Paraguay y Brasil anularon acuerdo que detonó crisis política en Asunción
La anulación del acta, que tiene en jaque al presidente Mario Abdo Benítez, fue firmada en la Cancillería paraguaya, en Asunción, por el nuevo canciller paraguayo, Antonio Rivas, y el embajador brasileño en Paraguay, Carlos Simas Magalhaes. Falta ver si la oposición insiste en llevar presidente paraguayo a un juicio político.
- Redacción Internacional con información de EFE
Los Gobiernos de Paraguay y Brasil dejaron este jueves sin efecto el acta bilateral de compra de energía de la represa de Itaipú firmada por ambos países y que provocó una crisis política que amenazaba con un juicio político al mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, del Partido Colorado. Ahora falta ver si con la decisión recién tomada la oposición mantiene su intención o si se abstiene de continuar con el juicio.
El nuevo documento, firmado por el nuevo canciller paraguayo, Antonio Rivas, destaca que las Altas Partes contratantes en el control de la represa paraguaya brasileña de Itaipú han decidido delegar "a las instancias técnicas la definición del cronograma de potencia a ser contratada por la estatal paraguaya Ande y la brasileña Electrobras por el período 2019-20122. También se comprometieron a encontrar una "solución para el problema a corto plazo".
(Le puede interesar: El Espectador le explica: El pacto con Brasil que tiene en crisis al gobierno de Paraguay)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, declaró ayer miércoles que estaba dispuesto en ayudar a Abdo Benítez en la crisis. Sin embargo, el acuerdo, firmado en mayo, pero divulgado la semana pasada, fue calificado de entreguista por la oposición paraguaya, que hoy tiene previsto promover un juicio político contra Abdo Benítez y el vicepresidente, Hugo Velázquez.
La Cámara de Diputados tiene previsto tramitar ese juicio político, que de ser presentado por la oposición y luego aprobado pasaría al Senado, que ejercería como tribunal. Sin embargo no está claro que la oposición tenga mayoría de dos tercios para la aprobación en la Cámara Baja.
Mientras se aguarda el procedimiento, ministros y legisladores oficialista aguardan en la explanada del Palacio de Gobierno las anunciadas declaraciones a la nación de Abdo Benítez.
La crisis política que sufre el Gobierno estalló la pasada semana tras conocerse la firma del primer acuerdo, ya que afectará los niveles de facturación de la estatal eléctrica de Paraguay, según la oposición que consideró "traición a la patria".
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¿Por qué es problemático el tratado?
La hidroeléctrica Itaipú, construida sobre el caudaloso río limítrofe Paraná, 360 km al noreste de la capital paraguaya, produce 14.000 megavatios y es considerada la segunda más grande del mundo después de la Tres Gargantas de China.
Brasil consume el 93% de la energía. Paraguay, que consume 7% de Itaipú, vende su excedente a su socio y vecino.
Después de 50 años, en 2023, ambos países deben revisar el tratado firmado en 1973 por los dictadores Alfredo Stroessner y Ernesto Geisel. Pero, un nuevo tratado implica la revisión del precio de la energía, que siempre se ha percibido en Paraguay como desfavorable para sus intereses.
Además, parece que el vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, habría influenciado a los negociadores paraguayos para que del acuerdo se excluyera un punto que permitiría comerciar energía en Brasil a la Administración de Electricidad de Paraguay (ANDE), y con ello dejar el campo abierto a firmas brasileñas en ese negociado.
Los Gobiernos de Paraguay y Brasil dejaron este jueves sin efecto el acta bilateral de compra de energía de la represa de Itaipú firmada por ambos países y que provocó una crisis política que amenazaba con un juicio político al mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, del Partido Colorado. Ahora falta ver si con la decisión recién tomada la oposición mantiene su intención o si se abstiene de continuar con el juicio.
El nuevo documento, firmado por el nuevo canciller paraguayo, Antonio Rivas, destaca que las Altas Partes contratantes en el control de la represa paraguaya brasileña de Itaipú han decidido delegar "a las instancias técnicas la definición del cronograma de potencia a ser contratada por la estatal paraguaya Ande y la brasileña Electrobras por el período 2019-20122. También se comprometieron a encontrar una "solución para el problema a corto plazo".
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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, declaró ayer miércoles que estaba dispuesto en ayudar a Abdo Benítez en la crisis. Sin embargo, el acuerdo, firmado en mayo, pero divulgado la semana pasada, fue calificado de entreguista por la oposición paraguaya, que hoy tiene previsto promover un juicio político contra Abdo Benítez y el vicepresidente, Hugo Velázquez.
La Cámara de Diputados tiene previsto tramitar ese juicio político, que de ser presentado por la oposición y luego aprobado pasaría al Senado, que ejercería como tribunal. Sin embargo no está claro que la oposición tenga mayoría de dos tercios para la aprobación en la Cámara Baja.
Mientras se aguarda el procedimiento, ministros y legisladores oficialista aguardan en la explanada del Palacio de Gobierno las anunciadas declaraciones a la nación de Abdo Benítez.
La crisis política que sufre el Gobierno estalló la pasada semana tras conocerse la firma del primer acuerdo, ya que afectará los niveles de facturación de la estatal eléctrica de Paraguay, según la oposición que consideró "traición a la patria".
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¿Por qué es problemático el tratado?
La hidroeléctrica Itaipú, construida sobre el caudaloso río limítrofe Paraná, 360 km al noreste de la capital paraguaya, produce 14.000 megavatios y es considerada la segunda más grande del mundo después de la Tres Gargantas de China.
Brasil consume el 93% de la energía. Paraguay, que consume 7% de Itaipú, vende su excedente a su socio y vecino.
Después de 50 años, en 2023, ambos países deben revisar el tratado firmado en 1973 por los dictadores Alfredo Stroessner y Ernesto Geisel. Pero, un nuevo tratado implica la revisión del precio de la energía, que siempre se ha percibido en Paraguay como desfavorable para sus intereses.
Además, parece que el vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, habría influenciado a los negociadores paraguayos para que del acuerdo se excluyera un punto que permitiría comerciar energía en Brasil a la Administración de Electricidad de Paraguay (ANDE), y con ello dejar el campo abierto a firmas brasileñas en ese negociado.