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La situación en Ecuador es crítica. Van 11 días desestabilidad institucional en el país vecino. Las fuertes protestas encabezada por el movimiento indígena, en contra del gobierno del presidente Lenin Moreno, son producto del descontento por las medidas de austeridad económica adoptadas por el mandatario a petición del Fondo Monetario Internacional (FMI). Entre ellas, un decreto que eliminó subsidios y encareció en un 123% la gasolina y el diésel.
(Lea: Ecuador pide una sesión extraordinaria de la OEA para denunciar intento de caos)
Ante los hechos, los estados adscritos al Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) se pronunciaron. En primera medida, respaldaron los esfuerzos de Ecuador para “mantener la paz, el orden público y la institucionalidad democrática, utilizando los isntrumentos que le otorga la constitucionalidad y la ley”. De igual forma, declararon rechazar los actos de violencia y lo que llamaron “intentos” para desestabilizar el país, como también cualquier acción foránea “encaminada a alterar el orden público y la convivencia pacífica en Ecuador”.
En ese sentido, pese a que Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guyana, Paraguay y Perú hacen un llamado para que los ecuatorianos puedan ejercer el derecho a la libertad de expresión, y la reunión pacífica de manifestantes, no aceptan ningún “tipo de violencia, saqueo y vandalismo”. Por ello, afirmaron mediante una carta su respaldo al gobierno de Lenin Moreno y su “esfuerzo por preservar el Estado de derecho, la democracia y el respeto a los derechos humanos”. Finalmente, pidieron al gobierno de Ecuador, a la oposición y a los “sectores representativos de la sociedad ecuatoriana” a abrir diálogo en búsqueda de una solución pacífica que, por las vías institucionales, ponga fin a la tensión y violencia que se ha generado en el marco de las protestas.
(Conozca las claves de la jornada de protesta y toque de queda en Quito)
El pronunciamiento de los países suramericanos se da luego de la jornada del sábado pasado, en la que Quito colapsó. Fue tal la inconformidad y la envergadura de las manifestaciones que sus participantes incluso dejaron en llamas los primeros pisos del edificio de la Contraloría. Ante la situación, Moreno impuso toque de queda en la capital y sus alrededores. Así mismo, ofertó abrir diálogo con los manifestantes, invitación aceptada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), y hasta pidió una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) para denunciar intento de caos.
(Lea también: Protestas en Ecuador: Indígenas aceptan diálogo directo con el gobierno)
Ahora, pese a las intenciones de abrir la mencionada mesa de diálogo entre el gobierno y las diferentes confederaciones y organizaciones civiles e indígenas, esta no se ha podido instalar. Aunque estaba programada para iniciar a las tres de la tarde, hora local, la Conaie anunció que esta demorará pero que será transmitida en directo, “una vez logremos establecer las condiciones técnicas y de seguridad para que pueda existir un diálogo productivo”.