“Es un acto fascista”: Maduro sobre asalto a embajada de México en Ecuador
La Organización de Estados Americanos y líderes regionales, como Gabriel Boric, Luiz Inácio Lula y Nicolás Maduro, se pronunciaron tras el asalto de la embajada mexicana en Quito y la ruptura de relaciones bilaterales.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela; Gabriel Boric, presidente de Chile; y Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, se unieron este sábado a las voces de organizaciones, mandatarios y exmandatarios que han expresado su rechazo y preocupación tras el asalto de la embajada mexicana en Quito por parte de fuerzas policiales de Ecuador.
Asimismo, las cancillerías de Argentina y Perú rechazaron lo sucedido en la capital ecuatoriana.
La irrupción en la sede diplomática ocurrió el viernes en la noche, cuando efectivos de la policía entraron al edificio de la embajada, en donde Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, había pedido asilo. En el acto, Glas terminó detenido.
La acción provocó que México rompiera relaciones con Ecuador, lo que significa que todos los diplomáticos mexicanos deben salir de Ecuador, cortando así la comunicación y colaboración por vías diplomáticas entre ambos países, con grave afectación para los ciudadanos.
Para Nicolás Maduro, la irrupción fue un “acto de barbarie, algo nunca visto en América Latina, el gobierno de derecha pro yankee de Ecuador violó brutalmente el Derecho Internacional, asaltando la Embajada de México en Ecuador y secuestrando a un asilado político, así reconocido por el gobierno mexicano”.
No obstante, en este contexto, varias voces han recordado antecedentes como el de 1981, cuando precisamente en la embajada de Ecuador en Cuba entraron tropas de la isla luego de que alrededor de 30 disidentes se tomaran la sede diplomática en busca de asilo, manteniendo como rehén al embajador, Jorge Pérez Concha, al consejero Francisco Proaño, y a otros dos empleados con el fin de presionar para obtener su objetivo.
En medio de una escalada en las tensiones entre el gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y del ecuatoriano Daniel Noboa, a causa de unas declaraciones de AMLO, Ecuador expulsó a la embajadora de México en Quito, Raquel Serur. A esto, el gobierno mexicano respondió el viernes que no preveía romper relaciones ni ninguna otra retaliación. Sin embargo, anunció que otorgaría asilo político a Jorge Glas, quien fuera vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y se encontraba alojado en la sede diplomática en Quito.
La medida de asilo fue rechazada el mismo viernes por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, al considerar que no se trata de un perseguido político.
La Cancillería ecuatoriana, que ya había rechazado otra solicitud de asilo en diciembre pasado, insiste en que el exvicepresidente ha sido condenado por delitos comunes (malversación) y que, por ello, debería someterse a la justicia ordinaria del país.
Glas estuvo en la cárcel entre 2017 y 2022 por casos de asociación ilícita y cohecho, aunque defendió su inocencia luego de que la Justicia de Brasil anulara pruebas del entramado de corrupción de la constructora Odebrecht que apuntaban contra él.
El exvicepresidente quedó en libertad en 2022, pero la Fiscalía de Ecuador ordenó en diciembre pasado su localización y detención por una investigación de supuesta malversación de fondos en la reconstrucción de una provincia afectada por un terremoto en 2016.
Glas logró evitar la detención al refugiarse en la Embajada de México en Quito, donde fue acogido como “huésped” hasta que se resolviera el trámite sobre su petición de asilo.
“Venezuela alza su voz contundentemente para rechazar este acto fascista contra el Derecho Internacional y expresa su plena y absoluta solidaridad al presidente, @lopezobrador_ y al pueblo de México”, agregó Maduro, cuyo gobierno precisamente está impulsando una ley en Venezuela denominada “contra el fascismo”, pero que la oposición denuncia como un nuevo mecanismo de persecución.
Más temprano, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que pedirá que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expida medidas cautelares en favor Jorge Glas, a quien “se le violó de manera bárbara su derecho al asilo”.
