Macron y Mohamed bin Salman acuerdan una "estrategia común" en Oriente Medio

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, acordaron hoy llevar a cabo una "estrategia común" para Oriente Medio, donde Irán y la guerra en Siria son el principal foco de preocupación. La visita de dos días a Francia del heredero saudí también sirvió para que ambos países firmasen 19 acuerdos bilaterales por valor de 18.000 millones de dólares (unos 14.630 millones de euros), entre los que destaca el rubricado entre la petrolera francesa Total y la saudí Aramco, la mayor del mundo en el sector.

"En los últimos diez años ha habido un paréntesis en el que hicimos de Arabia Saudí un mero cliente con el que firmábamos buenos contratos (...) Ahora buscamos una estrategia común en los acuerdos y en los desacuerdos", manifestó Macron en una rueda de prensa conjunta con Bin Salman celebrada en el palacio del Elíseo, sede de la Jefatura del Estado.

El presidente francés citó algunos de los frentes que comparte con el príncipe heredero saudí, como la lucha contra el terrorismo y el interés en estabilizar países como el Líbano, y otros en los que discrepan, como el acuerdo nuclear entre Occidente e Irán, que París defiende y Riad critica.

"Hemos tenido visiones diferentes sobre el acuerdo nuclear, pero podemos tener una visión estratégica coherente. Estamos de acuerdo en parar el proyecto del islam político de Irán y en frenar su expansionismo regional", citó Macron, quien abogó por reformar el pacto nuclear para poder sancionar el programa de misiles balísticos iraní.

No obstante, Macron alabó el impulso reformista de Bin Salman, que busca una diversificación de la economía y una apertura social en su país, tradicionalmente ultraconservador. "Si decimos que los cambios en Arabia Saudí son meramente cosméticos estamos haciendo un flaco favor, porque daremos cancha a los contrarreformistas y volveremos para atrás. Dejaremos solo al príncipe con los que abogan por el islam político y el terrorismo", alegó.

Yemen, país en guerra civil entre las fuerzas gubernamentales, apoyadas por Arabia Saudí y una coalición árabe, y los rebeldes hutíes chiíes (apoyados por Irán), también estuvo en la agenda de la reunión entre Macron y Bin Salman. Macron aclaró que "no tolerará" lanzamientos de misiles contra Arabia Saudí, pero también subrayó que es necesario preocuparse por los civiles de Yemen.

En contexto: ¿Qué es lo que pasa en Yemen?

En ese sentido, el presidente francés anunció la celebración de una conferencia internacional en París de aquí hasta el verano para abordar la situación humanitaria del Yemen. Bin Salman denunció que el acuerdo nuclear alcanzado con Irán ha servido al régimen de Teherán para disponer de fondos bloqueados que se han usado "no para construir escuelas", sino para lanzar misiles.

"Desgraciadamente, estamos rodeados de algunos países cuya meta es destruirnos", denunció el príncipe heredero saudí, quien acusó a Irán de acoger al grupo terrorista Al Qaeda. Asimismo, destacó el compromiso de su país para combatir a los yihadistas en el desierto africano del Sahel, donde está fuertemente implicado Francia, y saludó que tanto su proyecto político como el de Macron son "reformistas".

La situación de Siria también tuvo un espacio destacado en la rueda de prensa en plena especulación con un inminente ataque de las potencias occidentales contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, al que acusan de usar armas químicas contra su población. "El régimen de Al Asad no es el enemigo de Francia, sino el de su pueblo", aseveró Macron, quien aclaró que, en caso de que se produzcan ataques en Siria, irán dirigidos solamente contra las "capacidades químicas" del régimen sirio.

