Ocho miembros de la policía estatal y cinco de la Fiscalía fueron atacados por un grupo delictivo en Coatepec Harinas, en el Estado de México. El secretario de Seguridad del Estado de México, Rodrigo Martínez y el Fiscal General de Justicia de la entidad, Alejandro Gómez confirmaron los hechos y explicaron que los policías “realizaban labores de patrullaje en la región justamente para el combate de grupos delictivos que operan en la zona”.
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Las autoridades informaron que miembros del Ejército, la Armada y la Guardia Nacional recorren el lugar para dar con los perpetradores. “Las instituciones que conforman la Coordinación para la Construcción de la Paz en el Estado de México condenan este artero y cobarde ataque, y hacen el compromiso de que no quedará impune”, dijeron en una rueda de prensa.
El Estado de México, muy cerca a la capital, es una de las regiones más violentas del país donde varias bandas criminales están asentadas. En la zona operan al menos 26 organizaciones delincuenciales, desde cárteles hasta células criminales, según un informe publicado por el medio Animal Político en septiembre de 2020.
La plataforma advirtió que hay dos cárteles en disputa por el territorio: “La Familia Michoacana, con dominio mayoritario en el sur del estado -en colindancia con Guerrero, Morelos y Michoacán-, y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que pelea el control en el Valle de México, esto es, en los municipios que rodean a la CDMX, y en el oriente”, se lee en el documento.
El tema de seguridad y violencia en México es tan grave, que el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, el general Glen VanHerck, señaló el martes pasado en una rueda de prensa desde el Pentágono que entre el 30 y el 35 % del territorio mexicano es controlado por organizaciones criminales, en unas declaraciones que han tenido mucho eco en la prensa local. La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana reconoció que en algunas regiones del país hay “presencia” de grupos delictivos que se “combaten diariamente con todo el aparato del Estado”.
Con todo y esto, el Gobierno mexicano negó este viernes que un tercio del país esté controlado por el narcotráfico tras la emboscada que dejó 13 agentes de seguridad muertos en el central Estado de México. Cuestionada sobre el control territorial de los grupos delictivos, la secretaria de seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dijo: “De ninguna manera, esa afirmación no es real. Tajantemente la negamos”.
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Al preguntarle sobre la masacre, Rodríguez aseguró que hay una “colaboración” en el seguimiento y la investigación del caso por parte de “todas las autoridades federales”. Indicó que hay unas líneas de investigación que se están siguiendo, pero aseguró que se dejó la “batuta” a la Fiscalía del Estado de México “por el momento”, aunque el Gobierno federal está en la mayor disposición de apoyar en el caso.
El presidente Andrés Manuel López Obrador atribuyó el suceso, y la violencia en general, a un problema “arraigado” desde hace décadas por el abandono del pueblo mexicano. “Se fue creando un ambiente propicio para la delincuencia”, subrayó. Según medios locales, detrás de la matanza estaría el cártel de La Familia Michoacana, que habría actuado en represalia por un operativo de seguridad días antes en un municipio cercano a Coatepec de Harinas.
Más de 300.000 personas han sido asesinadas en México desde que en diciembre de 2006 el gobierno federal lanzó un polémico operativo militar antidrogas. El gobierno atribuye la mayoría de esos casos a la delincuencia organizada.
Por Redacción Internacional y Efe
