Polémica por despido masivo de General Motors en Venezuela a través de mensaje de texto
2.700 trabajadores fueron despedidos por vía telefónica luego de que la filial anunciara que autoridades venezolanas confiscaron ilegalmente su planta en Valencia, un daño que consideraron “irreparable”.
redacción internacional
Una nueva polémica en Venezuela tiene entre ojos a la filial General Motors, que por mensaje de texto decidió despedir a 2.700 trabajadores luego de recibir un embargo judicial de sus activos. Así lo denunciaron algunos de los ahora exempleados de la empresa a la agencia de noticias Reuters, quienes aseguraron que el mensaje les llegó desde un número registrado en Estados Unidos. (Lea: Tras embargo de su planta, General Motors se va de Venezuela)
“GMV informa que se realizó a su cuenta la transferencia de sus prestaciones sociales por la finalización de la relación de trabajo”, dice el SMS. Los trabajadores agregaron que luego del pago sus correos electrónicos corporativos también fueron desactivados.
De acuerdo con la empresa, la “lamentable” medida está directamente relacionada con la toma sorpresiva de su planta industrial en Valencia por parte de autoridades venezolanas que la confiscaron ilegalmente, un daño que consideraron “irreparable”.
“El embargo fue dictado en total desconocimiento al derecho a la defensa y al debido proceso, causando un daño irreparable a la compañía, a sus 2.678 trabajadores, a sus 79 concesionarios que representan la red de servicio más grande del país con más de 3.900 trabajadores y, a sus proveedores que representan más del 55% de la industria de autopartes en Venezuela”, denunció la ensambladora el pasado 20 de abril.
Según un empleado que dijo haber trabajado cinco años para GM, “nuestros exjefes nos dijeron que los directivos se fueron y todos fuimos despedidos. Ya no hay nadie en el país”.
A pesar de las denuncias sobre la forma en la que se generó el despido masivo, la ensambladora de mayor tradición y antigüedad en el país vecino ya había anunciado la liquidación total de sus trabajadores luego del mencionado embargo.
Pero la amarga situación de GMV en Venezuela no es algo nuevo. En lo corrido de 2016 y 2017, la empresa no ensambló ningún vehículo, actividad que llevaba desarrollando con éxito durante 35 años, y ahora solo brinda servicios de posventa y repuestos.
Una nueva polémica en Venezuela tiene entre ojos a la filial General Motors, que por mensaje de texto decidió despedir a 2.700 trabajadores luego de recibir un embargo judicial de sus activos. Así lo denunciaron algunos de los ahora exempleados de la empresa a la agencia de noticias Reuters, quienes aseguraron que el mensaje les llegó desde un número registrado en Estados Unidos. (Lea: Tras embargo de su planta, General Motors se va de Venezuela)
“GMV informa que se realizó a su cuenta la transferencia de sus prestaciones sociales por la finalización de la relación de trabajo”, dice el SMS. Los trabajadores agregaron que luego del pago sus correos electrónicos corporativos también fueron desactivados.
De acuerdo con la empresa, la “lamentable” medida está directamente relacionada con la toma sorpresiva de su planta industrial en Valencia por parte de autoridades venezolanas que la confiscaron ilegalmente, un daño que consideraron “irreparable”.
“El embargo fue dictado en total desconocimiento al derecho a la defensa y al debido proceso, causando un daño irreparable a la compañía, a sus 2.678 trabajadores, a sus 79 concesionarios que representan la red de servicio más grande del país con más de 3.900 trabajadores y, a sus proveedores que representan más del 55% de la industria de autopartes en Venezuela”, denunció la ensambladora el pasado 20 de abril.
Según un empleado que dijo haber trabajado cinco años para GM, “nuestros exjefes nos dijeron que los directivos se fueron y todos fuimos despedidos. Ya no hay nadie en el país”.
A pesar de las denuncias sobre la forma en la que se generó el despido masivo, la ensambladora de mayor tradición y antigüedad en el país vecino ya había anunciado la liquidación total de sus trabajadores luego del mencionado embargo.
Pero la amarga situación de GMV en Venezuela no es algo nuevo. En lo corrido de 2016 y 2017, la empresa no ensambló ningún vehículo, actividad que llevaba desarrollando con éxito durante 35 años, y ahora solo brinda servicios de posventa y repuestos.