El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recorrió el miércoles zonas del sudeste del país devastadas por el huracán Florence, en muchos casos aún bajo agua, donde repartió comida y prometió "100%" de ayuda federal.
"Washington está con ustedes. Trump está con ustedes. Todos estamos con ustedes al 100% y lo superaremos", dijo el presidente en la sede de operaciones de emergencia en Conway, Carolina del Sur.
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Al iniciar su visita en la base militar de Cherry Point, Carolina del Norte, a unos 30 kilómetros del lugar donde el huracán tocó tierra el viernes pasado, el mandatario destacó la magnitud del desastre. "Las inundaciones son históricas, difíciles de creer", dijo.
"Nos estamos preparando para enviar un montón de dinero a la región. Lo necesitarán. Y lo tenemos y lo estaremos suministrando", aseguró.
Trump, un magnate de bienes raíces con hoteles y clubes en todo el mundo, aprovechó su visita para preguntar sobre la zona de Norman Lake cerca de Charlotte, donde posee un campo de golf. "Me encanta esta área, no puedo decir por qué, pero me encanta", comentó cuando un funcionario le dijo que no había sido afectada.
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Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia fueron los estados más golpeados por Florence, que provocó "catastróficas" inundaciones según las autoridades, y daños que podrían alcanzar los miles de millones de dólares. Al menos 37 personas murieron por la tormenta, entre ellos varios niños, según un balance provisorio.
"Nunca olvidaremos a sus muertos, siempre estaremos a su lado", dijo Trump a las familias de las víctimas.
El presidente, que visitó Texas el año pasado después del huracán Harvey, y Puerto Rico, arrasado por el huracán María, fue criticado recientemente por cuestionar el saldo oficial de casi 3.000 muertos en ese territorio estadounidense en el Caribe.