En entrevista con El Espectador, el líder religioso, quien asiste al Tercer Foro Cristiano Mundial que se celebra en Bogotá, destacó que el pueblo de Siria no quiere la presencia de fuerzas extranjeras ni injerencia de otros estados en sus asuntos internos y reclama que le permitan solucionar por sus propios medios y con sus propios dirigentes, una guerra interna, que ha derivado en una confrontación de carácter internacional, que ya completa seis años y que ha dejado más de doscientos cincuenta mil muertos y por lo menos dos millones y medio de desplazados.
Mor Ignatius Aphrem II, es el actual Patriarca de la Iglesia ortodoxa Siria, nacido en ese país. Fue arzobispo de la iglesia ortodoxa siria de Antioquía para los Estados Unidos, y sucedió al patriarca Ignacio Zakka.
¿Cuál es el motivo de su visita a Colombia?
Estoy aquí en el Foro Mundial Cristiano por dos razones: Soy invitado a participar en este encuentro para mostrar lo que está pasando en el Medio Oriente, especialmente en Siria. También para tener la oportunidad de compartir con los dos obispos de nuestra línea ortodoxa en América Latina.
El lema del foro es que “permanezca el amor fraternal”, ¿cómo podemos hacer para que el amor fraternal se refleje en la sociedad y en el trabajo de cada uno de los líderes que asisten al foro cuando regresen a sus comunidades?
Este es uno de los pocos foros que logra reunir a todas las denominaciones de la cristiandad, a todos los que creemos en Dios y en Jesucristo, que tenemos una relación de amor con nuestro Dios y con nuestros semejantes, porque sabemos que Dios es amor y nos inspira una relación de amor con él y con el mundo. Estando todos juntos expresamos la identidad de la iglesia global que debe estar en comunión con Dios y en comunión con todos los demás y eso es lo que muestra que somos una comunidad de amor.
¿Cómo ha sido la experiencia de llevar el amor con otras expresiones de fe?
Nosotros no hacemos distinción de religiones, sino que hablamos de las diferentes denominaciones y aquí estamos todos como cristianos. En la parte del mundo de donde yo vengo convivimos con musulmanes, con judíos, con tradiciones que llevan cientos de años juntas, que trabajan juntos en el objetivo común de preservar la dignidad humana, que a la gente se le reconozca esa importancia desde la religión. El diálogo interreligioso no debe ser solamente un ejercicio académico, sino que debe ser una expresión moral de poder vivir juntos aun cuando se crea en Dios de diferentes formas.
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¿Cómo pueden vivir juntos actualmente en Siria?
Nosotros hemos vivido juntos y en paz en Siria por centenares de años y aprendimos a respetar nuestras diferencias y nuestras formas particulares de ver el mundo, pero lo que viene pasando desde hace siete años ha cambiado las cosas de manera que la intervención de poderes extranjeros en los asuntos internos de Siria, han sembrado una serie de divisiones religiosas y ha promovido todo tipo de odios entre las diferentes expresiones de la religión. Yo creo que si nos dejan solos somos capaces de reconstruir nuestras vidas y de reconstruir nuestro país, porque el único futuro que queremos y podemos escribir, es volver a estar juntos a pesar de las diferencias.
¿Cuál es la real situación de Siria hoy?
Siria es un país independiente, miembro de las Naciones Unidas, dirigido por un gobierno secular, la mayoría de los habitantes son musulmanes, pero también hay cristianos y judíos. Como cristianos nunca hemos sido objeto de discriminación porque la política de los gobiernos ha estado siempre basada en la armonía, sin entrometerse en los asuntos internos de las denominaciones religiosas, pero en los últimos años, nos asalta la preocupación de que haya algunas fuerzas que pretenden imponer un gobierno religioso que va a tratar de eliminar a los cristianos y este es un problema que desgraciadamente parece ser que las personas de este lado del mundo (del continente americano), no entienden o no quieren entender.
¿Cómo es su trabajo cotidiano en Siria?
