"Desespero infinito": lo que viven los migrantes en Nauru, Australia

El impacto de la política migratoria australiana es terrible, dice un informe de Médicos sin Fronteras. La salud mental de los inmigrantes en detención extraterritorial, en la isla Nauru, sufre severos daños.

- Redacción Internacional
05 de diciembre de 2018 - 01:35 a. m.
Un informe de Médicos Sin Fronteras muestra que el 60% de los pacientes refugiados y solicitantes de asilo retenidos en la isla australiana de Nauru tuvo pensamientos suicidas. / MSF
Un informe de Médicos Sin Fronteras muestra que el 60% de los pacientes refugiados y solicitantes de asilo retenidos en la isla australiana de Nauru tuvo pensamientos suicidas. / MSF

Médicos Sin Fronteras (MSF) publicó este lunes los primeros datos médicos independientes que muestran el extremo impacto que recibe  la salud mental de los refugiados y solicitantes de asilo en la isla australiana de Nauru. El sufrimiento está causado por la política de ese país de tramitación indefinida fuera de sus costas. 

Según el informe de la organización ‘Desespero infinito’, el sufrimiento y el impacto en la salud mental en Nauru es uno de los más graves observados por MSF en todo el mundo, incluso en proyectos que brindan atención a víctimas de torturas.

Entre los 208 solicitantes de asilo y refugiados tratados por MSF en Nauru, 124 tuvieron pensamientos suicidas y 63 intentaron terminar con su vida. Además, 12 adultos y niños tratados por MSF fueron diagnosticados con síndrome de resignación que se manifiesta en un estado semicomatoso y que les impide comer y beber.

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Aunque tres de cada cuatro pacientes refugiados y solicitantes de asilo informaron haber experimentado episodios traumáticos antes de llegar a Nauru, como situaciones de conflicto o reclusión, el informe de MSF pone de manifiesto que fue su situación indefinida en Nauru la más nociva para su salud mental. El 65% de los solicitantes de asilo y pacientes refugiados sintieron que no tenían control sobre sus vidas. Estos tenían una probabilidad mucho mayor de tener pensamientos suicidas o de ser diagnosticados con trastornos psiquiátricos graves.

"Si bien muchos de nuestros pacientes habían experimentado traumas, fue la política australiana de tramitación indefinida la que destruyó toda su esperanza en el futuro y devastó su salud mental", denuncia la doctora Rufener.

Más de un tercio de los pacientes solicitantes de asilo y refugiados estaban separados de sus familiares cercanos. Aquellos que permanecían alejados de sus familiares porque estos habían sido evacuados de la isla por razones médicas –una táctica utilizada por el Gobierno australiano para coaccionar a los refugiados evacuados médicamente a regresar a Nauru– tenían 40% más probabilidades de cometer actos suicidas. 

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En 11 meses en Nauru, MSF facilitó atención de salud mental a 285 pacientes entre nacionales de la isla, refugiados y solicitantes de asilo. Los equipos de la organización realizaron 1.526 consultas con refugiados y solicitantes de asilo, y 591 con ciudadanos locales.

El Gobierno de Nauru forzó a MSF a abandonar la isla a principios de octubre, cuando más de 200 pacientes aún estaban bajo tratamiento. La organización sigue profundamente preocupada por la atención de los pacientes que quedaron atrás, los propios nacionales de la isla, los solicitantes de asilo y los refugiados.

La situación de salud mental de la población local también mostró signos de gravedad. Así, casi la mitad de los pacientes nauruanos de MSF padecían psicosis, y muchos requerían hospitalización psiquiátrica que no estaba disponible en la isla.

Resulta llamativa que más de la mitad de los pacientes nauruanos de MSF mostraran avances en su salud mental bajo el cuidado de MSF, mientras que solo el 11% de los pacientes refugiados y solicitantes de asilo mejoraron.

“La salud mental de nuestros pacientes de Nauru mejoró de una forma que no tenía reflejo en  nuestros pacientes solicitantes de asilo y refugiados, a pesar de recibir la misma calidad de atención. Esto ilustra que vivir bajo una política de tramitación indefinida provoca un estado perpetuo de desesperación, haciendo imposible que los solicitantes de asilo y los refugiados se recuperen ", explica el Dr. Stewart Condon, presidente de MSF Australia.

MSF pide al Gobierno australiano que ponga fin de inmediato a la contención y confinamiento de solicitantes de asilo y refugiados en alta mar. Así mismo apoya cualquier opción de reasentamiento, incluida la de Nueva Zelanda, siempre que sean rápidas, voluntarias, respeten la unidad familiar y permitan a las personas reconstruir sus vidas y su salud mental. La organización también reclama al Gobierno de Australia a que ponga fin a esta política de forma urgente y reitera la solicitud de evacuación inmediata de todos los refugiados y solicitantes de asilo de Nauru –hombres, mujeres y niños– para evitar un mayor deterioro de su salud.

Médicos sin Fronteras comenzó a brindar atención médica psicológica y psiquiátrica en Nauru en noviembre de 2017 tras un acuerdo con el Ministerio de Salud local. El apoyo de salud mental estaba disponible para todos los habitantes de Nauru. El 73% de los pacientes eran refugiados o solicitantes de asilo, mientras que el 22% eran nacionales de Nauru (el resto eran trabajadores extranjeros o tenían un estatus desconocido). El 5 de octubre de 2018, el Gobierno de Nauru informó a MSF que sus servicios "ya no eran necesarios" y que debía suspender las actividades en 24 horas.

* Alianza informativa con MSF

 

Por - Redacción Internacional

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