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Imagine que asistirá a una manifestación pacífica. Su intención simplemente es salir a la calle a demostrar su descontento y exigirle al gobierno o al que sea determinados cambios. En ese proceso empieza a ponerles atención a las cadenas y a la información que le envían por Whatsapp y a compartirlas con sus círculos cercanos. En determinado momento le llega un mensaje que le llama especialmente la atención y que además contiene un archivo adjunto que usted descarga por pura curiosidad. Ya no hay marcha atrás, porque, sin saberlo, un software espía pudo entrar a su celular y es capaz de hacerle daño.
La protesta social es un fenómeno casi inevitable por estos días en el mundo. Hay una indignación general que ha explotado en países como Chile, Ecuador, Bolivia y Hong Kong por unos u otros motivos, dependiendo del lugar y el contexto. Todas, sin embargo, tuvieron un factor común que cambió por completo la forma de vivir una manifestación: el uso de las redes sociales. El hecho es tan positivo como negativo, pues cuando descubrimos las bondades de este avance de la tecnología, ya había alguien que descubría cómo usarla para hacer daño.
En “pro de la democracia y de la de seguridad nacional” se han violado derechos digitales en medio de fuertes protestas. En Chile, por ejemplo, diferentes movimientos se han organizado por Whatsapp y otras plataformas durante las manifestaciones y, aunque no hay nada verificado, se han recibido múltiples denuncias de presuntas irregularidades en la circulación de la información. Otro caso es el de Hong Kong, donde se libra actualmente unas de las protestas más intensas en la historia de la región: allí se conocieron denuncias de Twitter acusando al gobierno chino de haber querido librar una campaña de desinformación con 986 cuentas falsas para criminalizar a los manifestantes. El gobierno de Irán, por su parte, realizó justo esta semana cortes de internet para apaciguar las violentas protestas que se llevan a cabo por el alza del precio de la gasolina. Alí, un vecino de 28 años de la ciudad de Jorramshahr, afirmó que con esto se busca “impedir que el mundo vea lo que está pasando en Irán”. Vea también: Marta Lagos: “Las protestas en América Latina son producto de décadas de indiferencia"
Se viene un paro nacional en Colombia y por eso es importante recordar que al momento de manifestarse cada uno lleva en su bolsillo un duplicado virtual de todas sus memorias recientes que hoy en día se debe cuidar más que nunca, pues es la forma más fácil de atacarnos. Aunque los derechos digitales todavía son un campo poco conocido, en parte porque los peligros no se ven a simple vista y porque nunca fuimos educados al respecto, es fundamental tomar las medidas necesarias y comenzar a blindarse en ese nuevo espacio político en el que se convirtió la web, mucho más a la hora de protestar.
¿Cuáles son sus derechos digitales?
Los derechos digitales son los derechos humanos que giran en torno a lo digital. Según Derechos Digitales, una organización chilena especializada en este campo, se centran en tres grandes ejes: la libertad de expresión, privacidad y datos personales, y los derechos de autor y el acceso al conocimiento.
Consultado por El Espectador, Patricio Velasco, investigador de esa organización, aseguró: “Un punto relevante alrededor de este tema está en las instancias de vigilancia que pueden ser desarrolladas por los diferentes Estados de la región y cómo estas pueden afectar el ejercicio de los derechos fundamentales”.
Por su parte, Eliana Quiroz, ciberactivista y académica miembro de la organización Internet Bolivia, afirmó a este diario que estos derechos quedan en tensión a partir de que internet se convierte en un arma de ejercicio y reproducción de violencias en tiempos de crisis: “El discurso de odio, las amenazas, la divulgación no consentida de videos íntimos, la suplantación de identidad, que obliguen a personas a mostrar la información que tienen en dispositivos, que impidan filmar, la difusión de fake news que genera tremenda desconfianza, el llamado a denunciar cuentas masivamente solo porque son de contrarios, son algunas de las violencias que se ejercieron en plataformas digitales”. Le recomendamos: América Latina está enojada de mil maneras
¿Por dónde empezar a protegerse?
La gran mayoría de los expertos consultados por este diario coinciden en que la mejor forma de defensa es la prevención y que se debe comenzar por lo mínimo, que es ponerle clave a cualquier dispositivo que tengamos. La idea no es volverse paranoico, pero sí ser consciente de las amenazas y hacer cambios básicos que nos permitan ejercer nuestros derechos.
Luego, hay otros consejos que propone Críptica, una asociación dedicada a la seguridad, en su libro Resistencia digital: “Haz un inventario de todas las cosas que llevas en tu celular (mensajes, fotografías, correos de actividad, etc). Valora cuáles de ellas merecen la etiqueta de sensible. Luego, aligera peso (...) realizando borrados periódicos, reduciendo el número de aplicaciones instaladas e intentando vincular lo menos posible tu identidad online a un mismo terminal (por ejemplo, cuentas en redes sociales), con vistas a dificultar la obtención de una imagen nítida de tu identidad real”.
Los consejos claves de seguridad para salir a protestar
A partir de las masivas protestas sociales en Chile, la organización Derechos Digitales publicó un decálogo que a su parecer puede ayudar a que los manifestantes salgan con algo más de tranquilidad a la hora de registrar y compartir información en la web.
El primero es proteger la identidad, y con esto la organización se refiere a que, al momento de grabar un video, es importante proteger a los demás y ocultar su identidad. Esto se puede lograr a través de la aplicación ObscuraCam, la cual permite difuminar caras. “Esto no corre para funcionarios de Carabineros, PDI, militares o autoridades, que por su cargo están sujetos a fiscalización de la ciudadanía”, asegura la organización.
Además, la organización recomienda borrar los metadatos (lugar, fecha, dispositivo, etc.) de las fotografías que se tomen, en caso de que se quieran entregar de forma anónima a periodistas o activistas. Una de las aplicaciones que Derechos Digitales recomienda es Scrambled Exif. Esto, en lo posible, a través de una aplicación de mensajería instantánea segura y cifrada como Signal, que tiene diferentes funciones que aumentan la seguridad.
La geolocalización es una de las preocupaciones a la hora de protestar, por eso se recomienda usar una VPN (virtual private network). “La VPN de RiseUp.net es una buena alternativa para Android. Para dispositivos con iOS recomendamos ProtonVPN o TunnelBear”, asegura la organización.
Por último están los cortes de internet que, si bien no son frecuentes en Colombia, son una posibilidad en caso de protesta: “Si utilizas el sistema operativo de Android, Briar te permite comunicarte a través de Bluetooth o con routers encendidos sin internet. En otros sistemas operativos puedes usar Bridgefy”. Sobre este mismo tema, Derechos Digitales también considera importante cifrar mensajes de SMS a través de la aplicación Silence, aunque es posible que sea visible el nombre del destinatario.