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Si hay una palabra que ha caracterizado el discurso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es “austeridad”. Y es que la moderación del gasto público ha sido una obsesión del mandatario desde que asumió el cargo en 2018, en ocasiones llegando a causar un impacto negativo en los sectores pobres que tanto busca proteger. Sin embargo, toda su retórica, sus sermones matutinos y su imagen han sido cuestionados ahora más que nunca por cuenta de las acciones de su hijo, José Ramón López Beltrán.
Una investigación de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus reveló que el hijo de López Obrador llevaba una ostentosa vida en Houston, donde vivió en dos mansiones lujosas, muy contraria a la austeridad que reclama AMLO.
La primera vivienda que aparece en el reportaje era propiedad de un ejecutivo Baker Hughes, una de las compañías de la industria del petróleo más grandes del mundo y promovedora de tecnología para la evaluación, perforación y extracción del crudo. Esta, como la segunda residencia, fue registrada a nombre de Carolyn Adams, esposa de López Beltrán. Ambas propiedades están avaluadas en cerca de un millón de dólares y cuentan con lujos como salas de cine, salas de juegos y una superficie de 1,100 metros cuadrados.
¿Cuál es el problema con las lujosas propiedades de López Beltrán?
Varios políticos mexicanos, como Jorge Álvarez Máynez, coordinador del Movimiento Ciudadano (MC), han pedido que se abra una investigación sobre las propiedades del hijo del presidente, pues considera que pudieron incurrir en un posible conflicto de intereses. La primera vivienda fue comprada a Keith Schilling, un alto ejecutivo de la petrolera Baker Hughes, la cual tiene contratos con el gobierno por más de US$ 151 millones en obras para Petróleos Mexicanos (Pemex).
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Lo que sugiere Máynez es que López Beltrán y su esposa pudieron salir favorecidos de alguna manera de la posición de AMLO para tener un trato especial durante la compra de la mansión, una teoría que el Gobierno ha rechazado y sobre la cual no se han presentado pruebas.
Marko Cortés, dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), se sumó a la molestia por las revelaciones del reportaje y dijo que, además de la evidencia sobre la falta de austeridad que trata de imponer el Gobierno, es necesaria una explicación sobre la compra de las propiedades. Cortés no fue el único panista que criticó al presidente por las propiedades de su hijo.
“Que la casa donde vivía el hijo de AMLO sea de personas que reciben contratos millonarios de PEMEX demuestra la corrupción del gobierno Y que en la mañanera no diga nada, demuestra su hipocresía En Morena se enriquecen mientras crean 4 millones de nuevos pobres. #SonCorruptos”, dijo la senadora Kenia López Rabadán.
AMLO ha señalado que nadie en el Gobierno, incluidos sus hijos, se ha beneficiado de su posición y no se les ha entregado contrato alguno. En su defensa, el presidente mexicano señaló que las mansiones en las que se ha radicado su hijo son producto del dinero de su nuera, y que ahí no tiene influencia alguna.
“Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno”, dijo López Obrador cuando se le cuestionó sobre las actividades de su hijo.
El mandatario encontró respaldo entre algunos miembros del Congreso, como Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo (PT), que cuestionó las críticas a López Beltrán.
“Do preguntas: ¿Se hizo con dinero del erario? ¿Se hizo con dinero producto de negocios al cobijo del poder? En ambas respuestas es no. Entonces: ¿Dónde está el problema?”, escribió Noroña.
Carlos Loret de Mola, periodista vinculado a la organización detrás del reportaje sobre el hijo del presidente, señaló que el centro de la polémica es la “hipocresía” en el discurso del presidente.
“El presidente ha criminalizado al que tiene: los ‘fifís, dice con desprecio. AMLO pontifica sobre cómo debe vivir la gente. Conmina a sus gobernados a adoptar la austeridad no solo como forma de gobierno sino como forma de vida. Constantemente señala y sataniza a quienes no viven según estos parámetros: para qué tener más de un par de zapatos, para qué tener coches caros, comer cosas exóticas, para qué estudiar en el extranjero. Y se pone como ejemplo… ¿No va a aplicar este raudal de prejuicios a su hijo?”, escribió de Mola.
Loret de Mola ha sido un constante crítico de López Obrador y de su familia, pero sobre todo del estilo de vida de los hijos del mandatario. El periodista también recordó cuando López Beltrán fue captado hospedándose en uno de los mejores hoteles de Madrid y esquiando en un exclusivo resort en Aspen, Colorado. Aunque este reportaje y sus revelaciones no pondrán a tambalear al Gobierno de AMLO, la polémica le da municiones a quienes atacan al mandatario por las contradicciones en su discurso de “austeridad”.
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