España: capturan al principal sospechoso de enviar cartas bomba a Europa
Las cartas bomba se repartieron por las embajadas de más de 10 países y en varios casos detonaron. Las autoridades consideraron esto un acto de terrorismo.
El Ministerio de Interior de España confirmó este miércoles el arresto de un hombre de 74 años acusado de haber enviado los sobres bomba que se repartieron en embajadas europeas entre noviembre y diciembre de 2022. Esta persona, alegan las autoridades, también sería el encargado de haber enviado “seis cartas con material deflagrante” al círculo político español, entre ellos al presidente Pedro Sánchez, el Ministerio de Defensa y la embajada de Estados Unidos en Madrid.
El arresto se produjo en Miranda de Ebro (en el norte de España), donde la Policía Nacional capturó a esta persona de nacionalidad española.
Según citó AFP a fuentes policiales, “se trata del único sospechoso”.
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“La operación […] sigue abierta y se está llevando a cabo el registro del domicilio del arrestado”, indicó un funcionario del ministerio.
Los paquetes bomba
Durante todo diciembre, paquetes con envoltorio marrón y caligrafía similar fueron entregados, principalmente, en las embajadas de Ucrania en Europa. En varias ocasiones, los voceros de las entidades diplomáticas denunciaron que los paquetes, que llegaron a través del correo postal, contenían sangre y órganos animales.
El primero que llegó fue interceptado en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno español, el pasado 24 de noviembre por los servicios de seguridad, en un rastreo rutinario del correo dirigido al presidente del Ejecutivo, aunque se hizo público una semana después. Luego otro sobre de las mismas características llegó a la Embajada de Ucrania en Madrid y explotó en manos de un trabajador. A estos dos envíos le siguieron otros cuatro: a una empresa de fabricación de armamento en Zaragoza; a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid); a la ministra de Defensa, Margarita Robles; y a la embajadora de EE. UU., el 1 de diciembre de 2022.
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En todos los casos salvo en el de la embajada ucraniana, los sobres, enviados desde la propia España, fueron interceptados por personal de seguridad sin causar daños antes de llegar a su destinatario.
Desde aquel entonces, la Policía Española y los funcionarios diplomáticos de Ucrania alertaron que se trataría de un posible intento de terrorismo.
Ucrania señala a Rusia
El embajador ucraniano en España, Serhii Pohoreltsev, había señalado implícitamente a Rusia, país que invadió a Ucrania hace casi un año, de estar detrás de la carta que le iba dirigida.
“Sabemos los métodos terroristas del país agresor”, dijo Pohoreltsev en aquel momento a la televisión pública española.
Por su parte, la Embajada de Rusia en España afirmó que “cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables”.
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Según el diario The New York Times, los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos sospechaban que un pequeño grupo paramilitar ruso, el Movimiento Imperial Ruso (MIR), estaba detrás de la serie de cartas con explosivos.
Dicho grupo ultranacionalista y supremacista blanco, incluido en la lista estadounidense de organizaciones terroristas en 2020, habría actuado de forma encubierta a las órdenes del servicio de inteligencia militar ruso (GRU), según señaló el medio estadounidense.
“Miembros destacados del grupo viajaron a España y la policía (española) arrojó luz sobre sus vínculos con organizaciones españolas de extrema derecha”, escribió el New York Times.
Según la publicación, la campaña fue organizada para “probar” la capacidad de acción de estos grupos en caso de una escalada del conflicto.
“Parece un disparo de advertencia”, dijo al diario Nathan Sales, antiguo coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Según el centro de seguridad y cooperación internacional (CISAC) de la Universidad de Stanford, que lleva una relación de los principales grupos supremacistas del mundo, el MIR se fundó en 2002 y ha estado luchando junto a los separatistas prorrusos desde 2014 en la región del Donbás en Ucrania.
Mantiene “contacto con grupos neonazis y supremacistas blancos en toda Europa y Estados Unidos” y “ha brindado entrenamiento paramilitar a ciudadanos rusos y miembros de organizaciones afines de otros países”, explicó.
