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Así se destapó la mafia de admisiones en universidades de EE. UU.

La fiscalía federal de Massachusetts, Estados Unidos, acusa a una red de entrenadores de equipos universitarios de participar en un esquema de sobornos y fraudes para favorecer el ingreso de hijos de personas adineradas a colegios y universidades de élite del país. El escándalo ha sacudido a las academias estadounidenses y, lo que es peor, podría tratarse de una mafia a nivel internacional.

Camilo Gómez / @camilogomez8

13 de marzo de 2019 - 07:01 p. m.
La Universidad de Standford es una de las instituciones que están involucradas en el escándalo de fraude de admisiones, pues uno de sus entrenadores deportivos mintió en las credenciales de estudiantes a cambio de dinero para ayudar a que sus solicitudes de ingreso fueran aprobadas. / AFP
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¿Cómo pudo una adolescente que no jugaba fútbol convertirse en una estrella del deporte en poco tiempo? La respuesta es dinero. Mucho dinero. Docenas de padres en Estados Unidos han sido acusados de sobornar a entrenadores, profesores y directivos para que sugieran que sus hijos son atletas de alto nivel, aunque no lo sean, y de esa manera ayudar a su proceso de admisión en recatadas instituciones de educación superior. Aunque para muchas personas practicar un deporte puede ser tomado como una actividad recreativa o hasta profesional, para otras esta ha sido la oportunidad perfecta para ingresar a una universidad de alto renombre como Yale o Georgetown, pues estas instituciones de élite a menudo admiten estudiantes utilizando como criterio de admisión sus capacidades atléticas.

La fiscalía federal del estado de Massachussets en Estados Unidos denunció el martes ante una corte de Boston a 50 personas en seis estados del país, entre padres, entrenadores deportivos y profesores universitarios, de hacer parte de un elaborado esquema de fraude para que los hijos de familias adineradas consiguieran cupos universitarios en instituciones de alto renombre. Yale, Stanford, la Estatal de Texas y Georgetown hacen parte del escándalo.

“Estos padres eran un catálogo de riqueza y privilegio. Incluyen, por ejemplo, presidentes de empresas públicas y privadas, exitosos inversores inmobiliarios y de valores, dos conocidas actrices, un diseñador de modas famoso y el codirector de un bufete legal mundial”, afirmó Andrew Lelling, fiscal federal de Massachusetts, quien además reveló que su oficina lleva 10 meses investigando el caso y ha contado con la participación de cientos de agentes federales. Le recomendamos: Universidad de Harvard investiga a 125 estudiantes por plagioUniversidad de Harvard investiga a 125 estudiantes por plagio

Según las autoridades, William Singer, apodado “The Key (La Llave)”, era la cabeza detrás del esquema fraudulento de admisiones. Él es el fundador de Edge College & Career Network, una empresa de preparación para la universidad a través de la cual se pagaron sobornos a entrenadores de equipos universitarios para que emitieran credenciales atléticas a estudiantes que no las merecían, pues no contaban con el talento o a veces ni siquiera practicaban deporte, y así lograr sus admisiones a las universidades. Por otro lado, para recibir el pago de los padres por sus servicios, Singer usó a la organización sin fines de lucro Key Worldwide Foundation. El dinero entró como “donaciones”, y así estuvo exento de pagar impuestos.

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Los padres implicados en el escándalo, que enfrentan penas de 20 años de prisión por cometer fraude, le pagaron a Singer cerca de US $25 millones entre 2011 y febrero de 2019. Comprar una admisión podrían llegar a costar US$ 1.2 millones en un paquete completo, según las investigaciones. Uno de los padres habría pagado esa cifra de dinero para que la empresa ayudara a su hijo con la solicitud que presentó a 22 de las mejores universidades del país, así como a siete internados de escuela secundaria. También se reveló que las actividades de Edge College & Career Network comienzan desde una edad temprana. Algunos padres adquieren los servicios desde que sus hijos salen del jardín para asegurarles su futuro en las mejores academias del país.