"Seguiremos hablando con el Reino Unido y Estados Unidos sobre cuestiones técnicas y en los próximos días tomaremos una decisión" acerca de una eventual ofensiva, dijo. El viaje del príncipe heredero saudí también estuvo salpicado por una denuncia presentada contra Arabia Saudí en Francia por la Asociación Yemení de Defensa de los Derechos Humanos por supuestos crímenes de guerra cometidos por el régimen de Riad en la vecina Yemen.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, acordaron hoy llevar a cabo una "estrategia común" para Oriente Medio, donde Irán y la guerra en Siria son el principal foco de preocupación. La visita de dos días a Francia del heredero saudí también sirvió para que ambos países firmasen 19 acuerdos bilaterales por valor de 18.000 millones de dólares (unos 14.630 millones de euros), entre los que destaca el rubricado entre la petrolera francesa Total y la saudí Aramco, la mayor del mundo en el sector.

"En los últimos diez años ha habido un paréntesis en el que hicimos de Arabia Saudí un mero cliente con el que firmábamos buenos contratos (...) Ahora buscamos una estrategia común en los acuerdos y en los desacuerdos", manifestó Macron en una rueda de prensa conjunta con Bin Salman celebrada en el palacio del Elíseo, sede de la Jefatura del Estado.

El presidente francés citó algunos de los frentes que comparte con el príncipe heredero saudí, como la lucha contra el terrorismo y el interés en estabilizar países como el Líbano, y otros en los que discrepan, como el acuerdo nuclear entre Occidente e Irán, que París defiende y Riad critica.

"Hemos tenido visiones diferentes sobre el acuerdo nuclear, pero podemos tener una visión estratégica coherente. Estamos de acuerdo en parar el proyecto del islam político de Irán y en frenar su expansionismo regional", citó Macron, quien abogó por reformar el pacto nuclear para poder sancionar el programa de misiles balísticos iraní.

No obstante, Macron alabó el impulso reformista de Bin Salman, que busca una diversificación de la economía y una apertura social en su país, tradicionalmente ultraconservador. "Si decimos que los cambios en Arabia Saudí son meramente cosméticos estamos haciendo un flaco favor, porque daremos cancha a los contrarreformistas y volveremos para atrás. Dejaremos solo al príncipe con los que abogan por el islam político y el terrorismo", alegó.

Yemen, país en guerra civil entre las fuerzas gubernamentales, apoyadas por Arabia Saudí y una coalición árabe, y los rebeldes hutíes chiíes (apoyados por Irán), también estuvo en la agenda de la reunión entre Macron y Bin Salman. Macron aclaró que "no tolerará" lanzamientos de misiles contra Arabia Saudí, pero también subrayó que es necesario preocuparse por los civiles de Yemen.

En contexto: ¿Qué es lo que pasa en Yemen?

En ese sentido, el presidente francés anunció la celebración de una conferencia internacional en París de aquí hasta el verano para abordar la situación humanitaria del Yemen. Bin Salman denunció que el acuerdo nuclear alcanzado con Irán ha servido al régimen de Teherán para disponer de fondos bloqueados que se han usado "no para construir escuelas", sino para lanzar misiles.

"Desgraciadamente, estamos rodeados de algunos países cuya meta es destruirnos", denunció el príncipe heredero saudí, quien acusó a Irán de acoger al grupo terrorista Al Qaeda. Asimismo, destacó el compromiso de su país para combatir a los yihadistas en el desierto africano del Sahel, donde está fuertemente implicado Francia, y saludó que tanto su proyecto político como el de Macron son "reformistas".

La situación de Siria también tuvo un espacio destacado en la rueda de prensa en plena especulación con un inminente ataque de las potencias occidentales contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, al que acusan de usar armas químicas contra su población. "El régimen de Al Asad no es el enemigo de Francia, sino el de su pueblo", aseveró Macron, quien aclaró que, en caso de que se produzcan ataques en Siria, irán dirigidos solamente contra las "capacidades químicas" del régimen sirio.

"Seguiremos hablando con el Reino Unido y Estados Unidos sobre cuestiones técnicas y en los próximos días tomaremos una decisión" acerca de una eventual ofensiva, dijo. El viaje del príncipe heredero saudí también estuvo salpicado por una denuncia presentada contra Arabia Saudí en Francia por la Asociación Yemení de Defensa de los Derechos Humanos por supuestos crímenes de guerra cometidos por el régimen de Riad en la vecina Yemen.