Se espera que el detenido declare ante la Audiencia Nacional española el próximo día 27.
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El Ministerio de Interior de España confirmó este miércoles el arresto de un hombre de 74 años acusado de haber enviado los sobres bomba que se repartieron en embajadas europeas entre noviembre y diciembre de 2022. Esta persona, alegan las autoridades, también sería el encargado de haber enviado “seis cartas con material deflagrante” al círculo político español, entre ellos al presidente Pedro Sánchez, el Ministerio de Defensa y la embajada de Estados Unidos en Madrid.
El arresto se produjo en Miranda de Ebro (en el norte de España), donde la Policía Nacional capturó a esta persona de nacionalidad española.
Según citó AFP a fuentes policiales, “se trata del único sospechoso”.
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“La operación […] sigue abierta y se está llevando a cabo el registro del domicilio del arrestado”, indicó un funcionario del ministerio.
Los paquetes bomba
Durante todo diciembre, paquetes con envoltorio marrón y caligrafía similar fueron entregados, principalmente, en las embajadas de Ucrania en Europa. En varias ocasiones, los voceros de las entidades diplomáticas denunciaron que los paquetes, que llegaron a través del correo postal, contenían sangre y órganos animales.
El primero que llegó fue interceptado en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno español, el pasado 24 de noviembre por los servicios de seguridad, en un rastreo rutinario del correo dirigido al presidente del Ejecutivo, aunque se hizo público una semana después. Luego otro sobre de las mismas características llegó a la Embajada de Ucrania en Madrid y explotó en manos de un trabajador. A estos dos envíos le siguieron otros cuatro: a una empresa de fabricación de armamento en Zaragoza; a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid); a la ministra de Defensa, Margarita Robles; y a la embajadora de EE. UU., el 1 de diciembre de 2022.
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En todos los casos salvo en el de la embajada ucraniana, los sobres, enviados desde la propia España, fueron interceptados por personal de seguridad sin causar daños antes de llegar a su destinatario.
Desde aquel entonces, la Policía Española y los funcionarios diplomáticos de Ucrania alertaron que se trataría de un posible intento de terrorismo.
Ucrania señala a Rusia
El embajador ucraniano en España, Serhii Pohoreltsev, había señalado implícitamente a Rusia, país que invadió a Ucrania hace casi un año, de estar detrás de la carta que le iba dirigida.
“Sabemos los métodos terroristas del país agresor”, dijo Pohoreltsev en aquel momento a la televisión pública española.
Por su parte, la Embajada de Rusia en España afirmó que “cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables”.
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Según el diario The New York Times, los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos sospechaban que un pequeño grupo paramilitar ruso, el Movimiento Imperial Ruso (MIR), estaba detrás de la serie de cartas con explosivos.
Dicho grupo ultranacionalista y supremacista blanco, incluido en la lista estadounidense de organizaciones terroristas en 2020, habría actuado de forma encubierta a las órdenes del servicio de inteligencia militar ruso (GRU), según señaló el medio estadounidense.
“Miembros destacados del grupo viajaron a España y la policía (española) arrojó luz sobre sus vínculos con organizaciones españolas de extrema derecha”, escribió el New York Times.
Según la publicación, la campaña fue organizada para “probar” la capacidad de acción de estos grupos en caso de una escalada del conflicto.
“Parece un disparo de advertencia”, dijo al diario Nathan Sales, antiguo coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Según el centro de seguridad y cooperación internacional (CISAC) de la Universidad de Stanford, que lleva una relación de los principales grupos supremacistas del mundo, el MIR se fundó en 2002 y ha estado luchando junto a los separatistas prorrusos desde 2014 en la región del Donbás en Ucrania.
Mantiene “contacto con grupos neonazis y supremacistas blancos en toda Europa y Estados Unidos” y “ha brindado entrenamiento paramilitar a ciudadanos rusos y miembros de organizaciones afines de otros países”, explicó.
Se espera que el detenido declare ante la Audiencia Nacional española el próximo día 27.
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