Tras la fundación del Estado de Israel en 1948, el país se vio rodeado de enemigos y bajo constante amenaza existencial. La necesidad de anticipar ataques, infiltrar gobiernos hostiles y proteger a su población global llevó al primer ministro David Ben-Gurión a ordenar la creación de una agencia de inteligencia exterior capaz de operar sin restricciones.
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Israel y su inteligencia: Mossad, Shin Bet (Shabak), Aman y Varash
El Mossad no es la única agencia de inteligencia de Israel. Así se componen en el organigrama:
El largo brazo del Mossad: opera en todo el mundo
Desde su fundación, el Mossad ha ejecutado operaciones encubiertas en decenas de países, a veces a miles de kilómetros de Israel.
Este mapa presenta algunos de sus operativos más emblemáticos, desde secuestros históricos en América del Sur hasta asesinatos selectivos y sabotajes en Medio Oriente, África y Europa.
Las distancias desde Tel Aviv no solo revelan el alcance geográfico de su poder, sino también su capacidad logística, táctica y tecnológica para intervenir —sin previo aviso— en los rincones más remotos del planeta.
Algunos de sus grandes golpes
Captura de Adolf Eichmann (11 de mayo de 1960).
El Mossad rastreó a Eichmann —uno de los cerebros del Holocausto— viviendo bajo identidad falsa en Buenos Aires. Un equipo de agentes lo secuestró en plena calle, lo subió de forma encubierta a un avión israelí y lo llevó a juicio en Jerusalén. Fue un hito moral y operativo que demostró la capacidad del Mossad para ejecutar misiones complejas en territorio extranjero.
Operación Damocles (agosto de 1962 – 1963).
Frente al programa de misiles egipcio impulsado por científicos nazis, el Mossad desató una campaña de presión encubierta: envió cartas bomba y organizó secuestros para frenar el proyecto de cohetes. Varios científicos huyeron de Egipto y el programa quedó paralizado, pero el escándalo diplomático obligó al jefe del Mossad, Isser Harel, a dimitir.
Operación “Ira de Dios” (1972 – 1973).
Tras la masacre de 11 atletas israelíes en Múnich, el Mossad emprendió una campaña secreta para dar con los responsables de Septiembre Negro. Durante casi un año ejecutó asesinatos selectivos en Europa. Aunque eliminaron a varios objetivos, también hubo grandes desaciertos —como el disparo a un camarero noruego equivocado— que desataron controversias sobre la legalidad de las acciones.
Operación Entebbe (Thunderbolt) (27 de junio – 4 de julio de 1976).
Cuando secuestraron un avión y lo desviaron a Uganda, el Mossad suministró inteligencia clave: mapas del aeropuerto, análisis de riesgos y saboteo de posibles minas. Con esa información, las FDI planificaron un asalto relámpago que duró menos de dos horas. Rescataron a 102 rehenes, sufrieron una baja y destruyeron los MiG ugandeses, consolidando uno de los rescates más audaces de la historia moderna.
Asesinato de Mohsen Fakhrizadeh (27 de noviembre de 2020).
Fakhrizadeh, señalado como “padre” del programa nuclear militar iraní, fue eliminado en las afueras de Teherán por un arma automática controlada por IA oculta en una furgoneta del convoy. Un operador la activó de forma remota cuando el vehículo avanzaba, combinando HUMINT, SIGINT y tecnología de punta para detener gran parte del programa iraní.
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¿Por qué son tan buenos los espías del Mossad?
Su eficacia no se basa solo en armas o tecnología, sino en la capacidad de infiltrarse, manipular, reclutar y eliminar objetivos con precisión quirúrgica. Aquí algunas claves que explican su poder.
Cultura del secreto y autonomía total
A diferencia de muchas agencias del mundo, el Mossad no rinde cuentas ante el Parlamento en tiempo real ni necesita aprobación judicial para ejecutar operaciones letales. Esto le da velocidad operativa y libertad táctica.
Entrenamiento desde jóvenes
Israel identifica talento desde el bachillerato y lo entrena en ciberseguridad, criptografía e inteligencia digital en programas como Magshmim, en colaboración con la Unidad 8200. Muchos de estos jóvenes terminan en el Mossad con años de preparación técnica a sus espaldas.
Tácticas de manipulación basada en datos personales
Una cosa es tener información y otra es saber usarla. Los agentes del Mossad han creado una base de datos enorme sobre figuras de interés que incluyen información tan sensible como las preferencias sexuales de una persona. En 1979, Irak intentó construir un reactor nuclear con ayuda de franceses cerca de Bagdad. Agentes del Mossad, que sabían de los fetiches de los científicos encargados del programa, habrían logrado usar información sensible para asesinar a tres de ellos.