El mandatario también convocó una reunión de emergencia en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para analizar las acciones emprendidas por el país vecino para arrestar al exvicepresidente.
El pronunciamiento de la OEA
A propósito, la OEA emitió un comunicado en el que “rechaza cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y reitera la obligación que tienen todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales”.
Por lo anterior, manifestó “solidaridad a quienes fueron víctimas de las acciones improcedentes que afectaron a la Embajada de México en Ecuador. La OEA fue víctima también recientemente de un ataque similar en Managua y ni en ese caso ni en este son admisibles ambigüedades, sino la más plena coherencia con el Derecho Internacional”.
Llamó al diálogo entre las partes “para resolver sus diferencias, estima necesaria una reunión del Consejo Permanente de la OEA para abordar el tema y en base a los principios consagrados en el derecho internacional, como el respeto a la soberanía, la solución pacífica de las controversias, la coexistencia pacífica de los Estados, la renuncia a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza para dirimir los conflictos y el fiel y estricto cumplimiento de los tratados internacionales, entre ellos los que garantizan el Derecho de Asilo”.
La reacción de los gobiernos de Lula, Boric, Milei y Boluarte
Otras de las reacciones más esperadas eran las de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y la de Gabril Boric, primer mandatario de Chile.
“Toda nuestra solidaridad con México ante la inaceptable violación de su soberanía mediante la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito. Un abrazo fraterno @lopezobrador_”, expresó Boric.
Su cancillería comunicó que “Chile expresa su más enérgica condena a la irrupción de la policía ecuatoriana a la Embajada de México en Quito y a la posterior captura de un ex vicepresidente de Ecuador que había solicitado asilo en dicha misión diplomática”.
Expresó su solidaridad y manifestó “su profunda preocupación por la violación del derecho al asilo, contemplado en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 y reconocido como un aporte de Latinoamérica al derecho internacional”. Finalmente, sostiene que abogar para que este “incidente entre naciones hermanas, con las que Chile mantiene relaciones estrechas y de histórica amistad, sea superado prontamente”.
“Toda mi solidaridad con el presidente y amigo @lopezobrador_”, se limitó a decir el presidente Lula.
A través de su Cancillería, Brasil condenó “en los términos más enérgicos, la acción llevada a cabo por fuerzas policiales ecuatorianas en la Embajada de México en Quito anoche, 5 de abril. La acción constituye una clara violación de la Convención Americana sobre Asilo Diplomático y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que, en su artículo 22, establece que los lugares de una misión diplomática son inviolables y sólo pueden acceder a ellos agentes del Estado receptor con el consentimiento del Jefe de Misión”.
Además de expresar su solidaridad con el gobierno mexicano, aseguró que “la medida llevada a cabo por el gobierno ecuatoriano constituye un grave precedente, y debe ser objeto de un enérgico repudio, cualquiera que sea la justificación para su implementación”.
Por su parte, el Gobierno del Perú rechazó “toda transgresión a las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 que garantizan los procedimientos de buena convivencia entre los Estados”.
“Al lamentar la situación generada entre Ecuador y México, el Perú hace un llamado a sus Gobiernos para que superen este impasse y resuelvan sus diferencias a través del diálogo, conforme a los mandatos del derecho internacional y al espíritu de integración latinoamericano”, agregó.
La Cancillería argentina, por su parte, sostuvo que “como Estado Parte de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 que ha otorgado recientemente esta condición a dirigentes políticos venezolanos y se encuentra a la espera de la emisión de los correspondientes salvoconductos, la República Argentina se une a los países de la región en la condena a lo sucedido anoche en la Embajada de México en Ecuador y llama a la plena observancia de las disposiciones de aquel instrumento internacional así como de las obligaciones que surgen de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
* Con información de EFE y AFP.
