El primer barco con ayuda humanitaria llegó a la costa de la Franja de Gaza

El barco de Open Arms navega frente a la costa de la Franja de Gaza, cargado con 200 toneladas de alimentos.

Foto: EFE - MOHAMMED SABER

El primer barco humanitario cargado con víveres llegó este viernes a la costa de la Franja de Gaza, donde cientos de miles de civiles, amenazados de hambruna después de más de cinco meses de guerra entre Israel y Hamás, esperaban su llegada. Imágenes de la AFP, tomadas desde el litoral del enclave palestino, mostraron al barco de la oenegé española Open Arms, cargado con 200 toneladas de alimentos, acercándose a la costa norte del enclave.

La embarcación zarpó el martes del puerto chipriota de Lárnaca y abrió una nueva vía marítima hacia el exiguo territorio palestino, sometido por Israel a un cerco desde el 9 de octubre. La ONU advirtió del riesgo de hambruna en el enclave, especialmente en el norte, de difícil acceso, y donde viven actualmente unas 300.000 personas.

En este contexto de necesidad, el movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, acusó al Ejército israelí de haber disparado desde “tanques y helicópteros” a personas que esperaban una distribución de harina en una plazoleta de la Ciudad de Gaza. Estos disparos dejaron al menos 20 muertos y 155 heridos, según el Ministerio de Salud gazatí. El Ejército israelí dijo, por su parte, que fueron “palestinos armados” los que abrieron fuego contra la multitud.

En el hospital de Al Shifa, el más grande del norte del territorio, un colaborador de la AFP vio numerosas ambulancias transportar cadáveres y personas con heridas de bala. El director de los servicios de urgencia, Mohammed Ghurab, afirmó que “hubo disparos directos de las fuerzas de ocupación sobre gente” que esperaba “la llegada de camiones con víveres”.

Las diferentes vías por las cuales ingresa la poca ayuda humanitaria a Gaza

Ante la amenaza de hambruna, numerosos países intentan llevar ayuda humanitaria por tierra, mar y aire a este territorio, donde continúan los combates, tras fracasar el intento de cerrar una tregua antes del Ramadán.

La ayuda por vía terrestre llega principalmente desde Egipto, por el puesto fronterizo de Rafah, en el extremo sur de Gaza, tras ser inspeccionada por Israel, pero es insuficiente frente a la grave escasez de insumos que sufren los 2,4 millones de gazatíes.

La embarcación de Open Arms zarpó el martes de Chipre, cargado con el equivalente a 300.000 comidas, preparadas por la oenegé World Central Kitchen (WCK), del chef español José Andrés. La presidenta de la organización, Erin Gore, reconoció que esto “no es suficiente” y anunció que preparan un segundo buque con “cientos de toneladas” de víveres.

Un equipo de esta oenegé, con presencia en Gaza, está construyendo un muelle flotante. Se sabe que las labores de descarga de los alimentos ya empezaron y que, de acuerdo con las declaraciones de Linda Roth, portavoz de World Central Kitchen, la embarcación “está conectada al embarcadero provisional”.

Varias oenegés, incluidas Amnistía Internacional y Oxfam, alertaron que estas operaciones humanitarias “no son una alternativa” a las entregas terrestres. A ellas se sumó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la cual advirtió que el Ejército israelí tiene la “responsabilidad de facilitar el movimiento de ayuda hacia y a través de Gaza, de forma segura, regular y en la escala requerida”. A través de redes sociales, la entidad advirtió que “no hay alternativa a la entrega de ayuda a gran escala por tierra”.

Algo de esto mencionó la semana pasada Sigrid Kaag, coordinadora de alto rango humanitario y de reconstrucción de la ONU para el enclave palestino, quien, aunque elogió al Gobierno de Chipre por lo que llamó “su previsión y planificación inclusiva” sobre un corredor marítimo hacia Gaza, también señaló que la entrega de ayuda por aire y mar no podría compensar la escasez de rutas de suministro terrestre: “El aire o el mar no sustituyen lo que necesitamos que llegue a la tierra”.

En el norte de Gaza, Mojles al Masry, un desplazado de 27 años, pasó horas mirando al cielo esperando, sin suerte, la caída de ayuda. “No hay comida para alimentar a nuestros hijos. Ni siquiera encontramos leche infantil. Llevamos dando vueltas desde primera hora de la mañana, esperando que un avión deje caer un paracaídas”, relató.

Primera gran oración del Ramadán

El conflicto estalló el 7 de octubre con el ataque de comandos de Hamás en suelo israelí, en el que murieron unas 1.160 personas, sobre todo civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos israelíes.

En respuesta, Israel prometió “aniquilar” al movimiento islamista y lanzó una campaña militar que ha dejado de momento 31.341 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza. Los islamistas secuestraron, además, a unas 250 personas. Unas 130 siguen cautivas en la Franja, de las que 32 habrían fallecido, según Israel.

Miles de miembros de las fuerzas de seguridad se desplegaron el viernes en Jerusalén para la primera gran oración en la Explanada de las Mezquitas desde el inicio del Ramadán, el 11 de marzo, por temor a desbordamientos. Catar, Egipto y Estados Unidos, países mediadores en el conflicto, intentaron infructuosamente cerrar un acuerdo de tregua y liberación de rehenes antes de la fiesta sagrada de los musulmanes.

El plan de Israel de expandir las operaciones militares en Rafah, al sur de Gaza

Una fuente de Hamás le dijo a la AFP que el movimiento islamista había presentado a los mediadores una posición “flexible” sobre un intercambio de rehenes por prisioneros palestinos retenidos por Israel. Hamás pide también la retirada de las fuerzas israelíes de “todas las zonas pobladas” de Gaza, añadió esta fuente.

El jueves por la noche, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, consideró “poco realistas” las exigencias de Hamás. Sin embargo, aseguró que enviará delegados israelíes a Catar para continuar los esfuerzos de tregua, “una vez que el gabinete de seguridad discuta la posición israelí”.

Para derrotar completamente al movimiento islamista, Netanyahu quiere expandir su operación terrestre a Rafah, donde se hacinan cerca de 1,5 millones de personas. Recientemente, su oficina informó que fue aprobado “un plan de operación de las Fuerzas de Defensa de Israel para entrar en la ciudad en el sur de Gaza”. El comunicado decía: “Ellas están preparadas para la operación y para evacuar a la población”.

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