. Cuando salen, los detienen y les advierten que, si regresan dos veces a mi casa, pueden terminar en prisión”, cuenta.

No ad for you

📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.

👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.

Si le interesa algún tema internacional, quiere enviarnos una opinión sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com

Por Hugo Santiago Caro

Periodista de la sección Mundo de El Espectador. Actualmente cubre temas internacionales, con especial atención a derechos humanos, migración y política exterior.@HugoCaroJhcaro@elespectador.com
Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.