Las altas esferas del gobierno alemán están preocupadas por la denuncia del diputado alemán nacido en Senegal Karamba Diaby, en la que afirmó haber encontrado tres disparos en una de las ventanas de su oficina. El hecho se produce en medio de una creciente preocupación sobre las amenazas contra políticos de ese país. Las primeras teorías que se manejan señalan a partidarios de la ultraderecha como responsables.
"Hemos encontrado agujeros de bala en las ventanas de mi oficina", escribió el diputado en su cuenta en Twitter, donde afirma que la policía está investigando el caso. El mensaje va acompañado de una fotografía donde se ven tres agujeros, aparentemente producidos por disparos efectuados cuando la oficina estaba cerrada, entre la tarde del martes y la mañana del miércoles.
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Karamba, de 58 años y miembro del Bundestag desde 2013 por la ciudad de Halle, es portavoz de Integración en el grupo parlamentario socialdemócrata y ha recibido amenazas de la ultraderecha. "Inconcebible, repugnante y cobarde", escribió en Twitter el ministro alemán de Exteriores, el socialdemócrata Heiko Maas. Según el semanario "Der Spiegel", los disparos se habrían hecho con una arma "softair".
Los políticos deben contar con la "pertinente protección de las fuerzas de seguridad", afirmó la ministra de Defensa y líder de la Unión Cristiademócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, y se pronunció en contra de tratar de responder a ello con métodos de autodefensa.
La funcionaria aludía con ello al alcalde de Kamp Lintfort (oeste), Christoph Landscheidt, quien ha sido reiteradamente amenazado y ha pedido licencia de armas porque teme por su vida y la de su familia.
Las intimidaciones, ataques físicos o amenazas a través de las redes sociales a políticos locales han ido en aumento desde 2015, el año en que Alemania recibió un millón de refugiados. Walter Lübcke, un político de la CDU defensor de la acogida de refugiados, murió de un tiro en la cabeza el año pasado, presuntamente disparado por un neonazi de 45 años.
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Desde la gran coalición de Angela Merkel como desde los opositores Verdes e Izquierda se ha responsabilizado a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), tercera fuerza del Bundestag, del clima de odio hacia los cargos públicos.
Entre los casos destacados estuvo el del alcalde de Altena (oeste), quien en 2015 fue atacado con un cuchillo por un vecino contrario a la llegada de refugiados a esa localidad. Otro alcalde, el de Tröglitz (este), dimitió tras semanas de acoso neonazi a su vivienda familiar en protesta por la construcción de un albergue.
Además, la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, asimismo comprometida con la acogida de refugiados, quedó en coma inducido durante varios días tras recibir varias cuchilladas de un ultraderechista. Entre los casos de intimidaciones reiteradas a miembros del Bundestag están los de la vicepresidenta de la cámara por La Izquierda, Petra Pau, y el exlíder de los Verdes, Cem Özdemir, de origen turco.