¿Por qué Corea del Norte amenazó con lanzar la bomba más grande en la historia del Pacífico?

Con la salida negociada cada vez más lejos, las amenazas verbales entre Trump y el líder norcoreano podrían tener un oscuro desenlace

Redacción internaconal
22 de septiembre de 2017 - 05:06 p. m.
AFP PHOTO/KCNA VIA KNS
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“Mental mente trastornado”, “viejo chocho” y “perro acobardado” fueron los epítetos utilizados por el líder norcoreano, Kim Jong Un,  para referirse a su homólogo estadounidense, a quien además prometió “domar” de una vez por todas. ¿La razón? Durante la pasada Asamblea General de las Naciones Unidas, Donald Trump amenazó con “destruir completamente” Corea del Norte si ese país continuaba haciendo pruebas nucleares y balísticas.

La tensión que dejó en el aire esa declaración de intenciones se complementó después con el paquete más fuerte de sanciones económicas que se haya impuesto contra el régimen de Pyongyang hasta ahora. Según lo dio a conocer el presidente Trump, el Banco Central de China decidió prohibir todas las negociaciones de las instituciones financieras de ese país con el régimen de norcoreano. Por su parte, Estados Unidos restringir por completo las transacciones entre sus bancos y cualquier institución que haga negocios con Corea del Norte.

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Ante esto, el ministerio de exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, hizo e Nueva York una declaración inquietante cuando dijo que su país podría llevar a cabo “la prueba más grande de una bomba de hidrógeno en el Pacífico”.

“Trump se disparó en el pie con su discurso descaradamente no diplomático de en las Naciones Unidas” le dijo el catedrático Lee Sung-yoong al New York Times. “Al amenazar con destruir a Corea del Norte, creó la impresión Estados Unidos y no el Norte han motivado las agresiones. En efecto, Trump le dio a Kim Jong-Un una excusa para otra provocación que Kim usará a su favor para decir que fue en defensa propia”.

-¿Qué se puede hacer con Corea del Norte?-

Recientemente, cuando un periodista preguntó a Trump si todavía creía posible mantener conversaciones con Corea del Norte, Trump contestó: "¿por qué no?". Según la propuesta del director ejecutivo de la Asociación de control de Armas, Dary G. Kimball, así como para otros líderes globales, como la canciller alemana Angela Merkel esa es la solución.

No sería la primera vez que se trata de lograr una salida negociada con Corea del Norte. Cuando el régimen de Piongyang se retiró de Traytado de No Proliferación Nuclear en 2003, se activaron una serie de negociaciones que incluían a las dos Coreas, Japón, China, Estados Unidos y Rusia.

El trato al que se quería llagar con Corea del Norte era parecido al que se logró con Irán, que a cambio de recibir alivios en las sanciones económicas que pesaban en su contra, accedió a limitar su programa nuclear a la producción de energía eléctrica.

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Los diálogos con Corea del Norte se llegaron a su fin en 2009, después de que Corea del Norte realizara el lanzamiento de un satélite, un procedimiento que requiere la misma tecnología necesaria para construir los Misiles Balísticos Intercontinentales cuyos lanzamientos condujeron a la actual crisis.

A pesar de que Trump dice que no descarta la posibilidad de una salida negociada, su comportamiento frente al tratado alcanzado con Irán hace pensar que no se toma esa opción muy en serio. “Francamente, el tratado es una vergüenza para los Estados Unidos, y no creo que hayan escuchado lo que hay que decir sobre él, créanme”, dijo el presidente Trump en su discurso ante las Naciones Unidas.

Sin embargo, hasta el momento, Irán ha cumplido al pie de la letra sus obligavciones en el marco del acuerdo, como lo ha certificado en varias ocasiones el Congreso estadounidense. Los ataques de Trump al tratado con Irán hace que la confiabialidad de EE.UU. quede minada y hace cada vez menos plausible la posibilidad de que Corea del Norte acceda sentarse a negociar su renuncia al armamento nuclear. Así las cosas, las sanciones económicas son el últmo obstáculo que le queda al régimen de Kim Jong Un para llevar a cabo su promesa de llevar al océano Pacifico la bomba de hidrógeno más grande que haya visto esa parte del planeta. 
 

Por Redacción internaconal

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