Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Trump endurece el pulso con Putin y vuelve a Ucrania una guerra de producciones

Donald Trump le responde a los ataques de Rusia a Ucrania con más armas y nuevas amenazas. Kiev ahora se defenderá con misiles de US$3 millones contra drones rusos de US$50.000. La guerra se vuelve un campo de producción industrial de armamento.

Juliana Valentina Vélez

14 de julio de 2025 - 06:16 p. m.
Estados Unidos confirmó el envío de sistemas de defensa antiaérea Patriot a Ucrania.
Foto: EFE - RUSSIAN DEFENCE MINISTRY PRESS S
PUBLICIDAD

La situación en el frente oriental en Ucrania se ha vuelto más crítica para Kiev, lo que obligó al presidente estadounidense, Donald Trump, a autorizar el envío de nuevos sistemas de defensa antiaérea Patriot y munición especializada a ese país. Rusia no solo ha incrementado sus ataques, sino que ha mejorado notablemente sus capacidades tecnológicas, especialmente en el uso de drones Shahed, inicialmente comprados a Irán, pero ahora fabricados localmente por Moscú. Estos aviones no tripulados, cuyo costo oscila entre US$50.000 y US$80.000, son más baratos que los misiles Patriot que los interceptan, cada uno de los cuales cuesta cerca de US$3 millones.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

Además, el presidente Trump anunció que si Rusia no firma un acuerdo con Ucrania en los próximos 50 días se enfrentará a aranceles del 100 %, lo que marca un fuerte giro en la política exterior del republicano desde la semana pasada, luego de meses resistiéndose a elevar la ayuda para los europeos. El costo, sin embargo, no recae directamente sobre Washington.

Los miembros de la OTAN serán quienes financien la compra de armamento, adquirido directamente a Estados Unidos, mientras Washington se reserva el papel de proveedor y figura de presión frente a Moscú. Esta fórmula no solo alivia el costo directo para EE. UU., sino que le permite mantener su industria militar activa y ejercer influencia geopolítica indirecta. Pero, ¿podría entonces cambiar la dinámica de apoyo hacia Ucrania?

Carlos Pinedo, profesor de la Universidad Militar Nueva Granada, señaló que el respaldo a Ucrania depende de que EE. UU. siga viendo ese apoyo como funcional a sus intereses globales. Añadió que la defensa ucraniana está atada a la estabilidad política en Washington, aunque esta podría necesitar nuevas justificaciones estratégicas si hay cambios electorales.

La relación costo-beneficio con Estados Unidos se ha convertido en uno de los mayores retos para Ucrania. Aunque cuenta con baterías Patriot proporcionadas por Washington, el alto precio de los misiles interceptores complica una defensa sostenida. Mientras tanto, Rusia presume una capacidad de producción industrial abrumadora.

Read more!

Según Marina Mirón, experta en defensa entrevistada por DW, el Kremlin asegura poder fabricar hasta mil drones al día. Además, los avances rusos no han cesado, pues Moscú ha rediseñado sus drones para que vuelen más alto, dificultando su detección y derribo, lo que agrava la vulnerabilidad de las ciudades e infraestructuras ucranianas.

En respuesta, Kiev ha adoptado soluciones de bajo costo, como la fabricación de interceptores mediante impresoras 3D. Además, el 4 de julio se firmó un acuerdo con Dinamarca para comenzar a producir armas ucranianas en suelo danés, lo cual podría ayudar a equilibrar una confrontación marcada por la asimetría industrial.

Pinedo aseveró que, a pesar de las dificultades en términos de costos, “el sistema Patriot representa una ganancia defensiva estratégica para Ucrania, al mejorar su capacidad de interceptar misiles balísticos, drones y ataques aéreos de alta intensidad”.

El experto recalcó que “no se trata de un armamento ofensivo, sino de un escudo que le permite proteger infraestructuras críticas y ciudades claves, particularmente frente a misiles hipersónicos, como el Kinzhal”. Aunque esto no cambia que Rusia tiene mayor ventaja ofensiva, “sí ofrece a Ucrania lo que podría llamarse ‘oxígeno estratégico’: una oportunidad para resistir con mayor estabilidad frente al poder aéreo ruso”.

Read more!

Desde el inicio de la invasión rusa, en 2022, países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Noruega han suministrado a Ucrania una gama diversa de armamento: desde misiles ATACMS de largo alcance, Himars y cañones M777, hasta tanques Abrams, Challenger y Leopard. También se han enviado sistemas de defensa aérea como NASAMS, IRIS-T y el británico Starstreak. Todas estas armas son necesarias para el apoyo a Ucrania, pero el país enfrenta más desafíos. Pinedo aseveró que existe una “doble presión”, que es tanto material como humana.

No ad for you

La presión material consiste en que, “pese a los avances en innovación bélica, Ucrania enfrenta una guerra de desgaste que supera su capacidad nacional de producción”, pues “si bien ha logrado desarrollar y emplear de manera autónoma drones de ataque y reconocimiento, claves para frenar avances rusos y minar la moral del enemigo en el frente terrestre, la mayor parte de su esfuerzo militar aún depende del suministro externo de municiones, especialmente proyectiles de artillería de 155 mm”.

La presión humana se evidencia en el Estado, que “enfrenta una crisis de reclutamiento que amenaza con erosionar la continuidad operativa de sus fuerzas armadas”. Pinedo afirmó que “el país necesita entre 400.000 y 500.000 nuevos soldados para mantener su capacidad de rotación, pero enfrenta una combinación de desgaste poblacional, fatiga social y campañas rusas que socavan la moral”. Esto ha creado una desventaja estratégica para Ucrania.

Pese a las promesas de refuerzo, Ucrania aún enfrenta una carrera contrarreloj. La presión del conflicto ha llevado a Washington a desviar armamento previamente destinado a otras regiones, como Oriente Medio. Aunque Trump ha insistido en la entrega de “armas defensivas principalmente”, la línea entre defensa y ofensiva se difumina en un conflicto que exige cada vez mayor capacidad táctica.

No ad for you

👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.

El Espectador, comprometido con ofrecer la mejor experiencia a sus lectores, ha forjado una alianza estratégica con The New York Times con el 30 % de descuento.

Este plan ofrece una experiencia informativa completa, combinando el mejor periodismo colombiano con la cobertura internacional de The New York Times. No pierda la oportunidad de acceder a todos estos beneficios y más. ¡Suscríbase aquí al plan superprémium de El Espectador hoy y viva el periodismo desde una perspectiva global!

📧 📬 🌍 Si le interesa recibir un resumen semanal de las noticias y análisis de la sección Internacional de El Espectador, puede ingresar a nuestro portafolio de newsletters, buscar “No es el fin del mundo” e inscribirse a nuestro boletín. Si desea contactar al equipo, puede hacerlo escribiendo a mmedina@elespectador.com

Por Juliana Valentina Vélez

Estudiante de Relaciones Internacionales y Estudios Políticos.jvelez@elespectador.com
Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.