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El ministro ruso de Defensa ordenó el retiro de las tropas rusas de la ciudad ucraniana de Jersón. “Proceda a retirar a los soldados”, dijo en la televisión el jefe de la cartera, Serguéi Shoigu, al general Serguéi Surovikin, comandante de las operaciones rusas en Ucrania, quien admitió que la decisión de replegarse a la margen derecha del rio Dniéper no era “nada fácil”.
Los argumentos detrás de esta decisión fueron logísticos. De hecho, en un discurso transmitido por televisión, el general Surovikin afirmó que “Jersón no puede estar completamente abastecido y funcionar. Rusia hizo todo lo posible para garantizar la evacuación de los habitantes de Jersón”. Agregó que “la decisión de defender en la orilla izquierda del Dniéper no es fácil, pero, al mismo tiempo, salvaremos la vida de nuestros militares”.
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El comandante de las fuerzas rusas en Ucrania comentó que ya no era posible para sus unidades mantener los suministros en la ciudad y responder a los ataques del Ejército ucraniano. “En estas circunstancias, la opción más sensata es organizar la defensa a lo largo de la otra orilla del río Dniéper ”, dijo Surovikin en una reunión con los altos mandos militares. Shoigu aceptó. Como consecuencia de esto, las fuerzas rusas se retirarán por completo de los territorios que ocupan en la orilla occidental del río Dniéper.
Here's Shoigu giving the order to pullout: "The lives and health of our troops always takes priority. Take into account the threat to the civilian population and respect the wishes of those who wish to leave. And secure the transfer of military equipment across the Dnipro" pic.twitter.com/InuLjbk97s
— Luke Harding (@lukeharding1968) November 9, 2022
Esta ciudad ha sido una zona clave para Putin y cabe recordar que fue la única capital regional que cayó ante el control de Moscú desde el principio de la invasión de Kiev. No en vano, en septiembre pasado, se realizaron unos referendos de anexión en varias regiones de Ucrania, entre ellas Jersón, y las autoridades prorrusas llevaron a cabo unas jornadas de evacuación de los civiles que vivían allí.
La ciudad, como la provincia que lleva ese mismo nombre, es de especial importancia porque limita con la península de Crimea, que Moscú anexó en 2014 y además la suministra de agua. La recuperación de la zona es crucial para el gobierno del presidente Volodimir Zelenski, pues le permitiría reafirmar el control ucraniano sobre el mar Negro y sobre otras localidades estratégicas, como el puerto de Odesa.
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