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“El escándalo de admisiones muestra los esfuerzos extremos que algunas personas emplearán para abrirse camino en los círculos universitarios de élite. Pero su lógica, junto con su supuesta moral, está descentrada. Cuando eres rico, a dónde van tus hijos en la universidad realmente no importa. Estos padres ricos y poderosos parecen pensar que ingresar a la universidad ‘perfecta’ es lo más importante. Pero la idea de que una universidad específica va a transformar la vida de su hijo, especialmente cuando ya se es rico y poderosos, no está confirmada por ninguna investigación”, dijo el escritor Jeffrey Selingo, autor de “Hay vida después de la universidad”.

Pero falsificar credenciales atléticas no fue la única manera en la que los padres intentaron engañar al sistema de admisiones, ni la menos grotesca dentro de esta trama mafiosa. En algunos casos se falsificaron discapacidades de aprendizaje para poder tomar el examen estandarizado de admisión en compañía de un supervisor que, cómplice del fraude, se aseguraría de ayudar al estudiante a pasar las pruebas soplándole las respuestas correctas o incluso haciendo el examen por él. También se cambió la etnia de algunos jóvenes para aprovechar las condiciones de acceso a las universidades. El esquema fue tan descarado que se manipularon fotografías de atletas de verdad para hacer creer que los estudiantes practicaban deportes a nivel profesional. Se falsificaron ensayos -hasta con la misma letra de los jóvenes-, logros deportivos y se inflaron resultados de pruebas. En muchos de los casos, cabe resaltar, los estudiantes ni siquiera sabían del fraude que estaban cometiendo sus padres para ingresar a las instituciones. Lea también: Estados Unidos recibió la donación para educación más grande de su historia

“Los padres son los principales impulsores de este fraude. Las víctimas reales en este caso son los estudiantes que trabajan arduamente y que fueron desplazados por estudiantes mucho menos calificados y sus familias que simplemente compraron su entrada”, aseguró el abogado estadounidense Andrew E. Lelling, quien defiende la demanda contra los involucrados en la mafia de admisiones.

Jeffrey Selingo destaca que “se supone que la búsqueda de la universidad se trata de encontrar el ajuste adecuado, académicamente, emocionalmente y socialmente. Si las acusaciones son ciertas, estos padres simplemente pasaron por alto la mejor opción para sus hijos para que pudieran jactarse de la educación universitaria de élite de sus hijos en las fiestas de cócteles”.

Singer, cabeza del fraude, ha sido demandado por la fiscalía federal por los delitos de conspiración de extorsión, conspiración de lavado de dinero, conspiración para defraudar a Estados Unidos y obstrucción a la justicia, cargos en los que se ha declarado culpable. Aunque ha sido liberado bajo una fianza de US $500.000, se espera su sentencia para el próximo 19 de junio, mientras que los entrenadores que participaron de la trama fraudulenta ya han sido retirados de sus cargos.

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“Lo que realmente hace que una universidad sea buena es lo que hace durante cuatro años para convertir a los estudiantes adolescentes en graduados adultos. Es bastante difícil ver cómo los niños cuyos padres engañaron y compraron su camino a la escuela están listos para enfrentar los desafíos una vez que llegan allí”, concluye Selingo.

Un informe de The New York Times reveló en 2017 que, pese a las nuevas legislaciones en Estados Unidos para promover la admisión de estudiantes negros e hispanos en universidad de elite, las minorías tienen los menores niveles de ingreso a instituciones superiores de alta calidad en los últimos 35 años. Lo que demuestra el escándalo de las admisiones universitarias en el país es que la clase obrera y las familias con ingresos bajos están lejos de competir en un terreno equitativo, y, más grave aún, que este esquema fraudulento podría tener brazos internacionales. En octubre de 2018 una investigación del portal The Statesman encontró que varios estudiantes fueron expulsados de la Universidad de Stony Book al presentar documentos falsos en sus solicitudes de ingreso. Los jóvenes fueron asesorados por una compañía externa que les prometió ayudar a asegurar su aceptación en la institución, tal como funcionó Edge College & Career Network. ¿Qué tan fuertes son los procesos de admisión en las universidades?

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Por Camilo Gómez / @camilogomez8

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