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Una mujer, de 74 años y de quien no se ha revelado su identidad, denunció que fue víctima de agresiones por parte de sus propios hijos, quienes presuntamente ingresaron a su hogar para asesinarla, al parecer, para poder quedarse con unos terrenos que dejó su esposo.
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Los hechos, que tuvieron lugar en la localidad Laurani, en la Paz, capital de Bolivia, ocurrieron sobre las 02:00 de la madrugada del 27 de mayo. Según indicó la víctima a su abogado, William Ortiz, sus hijos ingresaron a su lugar de residencia, donde la amenazaron de muerte.
Posteriormente, los sujetos identificados como Victoria, Elena y Efraín, quienes son los hijos de la mujer, junto a una de sus nueras, y una persona desconocida, la golpearon y la ataron del cuello y los pies en su propia cama, mientras la insultaban.
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De acuerdo con el abogado, y según reportó el medio local, Unitel, los presuntos responsables abandonaron a la víctima en el lugar, ya que pensaron esta había perdido la vida, pero realmente, ella se habría desmayado, como resultado de los golpes que recibió.
La mujer asegura que este ataque en su contra estaría motivado por la herencia que dejó su esposo, y que, por el momento, están a nombre de ella. “El motivo de este hecho sería prácticamente la herencia del papá fallecido que hubiese dejado más 100 hectáreas y también la señora tendría más de 100 hectáreas en su poder, entonces estas personas utilizan estos mecanismos para que la víctima huya de comunidad y quedarse con todos los terrenos”, manifestó Ortiz.
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¿En qué va la investigación?
Las autoridades ya adelantan la investigación pertinente, mientras la mujer se encuentra en observación médica. Red Uno, canal boliviano, registro que dependiendo del dictamen de los estudios forenses y de los días de impedimento, si estos son menores a 14 días, se puede abrir el caso como violencia familiar.
Asimismo, el abogado de la mujer, declaró que se presentará una querella penal en la provincia Loayza, por el delito de tentativa de homicidio y parricidio. De acuerdo con el Código Penal Boliviano, en el artículo 253: “el que matare a su padre, madre o a su abuelo u otro ascendiente en línea recta, sabiendo quién es, será sancionado con la pena de presidio de 30 años, sin derecho a indulto”.
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