El papa Francisco volvió a arremeter contra la ideología de género, a la que acusó esta vez de ser una raíz cultural peligrosa. "Se trata de un ataque a las diferencias, contra la creación de Dios, contra el hombre y la mujer", explicó el pontífice. El líder de la Santa Sede aseguró que esta “se trata de un ataque a las diferencias, contra la creación de Dios, contra el hombre y la mujer” y agregó que “esa aparente uniformidad” conduce a la autodestrucción, pues es un proyecto ideológico que “no tiene en cuenta la realidad, la diversidad de las personas”. No es la primera vez que el Papa condena la ideología de género, pues en el pasado ha mostrado sus posturas críticas con el tema. Pero ¿qué es la ideología de género?
La ideología de género se ha identificado como una teoría en la que se defiende que el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza que un individuo acepta, sino, por el contrario, un papel social que este decide. Los defensores de la ideología de género aseguran que hay sectores, como la Iglesia Católica, concentrados en no reconocer que existen diversidades sexuales y que la construcción genérica de una persona depende de muchos factores”, dice Mónica Novillo, directora de la Coordinadora de la Mujer en Bolivia. “Ni la familia ‘tradicional’ ni la heterosexualidad son amenazadas porque existan diferentes configuraciones familiares o diversas elecciones vitales respecto al ejercicio de la sexualidad. Múltiples investigaciones científicas y la genética misma dan cuenta de ello. Alentar una sensación de miedo y rechazo frente a quienes detentan la diferencia es actuar en contra de la convivencia pacífica y desconocer el necesario respeto por los derechos de todos”, agrega Adolfo León Atehortúa, rector de la Universidad Pedagógica Nacional. Sin embargo, el papa Francisco se ha empeñado en apuntar que esta es una “colonización ideológica” sostenida por países influyentes que “vacía el fundamento antropológico” de la familia y por lo tanto pone en peligro su composición.
“Esa ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer”, denunció el Santo Padre en marzo de 2016 en la exhortación apostólica sobre el amor en la familia.
Según el Sumo Pontífice, la ideología de género genera confusión. “La cultura moderna y contemporánea ha abierto nuevos espacios, nuevas libertades y profundidades para el enriquecimiento de la comprensión de esta diferencia. Pero ha introducido también muchas dudas y mucho escepticismo. Por ejemplo, yo me pregunto si la así llamada teoría del género no sea también expresión de una frustración y de una resignación, orientada a cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma. Sí, corremos el riesgo de dar un paso hacia atrás. La remoción de la diferencia, en efecto, es el problema, no la solución”, declaró en abril de 2015. Le puede interesar: ¿La ideología de género va a homosexualizar a los niños?
En su nueva crítica, incluida dentro del nuevo libro escrito por el Sumo Pontífice sobre su predecesor Juan Pablo II, Francisco aclara que su oposición a la ideología de género no obedece a un rechazo a la homosexualidad, sino a la “descomposición” de la familia como se conoce y a la “diversidad que Dios ha dado”.
“Esta se propone implícitamente destruir desde la raíz el proyecto que Dios ha querido para cada uno de nosotros: la diversidad, la distinción. Hacer que todo sea homogéneo, neutral. Es el ataque a la diferencia, a la creatividad de Dios, al hombre y a la mujer. Si digo esto de forma clara, no es para discriminar a nadie, sino simplemente para poner en guardia a todos contra la tentación de caer en lo que ha sido el loco proyecto de los habitantes de Babel: cancelar la diversidad para buscar en esta cancelación un solo idioma, una sola forma, un solo pueblo. Esta aparente uniformidad los llevó a la autodestrucción porque es un proyecto ideológico que no tiene en cuenta la realidad, la verdadera diversidad de las personas, la singularidad de cada uno, la diferencia de cada uno. No es la cancelación de la diferencia lo que nos acercará, sino la bienvenida del otro en su diferencia, en el descubrimiento de la riqueza en la diferencia”, dijo el Sumo Pontífice.
Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha mostrado ser un acérrimo defensor de la familia, tal como quedó demostrado en Amoris Laettia, su exhortación apostólica postsinodal publicada en 2016. “Es inquietante que algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces comprensibles, procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños. No hay que ignorar que “el sexo biológico” (sex) y el papel sociocultural del sexo (gender), se pueden distinguir, pero no separar”, defendió Francisco.