Nota de la editora: el título original de este artículo fue cambiado para poner en mejor contexto la afirmación de Nicolás Maduro según la cual en la región no hay antecedentes de lo sucedido en Ecuador.
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Nicolás Maduro, presidente de Venezuela; Gabriel Boric, presidente de Chile; y Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, se unieron este sábado a las voces de organizaciones, mandatarios y exmandatarios que han expresado su rechazo y preocupación tras el asalto de la embajada mexicana en Quito por parte de fuerzas policiales de Ecuador.
Asimismo, las cancillerías de Argentina y Perú rechazaron lo sucedido en la capital ecuatoriana.
La irrupción en la sede diplomática ocurrió el viernes en la noche, cuando efectivos de la policía entraron al edificio de la embajada, en donde Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, había pedido asilo. En el acto, Glas terminó detenido.
La acción provocó que México rompiera relaciones con Ecuador, lo que significa que todos los diplomáticos mexicanos deben salir de Ecuador, cortando así la comunicación y colaboración por vías diplomáticas entre ambos países, con grave afectación para los ciudadanos.
Para Nicolás Maduro, la irrupción fue un “acto de barbarie, algo nunca visto en América Latina, el gobierno de derecha pro yankee de Ecuador violó brutalmente el Derecho Internacional, asaltando la Embajada de México en Ecuador y secuestrando a un asilado político, así reconocido por el gobierno mexicano”.
No obstante, en este contexto, varias voces han recordado antecedentes como el de 1981, cuando precisamente en la embajada de Ecuador en Cuba entraron tropas de la isla luego de que alrededor de 30 disidentes se tomaran la sede diplomática en busca de asilo, manteniendo como rehén al embajador, Jorge Pérez Concha, al consejero Francisco Proaño, y a otros dos empleados con el fin de presionar para obtener su objetivo.
En medio de una escalada en las tensiones entre el gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y del ecuatoriano Daniel Noboa, a causa de unas declaraciones de AMLO, Ecuador expulsó a la embajadora de México en Quito, Raquel Serur. A esto, el gobierno mexicano respondió el viernes que no preveía romper relaciones ni ninguna otra retaliación. Sin embargo, anunció que otorgaría asilo político a Jorge Glas, quien fuera vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y se encontraba alojado en la sede diplomática en Quito.
La medida de asilo fue rechazada el mismo viernes por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, al considerar que no se trata de un perseguido político.
La Cancillería ecuatoriana, que ya había rechazado otra solicitud de asilo en diciembre pasado, insiste en que el exvicepresidente ha sido condenado por delitos comunes (malversación) y que, por ello, debería someterse a la justicia ordinaria del país.
Glas estuvo en la cárcel entre 2017 y 2022 por casos de asociación ilícita y cohecho, aunque defendió su inocencia luego de que la Justicia de Brasil anulara pruebas del entramado de corrupción de la constructora Odebrecht que apuntaban contra él.
El exvicepresidente quedó en libertad en 2022, pero la Fiscalía de Ecuador ordenó en diciembre pasado su localización y detención por una investigación de supuesta malversación de fondos en la reconstrucción de una provincia afectada por un terremoto en 2016.
Glas logró evitar la detención al refugiarse en la Embajada de México en Quito, donde fue acogido como “huésped” hasta que se resolviera el trámite sobre su petición de asilo.
“Venezuela alza su voz contundentemente para rechazar este acto fascista contra el Derecho Internacional y expresa su plena y absoluta solidaridad al presidente, @lopezobrador_ y al pueblo de México”, agregó Maduro, cuyo gobierno precisamente está impulsando una ley en Venezuela denominada “contra el fascismo”, pero que la oposición denuncia como un nuevo mecanismo de persecución.
Más temprano, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que pedirá que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expida medidas cautelares en favor Jorge Glas, a quien “se le violó de manera bárbara su derecho al asilo”.
El mandatario también convocó una reunión de emergencia en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para analizar las acciones emprendidas por el país vecino para arrestar al exvicepresidente.