Nosotros vivimos en la parte antigua de Damasco, en donde la población es de mayoría cristiana, hay monasterios, templos antiguos, donde la vida se ha puesto muy difícil en los últimos años, porque la gente tiene mucho temor de salir de sus casas y peor aún, tiene el temor de no poder regresar a sus hogares porque puede haber una bomba o unos combates callejeros. Gracias a Dios en las últimas semanas han disminuido los bombardeos, lo que nos hace pensar que las cosas pueden regresar a su normalidad. Todos los días escuchamos que hay iniciativas de los americanos o de los franceses y de otros que le quitan poder e iniciativa al gobierno y lo que los cristianos necesitamos es un gobierno fuerte, pero un gobierno secular que vuelva a los principios de tratar a toda la gente con dignidad y con respeto.
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En los conflictos suele haber diferentes visiones que no siempre son captadas por los medios de comunicación, usted que vive allá, ¿qué nos puede decir sobre la real situación que vive su país?
Me complace mucho encontrar periodistas que estén interesados en conocer y comunicar la verdad de lo que hoy vive Siria. Nosotros estamos convencidos de que los medios dominados por los americanos no están diciendo la verdad porque cuentan solamente una parte de la historia, no hablan de como sufren las personas civiles que viven en las áreas controladas por el gobierno. Hace poco hablaron de la situación en Alepo, en Guta, en Damasco y otras ciudades en donde sufre toda la población civil pero solo cuentan de posible ofensiva de las fuerzas del gobierno y nada de como sufren las personas por las agresiones de las otras fuerzas, se habla que afectó a miles de civiles pero lo que no se ha podido comprobar es si realmente hubo o no dicha arremetida, ni que fuera un ataque químico y por las informaciones hubo una incursión de los Estados Unidos.
Mi punto de vista es que a los habitantes de Siria deberían dejarlos solos para que ellos manejen su situación, porque en la actualidad tenemos combatientes que vienen como de ochenta y seis países en donde les facilitan armas y hasta les pagan para que vengan a pelear a Siria y no son solo países de la región sino fuerzas internacionales. Y todos vienen de occidente en donde están concentrados en sacar al presidente, ¿por qué no dejan que la gente de Siria decida si quiere o no al presidente?
Pero yo veo que la intención es debilitar al máximo al actual gobierno como hicieron antes con Irak y el efecto en nosotros los cristianos es devastador porque en la actualidad solo queda en ese país, como el diez por ciento de los cristianos que había antes y en Siria aproximadamente el cuarenta y cinco por ciento de la población cristiana ya se fue y, estamos hablando de cristianos que vivieron por más de dos mil años aquí, porque recordemos que fue en Antioquía (la primera capital de Siria), en donde se conocieron a los primeros cristianos y estos fueron los primeros pobladores de muchas otras ciudades sirias. Pero ahora la presencia cristiana se ha debilitado considerablemente y en occidente no se tiene conciencia de esto que está pasando.
Desde su posición de líder religioso, ¿ve la posibilidad de una pronta solución a la crisis Siria?
Lo que pasa es que cada vez que creemos que la solución está cerca algo pasa. Me encantaría que mañana mismo terminara este drama, pero la realidad es otra, porque por ejemplo si vemos las declaraciones de Trump, Macrón y otros líderes internacionales no se ve ninguna solución a corto plazo. El señor Trump está diciendo que reemplazará a sus soldados en el norte de Siria por soldados de Arabia y de otros países, así que eso no es ninguna solución, ¿por qué no se van y nos dejan a los sirios arreglar nuestros problemas? Yo no veo solución a corto plazo.
¿Qué opina usted del proceso de paz que se está viviendo en Colombia y que le pone fin a 60 años de violencia?
En Colombia se buscan las soluciones para su propio conflicto sin intervención extranjera, en Siria tenemos la incidencia de potencias externas. Nosotros tenemos que aprenderle mucho a ustedes los colombianos de cómo han llegado a ese movimiento de reconciliación. Mi mensaje es que la paz siempre es buena para todos.