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Se espera que un tribunal alemán emita un veredicto en contra de Anwar Raslan, exfuncionario de inteligencia sirio acusado de supervisar el asesinato de 58 personas y la tortura de miles más, en un juicio en el que se espera declarar como delito las acciones del régimen de Bashar al-Assad cometidas en contra de la humanidad durante la última década.
Según se lee en The Guardian, el veredicto contra Raslan, que pasó de ser Coronel a ser un desertor del régimen, tiene una carga simbólica importante para la oposición siria en el exilio, pues se convertiría en la puerta de entrada para quienes buscan llevar a más criminales de guerra ante la justicia en un futuro.
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Raslan, de 58 años, está acusado de crímenes de lesa humanidad, violación, agresión sexual con agravantes y asesinato en la sucursal 251, una unidad de inteligencia con su propia prisión, también conocida como “al-Khatib”, por el barrio del mismo nombre en Damasco, donde supuestamente supervisó la tortura de al menos 4.000 personas, siendo el oficial al mando entre el 29 de abril de 2011 y el 7 de septiembre de 2012.
Su proceso se suma al de Eyad al Gharib, quien fue condenado a cuatro años y medio de prisión por “complicidad en crímenes de lesa humanidad”, en el primer proceso en el mundo vinculado con abusos imputados al régimen de Bashar al Asad. Los dos, para ser juzgados, fueron sometidos por Alemania al principio de jurisdicción universal, que permite procesar a los autores de crímenes muy graves, independientemente de su nacionalidad y del lugar donde se hayan cometido.
Si Raslan es declarado culpable, bajo el concepto de ser el principal perpetrador de los crímenes y no solo un asistente, podría enfrentar cadena perpetua, sin posibilidad de liberación anticipada hasta que haya cumplido 15 años preso. Y es que, durante los 107 días de juicio en la ciudad de Koblenz, el juez escuchó a casi 50 sobrevivientes que afirmaron que fueron golpeados por los guardias con puños, palos, cables y tubos de metal, además de afirmar que fueron recluidos en celdas apretadas, cuyos conductos de ventilación se cerraban intermitentemente para inducir el pánico.
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“Siempre era el mismo ciclo”, dijo el músico Wassim Mukdad cuando compareció frente a la corte de Koblenz en agosto de 2020. “Decía algo, me golpeaban. Decía algo, me golpeaban, etc. Sabían exactamente dónde golpearme para causar el máximo dolor”, se lee en el diario británico. Entre tanto, la defensa del acusado ha tratado de desestimar algunas pruebas, argumentando que ninguno de los testigos fue torturado directamente por él.
De acuerdo a la Red Siria para los Derechos Humanos, un grupo de monitoreo independiente con sede en el Reino Unido, al menos 130.000 personas han sido detenidas o desaparecidas por la fuerza por el régimen de Bashar al-Assad desde marzo de 2021.
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