El pronunciamiento de la OEA
A propósito, la OEA emitió un comunicado en el que “rechaza cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y reitera la obligación que tienen todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales”.
Por lo anterior, manifestó “solidaridad a quienes fueron víctimas de las acciones improcedentes que afectaron a la Embajada de México en Ecuador. La OEA fue víctima también recientemente de un ataque similar en Managua y ni en ese caso ni en este son admisibles ambigüedades, sino la más plena coherencia con el Derecho Internacional”.
Llamó al diálogo entre las partes “para resolver sus diferencias, estima necesaria una reunión del Consejo Permanente de la OEA para abordar el tema y en base a los principios consagrados en el derecho internacional, como el respeto a la soberanía, la solución pacífica de las controversias, la coexistencia pacífica de los Estados, la renuncia a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza para dirimir los conflictos y el fiel y estricto cumplimiento de los tratados internacionales, entre ellos los que garantizan el Derecho de Asilo”.
La reacción de los gobiernos de Lula, Boric, Milei y Boluarte
Otras de las reacciones más esperadas eran las de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y la de Gabril Boric, primer mandatario de Chile.
“Toda nuestra solidaridad con México ante la inaceptable violación de su soberanía mediante la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito. Un abrazo fraterno @lopezobrador_”, expresó Boric.
Su cancillería comunicó que “Chile expresa su más enérgica condena a la irrupción de la policía ecuatoriana a la Embajada de México en Quito y a la posterior captura de un ex vicepresidente de Ecuador que había solicitado asilo en dicha misión diplomática”.
Expresó su solidaridad y manifestó “su profunda preocupación por la violación del derecho al asilo, contemplado en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 y reconocido como un aporte de Latinoamérica al derecho internacional”. Finalmente, sostiene que abogar para que este “incidente entre naciones hermanas, con las que Chile mantiene relaciones estrechas y de histórica amistad, sea superado prontamente”.
“Toda mi solidaridad con el presidente y amigo @lopezobrador_”, se limitó a decir el presidente Lula.
A través de su Cancillería, Brasil condenó “en los términos más enérgicos, la acción llevada a cabo por fuerzas policiales ecuatorianas en la Embajada de México en Quito anoche, 5 de abril. La acción constituye una clara violación de la Convención Americana sobre Asilo Diplomático y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que, en su artículo 22, establece que los lugares de una misión diplomática son inviolables y sólo pueden acceder a ellos agentes del Estado receptor con el consentimiento del Jefe de Misión”.
Además de expresar su solidaridad con el gobierno mexicano, aseguró que “la medida llevada a cabo por el gobierno ecuatoriano constituye un grave precedente, y debe ser objeto de un enérgico repudio, cualquiera que sea la justificación para su implementación”.
Por su parte, el Gobierno del Perú rechazó “toda transgresión a las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 que garantizan los procedimientos de buena convivencia entre los Estados”.
“Al lamentar la situación generada entre Ecuador y México, el Perú hace un llamado a sus Gobiernos para que superen este impasse y resuelvan sus diferencias a través del diálogo, conforme a los mandatos del derecho internacional y al espíritu de integración latinoamericano”, agregó.
La Cancillería argentina, por su parte, sostuvo que “como Estado Parte de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 que ha otorgado recientemente esta condición a dirigentes políticos venezolanos y se encuentra a la espera de la emisión de los correspondientes salvoconductos, la República Argentina se une a los países de la región en la condena a lo sucedido anoche en la Embajada de México en Ecuador y llama a la plena observancia de las disposiciones de aquel instrumento internacional así como de las obligaciones que surgen de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
* Con información de EFE y AFP.
Nota de la editora: el título original de este artículo fue cambiado para poner en mejor contexto la afirmación de Nicolás Maduro según la cual en la región no hay antecedentes de lo sucedido en Ecuador.
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