Yahai al Meshad, un egipcio al que le gustaba la dominación y el masoquismo, fue asesinado en una habitación de París tras un aparente encuentro con una escort, quien luego fue misteriosamente atropellada y no pudo testificar. Francia sospechó del Mossad, pero Israel, que inmediatamente celebró que el programa nuclear iraquí había sido retrasado, no reconoció estar implicado en el caso.
Infiltración humana impecable
Aprovechan momentos de crisis y debilidad estructural para infiltrarse en grupos enemigos. En Líbano, Siria e Irán, lograron penetrar no solo milicias como Hezbolá, sino también las unidades creadas específicamente para detenerlos. La ventaja táctica es total.
Acceso a tecnología de punta y startups aliadas
Gracias a la estrecha colaboración con startups creadas por exmiembros de inteligencia y el uso de fondos secretos como Libertad Ventures, el Mossad tiene acceso a herramientas de ciberespionaje, IA y vigilancia que muchos gobiernos ni siquiera conocen.
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Hablemos de dinero: el presupuesto del Mossad y su gran transformación
Durante la dirección de Yossi Cohen (2016-2021), el Mossad vivió lo que Haaretz llamó su “Edad Dorada”: más recursos, más operaciones y mayor sofisticación. Bajo el respaldo directo del primer ministro Benjamin Netanyahu —quien le otorgó carta blanca—, la agencia no solo duplicó su presupuesto en una década, sino que se transformó en una maquinaria moderna de inteligencia global.
Entre 2008 y 2019, el presupuesto conjunto del Mossad y el Shin Bet pasó de US$1.37 a US$2.75 mil millones, siendo el Mossad el principal beneficiario del aumento, según fuentes cercanas a los procesos de asignación de fondos. Esta bonanza coincidió con la expansión de su plantilla —que superó los 7.000 empleados—, el desarrollo de operaciones encubiertas en Asia, África y Medio Oriente, y el lanzamiento de herramientas de espionaje cibernético a través de startups aliadas.
Pero no solo se trata del aumento de fondos para la inteligencia. En la última década, Israel ha impulsado un fenómeno único: la privatización parcial del espionaje. Exagentes del Mossad, la Unidad 8200 y AMAN han fundado un ecosistema de startups tecnológicas especializadas en vigilancia, ciberinteligencia y guerra digital, exportando al mundo no solo herramientas, sino también una forma de pensar y operar la inteligencia.
Empresas como NSO Group (Pegasus) o Black Cube han convertido antiguas funciones estatales en productos vendibles, desdibujando la frontera entre lo público y lo privado. Este modelo ha convertido a Israel en una potencia cibernética global, influyendo en los sistemas de seguridad de más de 100 países, pero también ha generado una zona gris legal y ética, donde las operaciones encubiertas pueden surgir desde una oficina privada en Tel Aviv y terminar vigilando a activistas en Riad, Ciudad de México o Kampala.
El siguiente gráfico ilustra esta red de startups nacidas con ADN del Mossad: una constelación empresarial que refleja cómo la inteligencia israelí dejó de ser solo un asunto de Estado para convertirse también en industria y poder transnacional.
El arsenal oculto del Mossad
Más allá de las balas y los drones, el Mossad ha convertido la creatividad y el engaño en sus armas más letales. Su historial muestra un dominio absoluto de la inteligencia no convencional: desde explosivos ocultos en objetos cotidianos hasta el uso de chocolates, venenos lentos y seducción emocional como herramientas de guerra.
Cada operación está diseñada con precisión quirúrgica, combinando tecnología, manipulación psicológica y audacia. Este es un vistazo a las tácticas que han convertido al Mossad en una de las agencias más temidas y admiradas del mundo.
Los rostros detrás de la sombra
Las operaciones del Mossad no se entienden sin quienes las ejecutan. Detrás de cada secuestro, sabotaje o infiltración hubo agentes cuyas vidas se entrelazaron con el secreto y el riesgo. Esta lista reúne a algunas de las figuras más legendarias de la inteligencia israelí: desde maestros del disfraz y la manipulación emocional, hasta directores que diseñaron campañas enteras desde la oscuridad. Algunos murieron en el anonimato; otros fueron homenajeados como héroes. Todos marcaron la historia del espionaje moderno.
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