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Irán anunció este sábado el ahorcamiento de Alireza Akbari, condenado a muerte tras ser declarado culpable por “espionaje”. De acuerdo con la justicia iraní, Akbari espiaba para el MI6, servicio de inteligencia del Reino Unido. Akbari, que tenía nacionalidad iraní-británica, fungió como viceministro de Defensa del país durante la presidencia de Mohamed Katami.
Hay que recordar que este dirigente estuvo a cargo de la República Islámica entre 1997 y 2005 y se esforzó por mejorar las relaciones entre la República Islámica y Occidente. Durante ese período, argumentan los tribunales, Akbari filtró información para el MI6, la agencia de inteligencia británica.
A sus 61 años Akbari, fue condenado por “corrupción en la Tierra y por atentar contra la seguridad interior y exterior del país por pasar información de inteligencia” al Reino Unido, indicó la agencia oficial iraní de información judicial Mizan Online. De acuerdo con la agencia EFE, Akbari fue protagonista de uno de los casos “más importantes de infiltración” en la seguridad iraní.
El ciudadano es considerado como “veterano de guerra” del conflicto que mantuvo Irán con Irak en la década de los 80. Además, ocupó la jefatura de investigación en los ministerios iraníes y fungió de asesor en la Marina.
De contexto: Irán sentencia a muerte a Alireza Akbari, exviceministro de Defensa
En febrero de 2019, el diario oficial del gobierno iraní publicó una entrevista con Alireza Akbari presentándolo como “exviceministro de Defensa” bajo la presidencia de Mohammad Jatamí entre1997 y 2005.
La ejecución se llevó a cabo tres días después del anuncio de la sentencia. Según las autoridades de la República Islámica de Irán, Akbari era un “espía clave” del Servicio de Inteligencia Secreto británico.
Reacciones mundiales
Los jefes de Estado alrededor del mundo han rechazado la pena capital en Irán. Especialmente se ha mostrado discrepancia por la ejecución de Akbari. El primer ministro británico, Rishi Sunak, calificó la ejecución como una acción “despiadada y cobarde”.
Poco después, desde Downing Street se ordenaron sanciones contra el fiscal general de Irán, Mohammar Jafar Montazeri. Desde Teherán se convocó a miembros diplomáticos del Reino Unido para protestar por las sanciones. Para el gobierno iraní, lo realizado desde las islas británicas son “intervenciones no convencionales”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó su “preocupación” por la ejecución de personas “tras procesos judiciales viciados”. Ante esto, Vedant Patel, diplomático de EE. UU. mostró “gran preocupación” desde Washington por la condena Akbari. Patel denunció que en el proceso judicial Akbari habría sido “drogado, torturado durante su detención policial” y “obligado a hacer falsas confesiones”.
Desde Washington también se calificó el asesinato como “inaceptables”. Un portavoz del Departamento de Estado aseguró que “Las detenciones arbitrarias, las confesiones forzadas y las ejecuciones por motivos políticos […] deben cesar”.
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Por su parte, Amnistía Internacional también rechazó la ejecución de Akbari. Para la ONG, esto constituyó un “atroz ataque” contra el “derecho a la vida”.
De acuerdo con varias de las denuncias internacionales en contra del país persa, las acusaciones por espionaje en Irán son juzgadas en privado. Amnistía Internacional ha alertado estas prácticas y ha demostrado que en varias ocasiones, las ONG que hacen veeduría de derechos humanos no pueden hacer presencia en medio de las imputaciones. Además, los acusados no podrían elegir a sus abogados ni contrastar la evidencia en su contra.
A través de un trino en Twitter, Emanuel Macron insistió en que lo hecho con Akbari fue un “acto odioso y bárbaro”. Para el presidente francés, la muerte del exfuncionario iraní “se suma a una lista demasiado larga de víctimas de la represión y de la pena de muerte”.
Acusaciones de espionaje, una historia de larga data
No es la primera vez que los círculos de poder de Irán acusan a sus ciudadanos y a otros países de hacer espionaje dentro del territorio. Por ejemplo, desde Teherán se han lanzado acusaciones contra Estados Unidos por buscar conocer el programa nuclear iraní a través de ataques cibernéticos.
En otra ocasión, Irán responsabilizó a Israel de haber tenido participación en el asesinato de un científico nuclear persa. Sin ir más allá, durante 2023 las autoridades policivas del país han capturado 13 personas supuestamente relacionadas al Mossad, uno de los servicios de inteligencia de Israel. El Ministerio de Inteligencia informó la semana pasada que estas capturas evitaron el intento de asesinato de un alto cargo militar e impidieron el sabotaje de la infraestructura y funcionamiento iraní.
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