Algunas entidades internacionales, como Unicef y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), han indagado alrededor de la violencia ejercida en contra de la niñez, siendo una problemática de la cual se desprende una preocupación por la violencia sexual, así como por la ausencia de información con respecto a ella.
En el informe “Violencia contra niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe 2015-2021″, elaborado por Unicef y la Universidad de Edimburgo, se lee que la violencia contra los menores se ha generalizado en la región, destacando que la violencia física, emocional y sexual toman lugar en las casas, las escuelas, la comunidad y en línea. Según el estudio, la violencia física ocurre con mayor frecuencia en países con datos comparables, como Colombia, El Salvador, Haití y Honduras, sin desestimar que la violencia sexual y emocional prevalecen en la región. Ahora bien, cabe señalar que, como lo dice el documento, “la violencia sexual es la menos medida en las encuestas de los países, pues muchos de ellos no tienen datos actualizados sobre ella”.
Le sugerimos: Moscú está planeando una operación de bandera falsa contra Ucrania, dice EE. UU.
De acuerdo a las estimaciones de dicho estudio, la prevalencia promedio de la violencia sexual es del 14 % para niños y niñas, teniendo a la adolescencia tardía como un período de tiempo en el que ellas corren mayor riesgo de sufrir este tipo de ataque. “Los datos destacan que, en toda la región, las niñas y adolescentes mujeres reportan haber experimentado más violencia sexual que los hombres. El perpetrador de los primeros incidentes de violencia sexual, según se informa en los contados estudios de VACS (Encuestas sobra la violencia contra niños, niñas y jóvenes) en la región, se reporta con mayor frecuencia como otros niños, jóvenes y hombres”, se lee en el estudio.
Ausencia de información, un común denominador entre los tipos de violencia
Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL, afirmó a EFE que la violencia sexual y la violencia de género son focos de alerta que comparten un mismo rasgo: el subregistro y la ausencia de datos. En sus palabras: “Existen desafíos relevantes con respecto a comprender las circunstancias y tipos de violencias que afectan a las niñas y adolescentes. Por ejemplo, es importante señalar que la violencia sexual contra la niñez es de las que se tiene menos información. Además, existen subregistros y limitaciones en muchos de los países para tener datos desagregados de la violencia de género, que no han permitido establecer tendencias con relación a las niñas y adolescentes”.
A lo anterior se suma, según la funcionaria, la falta de atención al matrimonio infantil o las uniones tempranas y forzadas. Según la Cepal, una de cada cuatro niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe contrajo matrimonio por primera vez, o mantenía una unión temprana, antes de cumplir los 18 años. Su prevalencia en la región no ha variado en los últimos 25 años y, sin acciones e inversiones, Latinoamérica tendrá, en 2030, el porcentaje más elevado de matrimonio infantil, solo por detrás de África Subsahariana.
De acuerdo a Plan International, acabar con los matrimonios forzados es una deuda pendiente en América Latina, dado que ellos son el reflejo de problemáticas profundas que prevalecen en la región, como la violencia en los hogares, la falta de educación y la pobreza. Para lograr disminuir dichas uniones, la organización humanitaria advierte que es necesario garantizar la protección de las niñas, actualizar y aplicar las leyes, promover el acceso a la educación como espacio de protección y contar con datos oficiales y actualizados.
👀🌎📄 ¿Ya estás enterado de las últimas noticias en el mundo? Te invitamos a verlas en El Espectador.