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Las casas de apuestas ya hacen su negocio con el futuro papa, ¿eso es legal?

Mientras millones de fieles rezan por el futuro de la Iglesia, las casas de apuestas ya hacen sus jugadas: el próximo papa también es una apuesta.

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21 de abril de 2025 - 04:58 p. m.
El papa Francisco murió a los 88 años en el Vaticano.
El papa Francisco murió a los 88 años en el Vaticano.
Foto: EFE - ANGELO CARCONI
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La muerte del Papa Francisco ha abierto la puerta a uno de los eventos más importantes del mundo católico: la elección de su sucesor. Y como en cada gran evento global, las casas de apuestas ya olieron el negocio.

Desde Londres hasta Dublín, pasando por sitios web especializados, las casas de apuestas extranjeras han comenzado a ofrecer cuotas sobre quién será el próximo pontífice, cuánto durará el cónclave e incluso qué nombre adoptará el nuevo papa. Se trata de un fenómeno que mezcla tradición religiosa, geopolítica e intereses comerciales.

¿Es legal apostar por quién será el nuevo papa?

A diferencia de Europa, en Estados Unidos apostar por el futuro papa es ilegal, incluso en Nevada, donde las apuestas deportivas están ampliamente reguladas.

“La mayoría de los estados prohíben apostar sobre elecciones, incluso religiosas”, explicó Holly Wetzel, exvocera de la Asociación Americana del Juego, en una entrevista con USA Today. Las apuestas sobre el papa entran en esa categoría, tanto por razones legales como éticas.

Eso no impide que algunos hagan apuestas informales en oficinas o círculos privados, aunque estas prácticas se mantienen en una zona gris legal. Los sitios web de apuestas con base fuera del país pueden ser accesibles desde Estados Unidos, pero su uso está restringido por normativas locales y federales.

Las apuestas, un mercado millonario

Aunque parezca insólito, apostar por el próximo papa es una práctica común en países donde este tipo de apuestas son legales. En el Reino Unido e Irlanda, por ejemplo, casas como Paddy Power, Ladbrokes o William Hill han abierto mercados con cuotas detalladas para varios cardenales.

Durante el cónclave de 2013, cuando fue elegido el Papa Francisco, se estima que se movieron millones de dólares en apuestas. Ese año, laire Davies, portavoz de la casa de apuestas irlandesa Paddy Power, dijo a CNN que la muerte del papa significó el mayor evento no deportivo del año en la empresa.

Hoy, en 2025, la historia parece repetirse. Además de la identidad del sucesor de Francisco, la gente también apuesta por el nombre que elegirá el próximo pontífice una vez sea electo.

Los posibles sucesores del papa Francisco

Pietro Parolin, actual número dos del Vaticano, encabeza las listas de apuestas con una cuota de 4/1, seguido por Luis Antonio Tagle (9/2), Peter Turkson (6/1) y Peter Erdö (7/1). En algunos portales, Tagle, cardenal filipino cercano a la visión pastoral de Francisco, lidera con 3/1.

Más allá de la legalidad, el debate también es ético. Para algunos católicos, apostar sobre la elección del Sumo Pontífice es una banalización de un evento profundamente espiritual. Para otros, es simplemente un reflejo más del interés global y el misterio que rodea al proceso del cónclave, llevado a cabo a puerta cerrada por los 135 cardenales electores menores de 80 años.

¿Cómo se elige a un papa?

Cuando un papa muere o renuncia, se activa el protocolo del cónclave, una tradición centenaria marcada por el secreto y el aislamiento. El término “cónclave” proviene del latín cum clave (“con llave”) y hace referencia al encierro de los cardenales en la Casa Santa Marta, dentro del Vaticano.

Allí, sin contacto con el exterior, realizan votaciones diarias en la Capilla Sixtina hasta que uno de ellos obtiene al menos dos tercios de los votos. Solo los cardenales menores de 80 años pueden participar como electores.

El proceso es riguroso: cada votación concluye con la quema de papeletas, cuyo humo —blanco o negro— anuncia al mundo si hay un nuevo papa. Si hay consenso y el elegido acepta, se proclama el “habemus papam” desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Aunque cualquier varón católico puede ser elegido, desde 1378 todos los papas han sido cardenales. El nuevo pontífice elige el nombre con el que será conocido.

Para conocer más sobre el proceso del cónclave, puede leer: ¿Cómo se escoge a un nuevo papa?

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