Mijail Mishustin, el desconocido nuevo primer ministro de Rusia y nueva mano derecha de Putin

Un tecnócrata muy poco conocido y sin ambiciones políticas será el nuevo primer ministro ruso y hombre de confianza del presidente Vladimir Putin. Alejado de los escándalos de corrupción que rodean al gobierno, dentro de sus mayores logros está el haber reformado el sistema tributario del país.

redacción internacional con información de agencias
17 de enero de 2020 - 11:49 a. m.
Mijail Mishustin, nuevo primer ministro ruso. / AFP
Mijail Mishustin, nuevo primer ministro ruso. / AFP

El moscovita Mijail Mishustin trabajó toda su vida para estar alejado de los focos. De perfil bajo, este hombre estuvo a la sombra de grandes reformas tributarias en el país y era considerado un funcionario ejemplar, aunque silencioso.

Pero a partir del miércoles su interés por pasar desapercibido quedó en el olvido. El ingeniero, hasta ahora desconocido para la mayoría de la población rusa, tendrá la atención de los medios sobre él, pues tendrá que lidiar con la difícil tarea de ser la nueva mano derecha del presidente Vladimir Putin.

Tras un miércoles frenético en la política rusa, en el que renunciaron tanto el primer ministro como el resto del gabinete, la Cámara baja confirmó el jueves por abrumadora mayoría como nuevo primer ministro a Mishustin.

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De 53 años, y con una apariencia similar a la del premier soviético Mijail Gorbachov, Mishustin reemplazará a Dimitri Medvedev, quien presentó la renuncia de su gobierno, después de que Putin expresara su deseo de llevar a cabo importantes reformas constitucionales el miércoles. Tras su confirmación, se convertirá en el 13º primer ministro de la historia de la Federación Rusa desde 1991.

Mishustin, un auténtico desconocido, pero muy eficiente y libre de la mácula de la corrupción, inició en 1998 su lento ascenso en el Servicio Federal de Impuestos, agencia que dirigía desde 2010. Los comentaristas políticos rusos destacan que nunca ha pertenecido a la élite política del país y no se ha enriquecido a costas del estado. La revista Forbes estimó su fortuna en 2018 a 18 millones de rublos (unos 264.000 euros).

"Es conocido como un magnífico burócrata, en el mejor sentido de la palabra. Para Putin es conocido como una persona que no está vinculada con ningún escándalo", apuntó el politólogo Gleb Pavloski.

Al mando del fisco ruso, este hombre tiene en su corto curriculum un gran logro, según expresaba de forma grandilocuente la emisora televisiva pública Rossiya-24.

"Creó el mejor sistema de colecta de impuestos del mundo", aseguró la cadena poco después del anuncio de su nombramiento.

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Sea o no exagerada esta afirmación, lo cierto es que Mishustin organizó la reestructuración y la digitalización del fisco, durante mucho tiempo dominado por una enorme burocracia, para convertirlo en una poderosa agencia gubernamental.

De hecho, según los expertos, su buen cartel está estrechamente vinculado con la exitosa reforma de la agencia tributaria y la mejora de la imagen de dicho servicio entre los rusos. Gracias a su gestión, la recaudación de impuestos se incrementó incluso en tiempos de crisis económica y un gran número de negocios salió a flote.

Cursó sus estudios en la capital rusa en los últimos años de la Unión Soviética, durante los tiempos de la Perestroika de Mijai Gorbachov y se convirtió en catedrático de economía ya tras la caída de la URSS, en 1991.

Mishustin ingresó a la administración del gobierno ruso en 1998, durante la presidencia de Boris Yeltsin. Ejerció como vicepresidente del servicio de impuestos, cargo que mantendría con la llegada de Vladimir Putin a la presidencia en el 2000.

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Luego seguiría una carrera de alto funcionario en varias agencias gubernamentales: a partir de 2004 en el servicio federal de catastro, luego tres años más tarde en la dependencia encargada de la gestión de las zonas económicas especiales creadas para atraer inversiones extranjeras.

El nuevo primer ministro se retiró del gobierno en el 2008 para trabajar en el sector privado. Tras dirigir un fondo de inversiones, UFG Asset Management, retornará en 2010 al servicio de impuestos ruso con la misión de modernizarlo profundamente.

Para lograrlo, Mijail Mishustin se convirtió en el adalid de la digitalización de la economía rusa. A fines de 2018, el servicio de impuestos anunció, "para mejorar la eficacia", la creación de una base de datos centralizada que reúne todos los datos existentes sobre los ciudadanos rusos y es accesible a todas las administraciones. 

De hecho, ese interés por las nuevas tecnologías es algo que según expertos convenció a Putin de nominarlo, pues el presidente tiene planes de digitalizar la gestión estatal.

A nivel ideológico, no es considerado un liberal, pero tampoco es visto como una persona cercana a los "silovikí", los miembros de los órganos de seguridad del Estado.

Previsiblemente, su papel será ostentar el cargo de jefe del Gobierno hasta las elecciones legislativas de 2021, cuando deberían entrar en vigor las reformas constitucionales propuestas por Putin en su discurso sobre el estado de la nación.

En dicho caso, jugaría un papel similar al de Víctor Zubkov, el veterano funcionario ruso elegido por Putin para dirigir el Gobierno entre septiembre de 2007 y mayo de 2008. Entonces, Zubkov fue sustituido por el propio Putin, papel de hombre de paja que podría ejercer también dentro de un año y medio el propio Mishustin.

Sobre su vida personal, se sabe que está casado y tien tres hijos. Es aficionado al hockey sobre hielo, e integra el consejo de supervisión del CSKA Moscú, el club deportivo del Ejército ruso.

Por redacción internacional con información de agencias

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