A Estados Unidos le salió mal su apuesta en Irak

El destacado clérigo chií, Muqtada al Sadr, quien luchó contra las tropas estadounidenses durante la guerra iraquí y que rechaza la presencia de ese país en su nación es el que lidera las votaciones. ¿Qué puede hacer Donald Trump?

-Redacción Internacional
16 de mayo de 2018 - 12:21 a. m.
Celebraciones en Bagdad por el triunfo del clérigo chiita, Muqtada al Sadr. / AFP
Celebraciones en Bagdad por el triunfo del clérigo chiita, Muqtada al Sadr. / AFP

El destacado clérigo chií, Muqtada al Sadr, que encabeza el escrutinio parcial de las elecciones iraquíes del sábado pasado, es conocido en Estados Unidos por haber dirigido la milicia Ejército del Mahdi, que se levantó en armas contra la invasión estadounidense. 

El triunfo de Al Sadr ha sido especialmente abultado en Bagdad, la mayor circunscripción electoral del país a la que corresponden 69 escaños y donde prácticamente ha duplicado los resultados de sus contrincantes.

Una fuente de la Comisión Electoral, que pidió el anonimato, dijo a Efe que la coalición de Al Sadr obtuvo 54 escaños, de los 329 del Parlamento, según los datos parciales.

La popularidad del religioso, que no es candidato al Parlamento, se explica en parte por la red asistencialista que dirige, fundada por su padre y que tiene arraigo en zonas empobrecidas de Bagdad, en especial en el populoso barrio de Ciudad Sadr.

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El poder e influencia de Al Sadr quedaron palpables en las revueltas populares contra la corrupción que organizó en 2016 y en las que incitó a una turba a irrumpir en la sede del Parlamento, poniendo en apuros al Gobierno de Al Abadi.

La apuesta de EE. UU.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, dijo que respalda las opciones electorales de los iraquíes, a pesar del éxito sorpresivo del clérigo chiíta populista Moqtada Sadr, que luchó contra las tropas estadounidenses durante la guerra de Irak. 

Sadr también ha cuestionado la presencia de las fuerzas estadounidenses en Irak, donde más de 5.000 efectivos militares están desplegados indefinidamente para evitar el resurgimiento del grupo Estado Islámico (EI). 

"El pueblo iraquí hizo una elección. Es un proceso democrático en un momento en que la gente, mucha gente, dudaba de que Irak pudiera encargarse de sí mismo", dijo Mattis a los periodistas en el Pentágono. 

"Esperaremos y veremos los resultados, los resultados finales de las elecciones. Y respaldamos las decisiones del pueblo iraquí", agregó.

Mattis, un general retirado de cuatro estrellas de la Marina, sirvió en Irak y luego dirigió el Comando Central de Estados Unidos, que lidera las operaciones militares en Medio Oriente y Afganistán. 

Como comandante de la Infantería de Marina, vio a las tropas estadounidenses asesinadas por el Ejército Mahdi, principalmente en el distrito pobre de Bagdad, Ciudad Sadr, y en la ciudad sagrada de Najaf, más al sur. 

Todavía no está claro quién será el próximo primer ministro de Irak, con Sadr mirando a una coalición gobernante. El candidato preferido de Washington, el primer ministro Haider al-Abadi, quedó en tercer lugar. 

Sadr descartó asumir como primer ministro y manifestó su preferencia por la formación de una coalición de gobierno.

Si bien su familia de eruditos religiosos tiene estrechos vínculos con los revolucionarios islámicos en Irán y él pasó años viviendo allí, Sadr se ha rebelado contra Teherán y pretende que su influencia se reduzca drásticamente. 

El Pentágono dijo que era demasiado pronto para saber qué pueden significar los resultados de las elecciones para la permanencia de las fuerzas militares estadounidenses. 

"Estamos listos para trabajar con quien sea justamente elegido por el pueblo iraquí", añadió.

Alianzas políticas

Al Sadr publicó un mensaje a través de la red social Twitter, en el que de forma indirecta hacía referencia a más de diez formaciones políticas, con las que estaría dispuesto a formar un gobierno de "tecnócratas no partidistas".

"Los nombres citados en el tuit no son los únicos con los que la coalición Sairún negociará para formar el próximo gobierno, sino que damos la bienvenida a todos los partidos cercanos a nuestro programa electoral, que se basa en la lucha contra la corrupción y la devolución del dinero público", indicó Al Obeidi.

El portavoz agregó que "aún es pronto para hablar de los nombres de los candidatos para el puesto de primer ministro" porque la comisión electoral iraquí todavía no ha anunciado los resultados oficiales definitivos, tres días después de la celebración de los comicios.

Las autoridades han dado a conocer los datos preliminares sin detallar el reparto de escaños, y según esos resultados parciales, la coalición Sairún ha sido la más votada en seis provincias, incluida la capital, Bagdad, donde se elige a 71 de los 329 diputados.

Hoy fueron anunciados los resultados provisionales de las provincias de Kirkuk y Dohuk (norte), las únicas de las 18 que faltaban por conocerse, y en ellas los dos principales partidos kurdos lideran el recuento: la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) en Kirkuk y el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) en Dohuk, que forma parte de la región autónoma del Kurdistán.

Por su parte, Mohamed al Miahi, el portavoz de la alianza Al Hikma (La sabiduría), presidida por el también clérigo chií Amar al Hakim, aseguró en un comunicado que existen "líneas rojas" de cara a la formación de una coalición con Sairún de Al Sadr y Al Nasr (La Victoria) -alianza del primer ministro Haidar al Abadi.

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Según al Miahi, esta eventual alianza constituye "uno de los posibles escenarios". La coalición de Al Abadi, que esperaba sacarle rédito político a la victoria contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), ha quedado en quinto lugar en la capital y solo se ha impuesto en la provincia de Nínive (norte), donde los yihadistas golpearon con más fuerza.

Según la oficina de Al Sadr, Al Abadi telefoneó al líder religioso para felicitarle por la victoria en las elecciones. Además de Bagdad, entre las provincias donde se impuso la formación de Al Sadr, quien no compitió por un escaño, destacan Nayaf o Maysán (sureste), con un muy importante componente chií.

Al Abadi pidió ayer a los diferentes grupos políticos del país que respeten los resultados de las elecciones parlamentarias y se mostró dispuesto a trabajar y cooperar con los ganadores "para formar el gobierno más fuerte posible para Irak".

El analista iraquí Abdelaziz al Yaburi explicó a Efe que en su mensaje de Twitter, Al Sadr mencionó que entre los nombres de las alianzas y partidos a los que no vetaría en una futura coalición, están Al Nasr de Al Abadi, Al Hikma y la Coalición Nacional, del vicepresidente iraquí Iyad Alaui.

El experto señaló que el tuit incluía también a partidos kurdos y la lista del exministro de Defensa, Jaled al Obaidi, mientras que no hacía mención a la alianza Al Fath (La Conquista), encabezada por Hadi al Ameri, líder de una milicia chií apoyada por Irán, ni tampoco a Daulat al Qanun (Estado de Derecho), encabezada por el exprimer ministro Nuri al Maliki.

Las elecciones parlamentarias del pasado día 12 son las primeras que se celebran después de la derrota del grupo terrorista Estado Islámico (EI) el pasado diciembre.

Además, estos fueron también los primeros comicios en los que los iraquíes pudieron ejercer el voto de forma electrónica y la participación se situó en el 44,52 %, según los datos parciales, 15 puntos por debajo que hace cuatro años. 
 

*Con información de AFP y EFE

Por -Redacción Internacional

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