Ministro de Exteriores saudita fue relevado de su cargo tras caso Khashoggi
El gobierno del rey Salman, hizo su primera remodelación gubernamental tras el escándalo de la muerte del periodista saudí, Jamal Khashoggi, crítico con el régimen. Para expertos, los cambios buscan consolidar su poder.
- AFP
El rey Salman de Arabia Saudita relevó este jueves al ministro de Relaciones Exteriores en la primera remodelación gubernamental desde el escándalo internacional causado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, crítico con Riad.
Ibrahim al Asaf, exministro de Finanzas, fue nombrado al frente de la diplomacia de la monarquía saudita, en lugar de Adel al Jubeir, al que había nombrado para este cargo el difunto rey Abdallah.
Jubeir, que había ejercido como diplomático en Estados Unidos y tiene un perfecto dominio del inglés, quedó relegado al puesto de ministro adjunto de Relaciones Exteriores.
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Durante los últimos meses, Jubeir defendió al príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, en el caso Khashoggi, que salpicó la imagen del régimen saudita tras el asesinato del periodista el pasado 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
Arabia Saudita defiende que Jamal Khashoggi fue asesinado en una operación que se produjo "fuera del dominio" de las autoridades sauditas y en la que estuvieron implicados el jefe adjunto de los servicios secretos sauditas, Ahmad al Asiri, y el consejero de la corte real, Saud al Qahtani, quienes fueron destituidos.
"Es imposible no relacionar (la remodelación) con Khashoggi", explicó a la AFP Mohamed Alyahya, un experto del Gulf Research Center, que recordó que los cambios de gobierno en la monarquía saudita suelen tener lugar una vez cada cuatro años.
(Ver más: ¿Quién es el príncipe heredero saudita?)
La designación de Ibrahim al Asaf forma parte de una remodelación del gobierno saudita anunciada de forma inesperada este jueves, en la que no se han visto afectados los otros ministerios más importantes.
El príncipe heredero y también ministro de Defensa Mohamed Bin Salman no cambia de cartera, al igual que el ministro de Interior, Nayef ben Abdel Aziz.
Muchos otros ministros, incluidos los de Energía, Jaled al Faleh, y Finanzas, Mohamed al Jadaan, también siguen en sus funciones.
En cambio, el ministro de Educación, Ahmed al Isa, fue reemplazado por Hamad al Cheij. El de la Información, Awwad al Awwad, por Turki al Shabana.
El príncipe Sultan Bin Salman, antiguo astronauta que estaba a cargo del turismo fue nombrado con rango de ministro para dirigir una agencia espacial saudita de reciente creación.
El rey Salman también cambió a muchos gobernadores provinciales y altos funcionarios. Además, sustituyó a varios miembros del Majlis al Shoura, una asamblea consultiva.
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La remodelación permite al príncipe heredero Mohamed Bin Salman (el encargado de dirigir el país) "consolidar su poder", dado que buena parte de los nuevos nombramientos son "aliados claves" de él, defendió en Twitter Ali Shihabi, principal responsable de la Fundación Arabia, considerada próxima al régimen saudita.
Esta remodelación se produce tras la presentación el 18 de diciembre del presupuesto del 2019, en el que la monarquía saudita registrará un déficit público de 35.000 millones de dólares, siendo el sexto año consecutivo en que este rico país cierra sus cuentas en números rojos a causa de la caída del precio del petróleo.
El rey Salman de Arabia Saudita relevó este jueves al ministro de Relaciones Exteriores en la primera remodelación gubernamental desde el escándalo internacional causado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, crítico con Riad.
Ibrahim al Asaf, exministro de Finanzas, fue nombrado al frente de la diplomacia de la monarquía saudita, en lugar de Adel al Jubeir, al que había nombrado para este cargo el difunto rey Abdallah.
Jubeir, que había ejercido como diplomático en Estados Unidos y tiene un perfecto dominio del inglés, quedó relegado al puesto de ministro adjunto de Relaciones Exteriores.
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Durante los últimos meses, Jubeir defendió al príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, en el caso Khashoggi, que salpicó la imagen del régimen saudita tras el asesinato del periodista el pasado 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
Arabia Saudita defiende que Jamal Khashoggi fue asesinado en una operación que se produjo "fuera del dominio" de las autoridades sauditas y en la que estuvieron implicados el jefe adjunto de los servicios secretos sauditas, Ahmad al Asiri, y el consejero de la corte real, Saud al Qahtani, quienes fueron destituidos.
"Es imposible no relacionar (la remodelación) con Khashoggi", explicó a la AFP Mohamed Alyahya, un experto del Gulf Research Center, que recordó que los cambios de gobierno en la monarquía saudita suelen tener lugar una vez cada cuatro años.
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La designación de Ibrahim al Asaf forma parte de una remodelación del gobierno saudita anunciada de forma inesperada este jueves, en la que no se han visto afectados los otros ministerios más importantes.
El príncipe heredero y también ministro de Defensa Mohamed Bin Salman no cambia de cartera, al igual que el ministro de Interior, Nayef ben Abdel Aziz.
Muchos otros ministros, incluidos los de Energía, Jaled al Faleh, y Finanzas, Mohamed al Jadaan, también siguen en sus funciones.
En cambio, el ministro de Educación, Ahmed al Isa, fue reemplazado por Hamad al Cheij. El de la Información, Awwad al Awwad, por Turki al Shabana.
El príncipe Sultan Bin Salman, antiguo astronauta que estaba a cargo del turismo fue nombrado con rango de ministro para dirigir una agencia espacial saudita de reciente creación.
El rey Salman también cambió a muchos gobernadores provinciales y altos funcionarios. Además, sustituyó a varios miembros del Majlis al Shoura, una asamblea consultiva.
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La remodelación permite al príncipe heredero Mohamed Bin Salman (el encargado de dirigir el país) "consolidar su poder", dado que buena parte de los nuevos nombramientos son "aliados claves" de él, defendió en Twitter Ali Shihabi, principal responsable de la Fundación Arabia, considerada próxima al régimen saudita.
Esta remodelación se produce tras la presentación el 18 de diciembre del presupuesto del 2019, en el que la monarquía saudita registrará un déficit público de 35.000 millones de dólares, siendo el sexto año consecutivo en que este rico país cierra sus cuentas en números rojos a causa de la caída del precio del petróleo.