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Un fenómeno migratorio como el venezolano en Colombia puede parecer en un primer momento una pesada carga para un país al que no le sobran los problemas, viejos unos y sobrevenidos otros. Es, sin embargo, una realidad cuya peor manera de enfrentar es ignorándola.
Así lo ha entendido la sociedad colombiana en sus diferentes componentes que con comprensión, solidaridad, voluntad y no pocos obstáculos ha venido trabajando en el encaje en su seno de este numeroso grupo de mujeres y hombres, niñas y niños.
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En este proceso de acoplamiento para lograr la plena integración de los casi 1′800.000 venezolanos que han llegado a Colombia, a los que hay que sumar y no olvidar a 600.000 retornados colombianos y sus descendientes nacido en Venezuela, el Estatuto Temporal de Protección para los Migrantes Venezolanos (ETPV) puesto en marcha por el gobierno nacional ha sido, sin duda, el movimiento de más alto alcance pues permitirá regularizar su estancia en el país.
Una medida que, ante todo, dignifica a los migrantes y es el primer paso para que se inserten en igualdad de condiciones en el mercado laboral, coticen a la seguridad social, paguen sus impuestos y accedan a los servicios de educación y salud. Es decir, que puedan vivir con decoro junto a sus pares colombianos, dando su aporte al desarrollo de Colombia.
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Esta contribución de la comunidad migrante no es una idea abstracta, sino que se puede medir con números, como lo refleja el documento del Ministerio de Hacienda Marco Fiscal de Mediano Plazo 2021 (Mfmp), en el cual se señala que los ingresos tributarios en Colombia aumentarán 2,9% del PIB entre 2021 y 2030 frente a un escenario sin migración y que ésta ayudará a aumentar el crecimiento económico del país en 0,3 puntos porcentuales en 2021 y en 0,2 puntos en 2022.
Esta contribución no es poca cosa y así lo ve también el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, quien afirmó que “en el mediano plazo Colombia crecerá por encima de su potencial y lo va a hacer basado, primero, en el plan de reactivación económica, pero en segundo lugar, en los efectos de la migración en la fuerza laboral”.
En atención a la importancia que el éxito del ETPV tendrá no solo para el futuro de la comunidad migrante venezolana sino también para la economía colombiana y los colombianos, el Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario ha decidido acompañar y monitorear este proceso a través de su proyecto Bitácora de la Migración, que en su primer informe de junio de 2021 revela las primeras conclusiones.
Bitácora de la Migración reconoce el éxito con que arrancó el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), pues en casi dos meses ha logrado que se registren en la plataforma de Migración Colombia con Usuario y Contraseña 1′056.554 migrantes, de los cuales 951.294 han finalizado el proceso y 747.704 ya tienen asignadas citas para el Registro Biométrico que les permitirá contar con el Permiso de Protección Temporal (PPT), de acuerdo con datos al 1 de julio.
Completarlo será, sin embargo, un camino largo no exento de dificultades que ameritará intensificar las campañas informativas y didácticas, incrementar los Puntos Visibles y las unidades móviles para asistir a los migrantes, así como afinar algunos procedimientos en el portal de Migración Colombia para que los venezolanos más vulnerables que no tienen acceso a la tecnología o viven en zonas rurales y apartadas accedan de manera igualitaria a los beneficios del ETPV.
* Investigador del proyecto “Esto no es una frontera, esto es un río” del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario en colaboración con Diálogo Ciudadano y con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.