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Este viernes 25 de abril, Luigi Mangione, de 26 años, se declaró no culpable en una corte federal de Manhattan de los cargos que lo acusan de haber asesinado al director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en un hecho que conmocionó a la opinión pública estadounidense a finales de 2024.
La audiencia se desarrolló en medio de estrictas medidas de seguridad y una elevada expectativa mediática, no solo por la gravedad del crimen, sino por lo que representa simbólicamente: un estallido de rabia contra el sistema de salud privado en Estados Unidos.
Mangione está acusado formalmente de acecho, homicidio con arma de fuego y otros delitos federales relacionados con armas, y enfrenta cargos paralelos en tribunales estatales de Nueva York y Pensilvania.
De ser hallado culpable, podría enfrentar la pena de muerte, decisión impulsada por la fiscal general Pam Bondi, quien aseguró que se trata de un “asesinato premeditado y a sangre fría” y que su gestión se mantendrá firme con la política del presidente Donald Trump de “combatir el crimen violento y hacer América segura otra vez”.
Mangione apareció vestido con el uniforme carcelario color beige y una camiseta blanca de manga larga debajo. Según The Guardian, se mostró atento, conversó con sus abogados, hojeó documentos durante la audiencia e incluso esbozó una sonrisa en un momento. La jueza federal Margaret Garnett confirmó con él que había leído la acusación y conversado con su defensa, antes de pedirle que formalizara su declaración, a lo que Mangione respondió con un claro: “No culpable”.
Fuera de la sala, decenas de simpatizantes se congregaron para presenciar el proceso judicial. Muchos portaban mascarillas o gafas oscuras, y se negaban a hablar con la prensa. Sin embargo, algunos sí ofrecieron declaraciones críticas hacia el sistema de salud. Una mujer presente en la fila explicó su motivación para asistir: “Soy una persona con enfermedades crónicas, vivo con dolor constante. Nunca he tenido una deuda médica tan grande como otras personas, pero cuando digo que no es tan grande, me refiero a US$30.000”.
Refiriéndoe al caso de Mangione, la misma mujer expresó que, incluso si se prueba que fue él quien disparó, “se trata de un área gris desde el punto de vista ético (...) La industria de la salud mata a miles. Él fue una sola persona. ¿Una vida frente a mil? Ese es el dilema moral”.
Mientras los asistentes comentaban entre sí en voz baja, un camión con pantalla LED pasó varias veces frente a la corte mostrando mensajes de apoyo a Mangione. En una de las imágenes aparecía una foto suya sonriendo, acompañada del mensaje: “Abolir la pena de muerte ya”. Entre los presentes también se encontraba la exmilitar y activista Chelsea Manning, conocida por haber filtrado documentos clasificados sobre la guerra en Irak.
Mangione fue arrestado en diciembre del año pasado, cinco días después del crimen, en un restaurante McDonald’s en Altoona, Pensilvania. Según reportes, un trabajador lo reconoció gracias a las alertas de las autoridades y avisó a la policía. El asesinato se produjo el 4 de diciembre frente a un hotel en Nueva York.
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