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Las últimas ediciones de los Premios Oscar de la Academia han estado marcadas por la protesta política. Primero fueron las mujeres, quienes se quejaron por las pocas nominaciones en categorías diferentes a las actorales en comparación con los hombres. Luego fueron los afroamericanos, que argumentaron una supuesta preferencia hacia los actores blancos en la entrega de los premios.
Y mientras en la edición de este domingo de los premios el tema central de la protesta fue el del acoso sexual, potenciado por el movimiento #MeToo (Yo también), otras comunidades se han quejado por la falta de reconocimiento en la ceremonia.
Con la edición del 2018, es ya el cuarto año consecutivo en que ninguna de las categorías actorales presenta una nominación de una persona con ascendencia latina o hispana. La última persona en hacerlo fue Lupita Nyong’o, nacida en México, por su papel en “12 años de Esclavitud”. De ese modo, los latinos que han optado por estatuillas lo han hecho en otras categorías como las de "Mejor película extranjera" o detrás de las cámaras. Las nominaciones de directores como Alejandro González Iñarritu (Birdman, El Renacido) y este año Guillermo del Toro (La forma del agua), son un ejemplo de ello.
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La evidente ausencia de nominados latinos ha puesto sobre la mesa un debate sobre la representación de esta comunidad en Hollywood. De hecho, solo cinco actores con antecedentes latinos han ganado un Oscar en las principales categorías de actuación durante los 90 años de historia de la Academia: Rita Moreno, José Ferrer, Anthony Quinn, Mercedes Ruehl y Benicio del Toro.
De hecho, el pasado domingo en una entrevista en la alfombra roja de los Premios SAG, Gina Rodríguez, protagonista de "Jane the Virgin", desafió a los ejecutivos del estudio a que trabajen mejor para los espectadores latinos y los representen de manera auténtica. "Deberían lanzarnos en una película o dos", dijo Rodríguez. "Tendría sentido. Compramos uno de cada cuatro boletos cada fin de semana y nos aseguramos de que sus películas salgan bien ".
Esta situación ha provocado, entre otras cosas, voces de protesta no solo por parte de los actores latinos, sino también de grupos como la Coalición Nacional Hispana ante los Medios (NHMC, por sus siglas en inglés), que aboga por la “justa representación de la comunidad latina en los medios de comunicación” y que ha promovido una serie de protestas —físicas y virtuales— para llamar la atención a la Academia por la falta de representación latina en sus premios.
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“Queremos que sepan que la comunidad latina ya no aceptará el no vernos en la pantalla o aceptar que nuestras representaciones sean únicamente estereotipadas u ofensivas. La única forma en que podemos hacerles notar es hacer que vean #OscarsSoWhite tendencias este fin de semana”, dice la nota de protesta de la NHMC en su página de internet.
Según estudios realizados por la Escuela Annenberg de Comunicaciones y Periodismo de la USC, y citados por la NHMC, de 2007 a 2016, la participación de hispanos en películas fue de apenas el 3,1%. La muestra se hizo en las 900 películas más taquilleras de este periodo. Por otro lado, de las 100 mejores películas en 2016, 72 no tenían ninguna participación latina.
"Con el 18% de la población de los EE. UU., Los latinos representan el 24 por ciento de todos los compradores de boletos de cine. Sin embargo, los latinos siguen siendo la minoría más subrepresentada en la industria”, dice Alex Nogales, presidente de la NHMC.
Otro estudio, esta vez realizado por la Iniciativa de Medios, Diversidad y Cambio Social de la Universidad de California del Sur descubrió que, en las 100 mejores películas de 2016 los latinos solo representaron el 3% de las partes habladas.
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De acuerdo con expertos de la industria, la dificultad de llevar a los latinos a la pantalla tiene que ver con una “ceguera comercial por parte de los ejecutivos”, como lo afirmó el productor Ben Odell, de la compañía BP3 a la revista Variety. Odell y su compañía demostraron en 2013 que el mercado latino era viable económicamente, cuando lanzaron “No se aceptan devoluciones”, dirigida por el mexicano Eugenio Derbez, que recaudó cerca de $100 millones de dólares alrededor del mundo. De esta cifra, el 40% provino de los teatros en Estados Unidos.
"Hay muchas personas que no están representadas y no van al cine", dijo Odell a Variety. "Son 55 millones de personas las que caen bajo esta categoría", dijo, y agregó que "hay mucho más negocio por hacer".
El éxito de “No se aceptan devoluciones” en 2013 y de “Coco”, una película inspirada en las tradiciones mexicanas producida por Disney el año pasado, demuestra que lo dicho por Odell es correcto. De hecho, de acuerdo con cifras del Centro de Investigación Pew de Estados Unidos, entre los 42,7 millones de adultos estadounidenses con ascendencia hispana, nueve de cada diez (89%), o aproximadamente 37,8 millones, se identifican como hispanos o latinos.
Por redacción internacional
