Addison Gardner, una niña de 12 años, habló frente a los legisladores republicanos del estado de Virginia Occidental a favor del acceso al aborto. Siendo una de las 90 personas que intervino en una audiencia pública sobre un proyecto de ley que busca restringir en casi todos los casos la interrupción voluntaria del embarazo, la joven afirmó: “Si un hombre decide que soy un objeto y me hace cosas indescriptibles y trágicas, ¿se supone que yo, una niña, debo llevar y dar a luz a otro niño? ¿Debo someter mi cuerpo al trauma físico del embarazo? (...). Algunos aquí dicen que son provida, ¿qué pasa con mi vida? ¿Mi vida no te importa?”.
Gardner dio su discurso en 45 segundos, el tiempo que le fue otorgado para ello, teniendo dentro del público a Rita Ray, una mujer de 80 años que abortó en 1959, catorce años antes de que “Roe vs. Wade” entrara en vigencia y de que el aborto se convirtiera en un derecho constitucional en Estados Unidos. La foto del momento fue tomada por Kyle Vass, periodista de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Virginia Occidental, y una persona la compartió en Twitter diciendo: “Rita Ray, de 80 años, que arriesgó su vida antes de Roe, al hacerse un aborto de alguien que no era un proveedor de atención médica, observa cómo Addison Gardner, de 12 años, contempla su propio futuro sin acceso al aborto legal en Virginia Occidental”.
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A pesar de esta intervención, la cámara aprobó el proyecto de ley con una abrumadora mayoría de votos, 69 a 23, haciendo legal que se prohíban los abortos en la mayoría de los casos, así como permite que los médicos que practiquen estos procedimientos sean procesados. Después de las palabras de Gardner, los miembros de la cámara adoptaron una enmienda que permitiría los abortos en casos de violación o incesto, pero solo si los procedimientos se realizan teniendo como límite la semana catorce de gestación y si la violación o el incesto se denuncian ante la Policía.
La semana pasada, la jueza de circuito del condado de Kanawha, Tera Salango, bloqueó la aplicación de la prohibición del aborto y le otorgó al Centro de Salud de la Mujer de Virginia Occidental, la única clínica de abortos del estado, la capacidad de continuar realizando el procedimiento. Salango dijo que sus pacientes, “especialmente aquellas que quedan embarazadas como resultado de una violación o incesto, están sufriendo daños irreparables”, informó Associated Press.
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