Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

El delicado camino de la desradicalización en Francia

El país parece ver una luz en el difícil camino de lucha contra la radicalización: se puede desconstruir el discurso yihadista, con acompañamiento psicológico y social. Así va el programa de desradicalización en Francia.

Redacción Mundo y Marta Garde / EFE

01 de febrero de 2021 - 12:34 p. m.
En noviembre del año pasado se cumplieron cinco años de los ataques yihadistas en París, que causaron 130 muertos y cientos de heridos. / EFE
Foto: EFE - BENOIT TESSIER / POOL
PUBLICIDAD

Dos años después del lanzamiento en Francia de su programa más completo de desradicalización, PAIRS, el primer balance abre la puerta al optimismo: no ha habido ninguna recaída terrorista y el camino recorrido evidencia que la deconstrucción del discurso yihadista debe ir acompañada de ayuda psicológica y social.

El informe independiente elaborado por el Instituto Francés de Relaciones Exteriores (IFRI) y publicado hoy contradice la máxima de que un yihadista lo es para siempre e invita a mantener los cuatro centros actuales, implantados entre octubre de 2018 y octubre de 2019 en París, Marsella, Lyon y Lille.

No son residencias donde quienes han cumplido su pena o están en proceso viven hasta que sus responsables constatan un punto de inflexión. Es un programa abierto de encuentros con psicólogos y mediadores religiosos, culturales, sociales y educativos, con el que dar a esas personas la oportunidad de reintegrarse en la sociedad.

Más información: La pelea de Macron contra el islamismo radical

“No hay un método científicamente establecido que suponga una receta mágica”, explica a EFE el director de investigación del IFRI, Marc Hecker, que admite en su informe que la desradicalización goza en el país de una mala reputación tenaz.

Hasta ahora, el programa ha concluido el tratamiento de 60 personas y está trabajando actualmente con otras 98.

Perfil variado

No hay un perfil claro, pero sí elementos que coinciden a menudo: “Si quitas a los que tienen una vulnerabilidad educativa o física, a quienes tienen problemas de salud mental o adicciones te queda mucha menos gente”, señala el director del programa, Jules Boyadjian.

Le puede interesar: El islam, Francia y los ataques extremistas

El centro parisino, ubicado en un bloque de oficinas, no tiene distintivos que identifiquen su actividad, pero a él acuden las personas autorizadas por los servicios penitenciarios de inserción o por el juez antiterrorista.

Reciben un seguimiento de tres a veinte horas semanales y su acompañamiento, que se prolonga meses, incluye salidas culturales a museos u otras actividades al aire libre, que se suman a la orientación laboral o social.

Read more!
No ad for you

“No le dices a alguien que no sea musulmán, porque si lo haces lo envías a los brazos del yihadismo. No nos inscribimos en una óptica de oponer a unos contra otros”, explica Boyadjian.

Le puede interesar: ¿Extemismo laico? El proyecto que encendió alarmas en Francia

El trabajo es más sutil y se apoya en “referencias historiográficas, culturales, antropológicas o lingüísticas, porque en el Corán hay problemas de traducción. Subrayamos los puntos frágiles que hay en ciertas referencias que pueden conducir a un enfoque polarizado”, añade.

El perfil más difícil es el de aquél con carencias afectivas y necesidad de agradar. El de una persona que escucha y se muestra receptiva, pero que, por esa misma actitud, es igualmente vulnerable a discursos violentos ajenos que lo puedan hacer recaer.

También el de quien acumula un historial carcelario grande y “que en el seno de la ideología yihadista encuentra sentido a su trayectoria en prisión porque grandes pensadores del islam también han sido encarcelados”.

No ad for you

Punto de inflexión

Pero llega un momento en que se produce un ‘clic’: “En cuanto la duda se instala se puede abrir una discusión. Cuando caen las certezas empezamos otra vez de cero y podemos trabajar”, recalca el responsable del programa, previsto inicialmente para dos años y que en los dos primeros centros ya ha sido renovado por uno más.

Read more!

Alcanzar el equilibrio entre su voluntad de reinserción y el resto de intereses del Estado, entre la lógica de vigilancia que guía al Ministerio del Interior o a la de control del departamento de Justicia, que requiere que cumplan sus obligaciones judiciales, no es fácil.

Y tanto los responsables del informe como del programa reconocen que el riesgo cero no existe.

Un análisis no exhaustivo citado por el IFRI sobre 137 condenados por terrorismo entre 2004 y 2017 calcula que al menos 22 recayeron, sea con la comisión de atentados o su preparación, tentativas de asesinato, apología del terrorismo o salida de Francia para ir a la zona de combates sirio-iraquí.

Le puede interesar: Las nuevas medidas de Francia contra el terrorismo

No ad for you

Uno de los más conocidos fue Chérif Kouachi, uno de los dos autores del ataque de enero de 2015 contra la revista satírica Charlie Hebdo en París, en el que hubo doce muertos. Había sido detenido de forma provisional de enero de 2005 a octubre de 2006 y tras su condena en 2008 a un año y medio de prisión firme no tuvo que ingresar en la cárcel.

De ahí las suspicacias hacia este tipo de iniciativas en un país marcado por los atentados yihadistas desde entonces. “Pero mi impresión es que es útil y sobre todo que no hay alternativa”, concluye el representante del IFRI.

Por Marta Garde / EFE

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.