“El periodismo es una herramienta para el cambio social”
Las protestas masivas que provocaron la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló en Puerto Rico no habrían sido posibles sin el trabajo de un grupo de periodistas valientes, que durante más de dos años denunciaron los actos de corrupción durante su gobierno. En entrevista con El Espectador, Carla Minet, directora del Centro de Periodismo Investigativo, cuenta los detalles de la investigación que tumbó al mandatario boricua.
Jesús Mesa / @JesusMesa
Fueron dos semanas de protestas y presión social las que obligaron a Ricardo Rosselló a tomar una decisión hasta entonces inédita en Puerto Rico. El gobernador, otrora todopoderoso dirigente político, hijo de un exmandatario y miembro de una ilustre familia boricua, anunciaba, solitario y apenado, su renuncia irrevocable frente a un pueblo que se lo exigía diariamente.
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Fueron dos semanas de protestas y presión social las que obligaron a Ricardo Rosselló a tomar una decisión hasta entonces inédita en Puerto Rico. El gobernador, otrora todopoderoso dirigente político, hijo de un exmandatario y miembro de una ilustre familia boricua, anunciaba, solitario y apenado, su renuncia irrevocable frente a un pueblo que se lo exigía diariamente.
La publicación de unos polémicos chats, misóginos e indolentes, que salpicaban a la clase política de la isla, colmó la paciencia de millones de puertorriqueños cansados de años de corrupción y pobreza. Con su dimisión, efectiva a partir de hoy, Rosselló, se convertirá así en el primer gobernador boricua en abandonar el cargo.
Pero nada de esto habría sido posible sin que las conversaciones vieran la luz. Una responsabilidad que recayó en el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), un valiente grupo de periodistas que desde hace varios años venían denunciando diversos actos de corrupción y negligencia por parte de quienes ostentaban el poder en la isla.
Carla Minet, directora ejecutiva del CPI, habló con El Espectador sobre cómo se realizó el trabajo que provocó la renuncia del gobernador y también sobre la importancia que aún tiene el periodismo independiente para hacerle control al poder.
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¿Cómo fue el proceso que terminó con la publicación de los chats?
Nosotros en el centro llevábamos varias semanas, dos o tres, en una investigación en torno a una figura muy cercana al gobernador Ricardo Rosselló. Durante ese proceso dimos con una fuente que tenía acceso al chat de Telegram. Ya para ese momento se habían publicado algunos fragmentos de ese chat en otros medios de comunicación y estábamos tratando de obtenerlo en su totalidad. Cuando logramos que la fuente nos confiara el documento lo publicamos. Eso sí, primero lo validamos, reporteamos y contrastamos. Nos tomó alrededor de unas siete horas revisar el documento completo. Le hicimos algunas pruebas de integridad para asegurarnos que era un documento auténtico.
¿Cuánta gente estuvo trabajando en esta investigación?
Entre el grupo que trabajó en la filtración de los chats y en las demás investigaciones somos ocho personas.
¿Les sorprendió la repercusión?
Nosotros mismos estábamos indignados, pero no imaginábamos que se iba a generar una movilización ciudadana tan amplia y contundente a partir de la publicación del chat.
Estos chats parecieron ser la gota que colmó la paciencia de los puertorriqueños. ¿Por qué cree que tuvieron tanto impacto?
Creo que había un caldo de cultivo que se estaba calentando por todos los problemas que lleva enfrentando la gente en Puerto Rico: Una crisis económica monumental, un proceso de bancarrota, una junta de control fiscal impuesta por Estados Unidos y los huracanes Irma y María. Es decir, han sido diez años muy difíciles para los puertorriqueños. Y luego entonces se dan cuenta de la corrupción del Gobierno, que, además de todo, estaba beneficiando a personas para que se enriquecieran. Creo que esta mezcla fue explosiva. Y con razón.
¿Cómo fueron esos días de protestas, inmediatamente después a la publicación de los chats?
Estuvimos trabajando sin parar. Llevamos varias semanas trabajando muy fuerte para publicar artículos que le dieran una mayor profundidad a lo que se veía en el chat. Lo que sea, quizá se percibía, pero él ya no es tan concluyente de ciertas cosas.
¿Esperaban la renuncia de Rosselló?
Creo que Rosselló no tenía opciones. Era muy difícil que se mantuviera en la Fortaleza. El gobierno se había vuelto inoperante, con renuncias de funcionarios y acusaciones de autoridades federales. Y encima de eso, su credibilidad y legitimidad estaban en entredicho.
Rosselló llegó con un discurso de transparencia que pronto se esfumó. ¿Qué pasó?
Creo que esa ilusión de transparencia en la realidad no se concretó nunca. Desde el CPI nos ha tocado llevar a los tribunales a esta administración en varias oportunidades para exigir acceso a documentos públicos. Y así con muchas otras cosas que este gobierno escondió y esconde, como quedó evidenciado en los chats.
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Ustedes han investigado varios casos de corrupción. ¿Cuáles han sido los más importantes?
Una de las investigaciones más importantes y de mayor impacto anterior a esta de los chats fue la de los muertos del huracán María. Logramos evidenciar que por un período muy largo de tiempo el gobierno mintió en la cifra de muertos causada por la tormenta. Pero no solo esto, también mostramos que se pudieron haber tomado medidas para evitar estas muertes y no se hizo nada. Ese proyecto se llamó “Los muertos de María”, que obtuvo varios premios de periodismo. También hemos publicado reportajes sobre cómo el gobierno de Estados Unidos interviene en Puerto Rico, temas de salud, ambientales. Esta administración nos dio mucho trabajo.
¿Qué tanto influyó el huracán María en la indignación de la gente?
Es parte de las razones por las que la gente salió a la calle. En el chat se evidencian comentarios muy despectivos sobre los muertos del huracán . Y la gente se sintió muy ofendida, porque la tragedia la tienen aún en el recuerdo. Es un trauma que hoy no se ha superado. El gobierno nunca asumió su responsabilidad sobre esas muertes.
Sin duda su investigación fue clave para que se diera el cambio. En un momento en el que el periodismo vive momentos difíciles, ¿su trabajo es una reivindicación del oficio?
Con esta experiencia podemos darle sentido a aquella frase de que la información es poder. Es una gran lección. A veces los periodistas perdemos la esperanza y sentimos que nuestro trabajo no tiene el impacto que quisiéramos. Pero este tipo de experiencias nos renuevan la fe en el oficio, en que el periodismo sí puede ser una herramienta de cambio social importante.
¿Es difícil ser periodista en Puerto Rico?
Es difícil. Muy difícil y sacrificado. Hay muchos momentos en que uno tiene mucha ansiedad de lo que va a publicar. Hay frustración por no conseguir documentos, por la falta de honestidad de las fuentes y del gobierno. Es un trabajo muy solitario y hay que meterle muchas horas y esfuerzo.